SIDECARS
Sidecars, luz de gas
Hace poco, Sidecars publicaba su segundo álbum, Cremalleras. Producido por Leiva (Pereza), significa el intento de consolidación de la banda rock española. “Con el primer disco creo que hemos cumplido de sobra los objetivos”, dice Juancho, voz y guitarra de la banda. “Mucha gente conoce a Sidecars, han sido muchos conciertos, acciones en la red, vídeo clips… El nombre ya está en la escena del rock español, algo que es muy importante y difícil de conseguir”.
Con la base hecha, los premios en las vitrinas y más de 150 conciertos en los dos últimos años, Sidecars lanza su segundo trabajo, que siempre tiene carácter de reto. “En el segundo disco demuestras hacia donde te diriges, si eres capaz de mantener el nivel de las canciones. En el primero, los temas habían sido compuestos en años; en Cremalleras en meses. Ahora nos toca demostrar de lo que somos capaces”.
Juancho (voz y guitarra), Manu (guitarra y coros), Gerbass (bajo) y Ruly (batería) forman Sidecars, que en Cremalleras han contado como músicos adicionales con César Pop (piano, Hammond) y Leiva (slides y guitarras). “En este disco hemos metido más el dedo en la llaga, profundizando más en todo, en letras, en músicas, manteniendo nuestro estilo. Hemos grabado otros instrumentos, nos hemos permitido disfrutar un poco más y es más variado que el primero”.
“Hay más medios tiempos con guitarras acústicas tipo Byrds o Tom Petty. Las letras son mejores y es mucho más potente. Lo más importante que hemos hecho”, continúa Juancho, que se apresura a dejar bien claro cuál es el principal valor de Sidecars: “Las canciones son el núcleo de todo, da igual lo que haya alrededor. Si no hay buenas canciones, no hay nada. Tocamos porque somos fieles a las canciones, ellas hablan por nosotros al margen de los estilos”.
Cremalleras es, en efecto, un álbum de canciones, algo de lo que Sidecars ya dejaba constancia en su disco de debut. Un ejemplo es “Fan de ti”, una canción en la que manda la melodía, un medio tiempo con cierto aire vintage y que refleja la categoría de Sidecars en la escena del pop rock español. “Es una de nuestras canciones favoritas”, asegura Juancho. “Un tema que mezcla guitarras acústicas en medio tiempo con un estribillo fuerte y eléctrico y que habla de todos podemos ser fan de otra persona, no necesariamente de un artista o de una estrella”.
“Cremalleras” es la canción que abre y da título al álbum, y ha sido su segundo single. Es un tema que apunta al cambio que plantea Sidecars en su segundo álbum. Pop rock con un desarrollo nada convencional. El disco continúa con “Chavales de instituto” y aparecen guitarras slide que retoman ambientes de rock fronterizo en un medio tiempo. Después, “Merecido” también escapa del rock convencional con voces, dinámica y diferencia en los arreglos de las guitarras. “Apaga y vámonos” aporta sonoridades y planteamientos diferentes dentro del mundo pop rock de Sidecars y “Plan B” huele a folk-rock con guitarras a lo Byrds que desembocan en un estribillo que se queda.
“Pastillas de colores” juega con los coros en un medio tiempo que mezcla sonoridades rock con algún apunte reggae. “Salir a matar” es una balada folk-rock con cierto aire de blues fronterizo, mientras que “Después del fin” es otro ejemplo de la evolución de Sidecars hacia una música más personal, exactamente como “Llueve”.
En la recta final del álbum aparece un tema como “Miénteme”, que comienza con cierto aire Costa Oeste por el tratamiento de las voces, mientras que las guitarras tratadas con efectos marcan “Luz de gas”, un medio tiempo de cierto aroma Beatle. Y, para terminar, “Anfetamina” un rock con el que buscan alejarse de los cánones del género.
Cremalleras se ha grabado en los estudios Red Led y Casa Dios de Madrid prácticamente en directo como gusta a Sidecars. “Hemos grabado batería, bajo y guitarras tocando todos juntos para después añadir alguna regrabación. Es la mejor manera de mantener nuestra filosofía”, dice Juancho.
Sidecars ha vuelto a contar con Leiva (Pereza) como productor. “Leiva es uno de los músicos que más está dando a la gente. Se reinventa cada día”, sigue Juancho. “Entiende la música de una manera particular que coincide con la nuestra. Aporta experiencia y su visión de las canciones. Fue él quien nos pidió producir el disco con la mayor naturalidad. Está en estado de gracia, es muy fluido, propone cosas y, si estamos todos de acuerdo, adelante. Tenemos las mismas raíces musicales, las mismas influencias. Trabajamos muy fácil”.
“Somos un grupo muy joven y supongo que esto nos da un toque de frescura, de energía. Sidecars es una banda de directo. Tenemos la suerte de que nos conocemos desde hace mucho tiempo, tocamos juntos desde siempre, y eso nos hace fuertes y sólidos en los conciertos”, termina Juancho para dejar bien claro el espíritu de Sidecars.
“Somos herederos de la saga que arrancó con pioneros como Tequila y Burning y su fijación stoniana, que siguió con Ronaldos y su facilidad para obtener himnos juveniles, que continuó con Los Rodríguez y que llega hasta nuestros días con referentes como Fito o Pereza”, aseguraba Sidecars tras el lanzamiento de su primer álbum, también producido por Leiva. La banda del barrio madrileño de Alameda de Osuna apareció en septiembre de 2008 con el rock por bandera y desde entonces no ha parado, siempre en gira, siempre en la carretera. Una filosofía de directo que ha marcado la grabación de su segundo álbum Cremalleras.
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