SHANE MACGOWAN

Shane MacGowan a los 19 años en 1977, cuando editaba la revista punk Bondage, en Londres.

“Cuando le conocí mejor, que fue cuando The Pogues se estaban preparando para grabar Fairytale of New York (1988), varias veces [su manager] Frank Murray tuvo que encerrar a Shane en su habitación para que escribiera las letras de las canciones, porque tenían sesiones a las seis en punto de la tarde y no querían que estuviera en tan mala condición a esa hora. Y eso sucedía en sus días de gloria como compositor: sabía que en el futuro iba a haber problemas.»

“Shane MacGowan era como un pozo: dejaba caer cubos y, como pasa con el agua, las canciones – la letra y algunas de las líneas de melodía – tardaban un poco, pero llegaban a salir. En algún momento ese pozo se secó, y si eso tiene que ver con el abuso de sustancias, el consumo de alcohol, o… no sé si Shane alguna vez se ha dado la oportunidad de desintoxicarse durante seis meses o un año, porque uno no puede desintoxicarse durante dos semanas; eso no logra nada. Uno tiene que estar lúcido durante un año para que las endorfinas vuelvan a funcionar de forma natural.»

“Eso hace Neil Young. El tío es un sobreviviente de polio, tiene jodida la mitad de su cuerpo, y levanta pesas antes de subir al escenario o antes de grabar, antes de hacer algo creativo. Es una puta elección. En cierto momento, Shane tuvo esa misma posibilidad de elegir. Pero tampoco quiero juzgarle ni hablar mal de él.»

“Vi imágenes suyas en YouTube la semana pasada en un funeral, justamente el de Frank Murray. Muy perturbador todo. Casi me pongo a llorar al ver el estado en el que está porque es realmente horrible, y de hecho me cae bien, con lo tocacojones que era. No lo veo desde los ochenta. Todo lo que veo es a un chaval que está envejeciendo y ahora va en silla de ruedas, y es desgarrador, hombre, es jodidamente desgarrador. Creo que la gente es demasiado indulgente con él.»

“En The Dark Stuff incluyo un artículo sobre MacGowan, y todo el mundo me decía en ese momento: ‘Alguien tiene que hablar con Shane. Está tomando un montón de éxtasis, está tomando esto, está tomando aquello, está bebiendo demasiado’, así que dije: ‘Está bien, lo haré, soy Nick Kent, soy una de las pocas personas que puede acercarse a alguien y decirle: ‘Oye, escucha …’ Normalmente no lo hago. Pero le dije a MacGowan: ‘Estás en una situación en la que estás escribiendo grandes canciones, tienes una mina de oro y estás demasiado fuera de ti para aprovecharla. Prefieres emborracharte con tus amigos a sentarte y trabajar realmente en tu talento, y eso es un puto crimen’.»

«La gente con talento que no desarrolla sus propios talentos, hombre, debería avergonzarse de sí misma. Y hablo como alguien que, entre 1975 y 1985, hizo exactamente eso. Me siento avergonzado por ello. No me avergüenza haber sido un adicto. No me avergüenzo tanto de los aspectos morales de mi comportamiento durante esos años. Tampoco estoy feliz por eso. De lo que estoy realmente avergonzado es de haber tomado la decisión de deshacerme de mi talento, y eso es básicamente lo que uno hace si se entrega a una vida de, ya que no se me ocurre una frase mejor, hedonismo químico.»

(Fragmento de The Unstable Boys, libro de Nick Kent, antiguo redactor del NME)

Foto: Sydney O’Meara

Texto: Alejandro Tellería-Torres

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