THE ALOOF
Había un precedente en el 94. Se titulaba Cover The Crime y estaba a medio camino entre Underworld, Tricky y The Sabres Of Paradise, lo que no es nada extraño si tenemos en cuenta que Jagz Kooner y Gary Burns fueron los compadres de Andy Weatherall en aquella banda de instrumentales cósmicos. Tal prólogo era el resultado de demasiados años en las pistas de baile y una excesiva adicción al dub más poderoso.
Sinking es su continuación y el artefacto sonoro que ha colocado a The Aloof en un lugar privilegiado entre los grupos que toman los ritmos de baile para experimentar en los recovecos de su alma. En este caso, a partir de la colección de viejas grabaciones de blues de Gary Burns. De ahí que “Stuck On The Shelf” lleve inmediatamente a pensar en cómo sonaría la Billie Holiday del cambio de siglo.
Pero hay más. Para empezar la melancólica y emocionante voz de Ricky Barrow. Los ecos de John Barry en “Wish You Were Here”. Los de Enio Morricone en “Hot Knieves At Lunchtime”. El bajo galopante a lo New Order de “Sinking”. Y, en especial, la épica “One Night Stand”, con su orquesta de 32 cuerdas al estilo de Massive Attack y una percusión obsesiva, que además se permite una repetición final orquestada y rebautizada como “The Last Stand”, de más de siete minutos.
Oscuro, denso y atmosférico, éste no es la clase de disco que la gente oirá sin descanso en los clubes hasta las primeras horas de la mañana. Si a finales de los 80 era todo diversión sin complejos, ahora llega la hora de la resaca. Como mucho Sinking servirá para acompañar los amaneceres más solitarios.