SLOAN
Sloan, prometo estar agradecido
En 1991, en Halifax (Nueva Escocia, Canadá), se unen los guitarristas Jay Ferguson y Patrick Pentland, el bajista Chris Murphy y el batería Andrew Scott -todos ellos cantantes y compositores- para formar Sloan. Quince años después, los cuatro siguen juntos, y se presentan en Santiago este mismo jueves dentro de la gira que los trae ahora a España con la intención de dar a conocer a uno de los grupos más populares en América del Norte, aunque desconocidos por aquí. La excusa: presentar su recopilatorio Singles.
Ya son muchos años los que lleváis en esto. ¿Pensáis que ha valido la pena?
– Desde nuestro punto de vista, sí que ha valido la pena. Te puedo decir que, para nosotros, es la mejor carrera que se puede desear. De hecho, aunque siempre nos gustó la idea, no podíamos ni pensar que hoy seguiríamos aquí. Eso es algo que no se puede predecir, pero doy las gracias por estar todavía en esto.
¿En algún momento pensasteis en dejarlo?
– Sí, al final de 1994 creímos que se había acabado todo. Tuvimos una experiencia muy frustrante con el disco Twice Removed y nuestro sello Geffen, así que nos tomamos la mayor parte de 1995 de descanso como banda. De todas formas, invertimos la mayor tiempo de aquel año en nuestro sello Murderecords. Después, regresamos con One Chrord To Another, que editamos en nuestra propia discográfica, y ya no hemos parado desde entonces.
Aquí sólo se editó Between The Bridges en su momento y, ahora, el recopilatorio Singles. ¿Por qué ha sido tan difícil entrar en el mercado español para vosotros?
– La verdad es que somos un grupo muy conocido en Canadá, pero siempre nos ha costado darnos a conocer en otros lados. En el caso de España, es caro venir aquí y nuestros discos no han tenido una distribución normal, así que por eso no hemos tenido la oportunidad.
¿Qué fue lo que os decidió a editar una recopilación en este momento?
– Nuestra distribuidora en Canadá (Sony BMG) nos preguntó si queríamos hacer una colección de nuestros singles en este momento. Como decía, era una buena oportunidad para darnos a conocer en otros lugares, pero no me gustaría que la gente pensase que se trata de una despedida. De hecho, lo que más nos apetece ahora es acabar esta gira cuanto antes y volvernos a meter en el estudio para grabar canciones nuevas. Ya tenemos bastantes, pero no sé cómo trataremos el material. Ya se verá.
¿Cuál le dirías a alguien que no os ha podido seguir que es el disco que mejor os representa?
– Es complicado elegir entre nuestros discos, pero supongo que tal vez Between The Bridges sea el más representativo, ya que tiene tres canciones compuestas por cada uno de los cuatro componentes del grupo.
Siempre he visto un montón de similitudes con Teenage Fanclub. Empezasteis a principios de los 90, con un sonido más ruidoso, tenéis varios compositores, ponéis canciones de todos en los discos, os centráis en las melodías, tenéis influencias similares…
– Sí, en esos términos supongo que se puede decir que somos similares.
Está claro que os gusta el power pop de los 70. ¿Algún otro artista que no asimilaríamos con vosotros?
– A cada uno de los componentes del grupo le gustan discos y artistas distintos. Por ejemplo, Bad Brains, Motorhead, King Tubby, George Jones, Bob Dylan, Minor Threat, Destiny´s Child, Brandy, Scott Walker, Jay Z…
¿Conocéis los grupos nuevos de vuestro país? ¿Cómo os sentís en relación a ellos? ¿Alguna envidia de su éxito?
– Nada de envidia. La mayoría se merecen la atención que se les da y hacen discos que vale la pena oír. Conocemos a casi todos y hemos girado y tocado con muchos: Broken Social Scene, Arcade Fire, The Dears, The Stills… Algunos son nuestros amigos y muchos crecieron escuchando nuestros discos y agradecemos que nos digan que escuchaban y les gustaban nuestros discos mientras crecían.
¿Qué pensáis de Feist y The Deadly Snakes?
– Creo que ambos son muy buenos; en concreto, el disco de Feist me parece el mejor álbum del 2004, cuando menos. Es una gran cantante.
Por último, ¿cuál es el significado del éxito para el grupo?
– Pues poder continuar y ganarnos la vida con lo que hacemos.