SAFARI ORQUESTRA

Safari Orquestra, blanco, galego y cantante de soul

 

Ocho años y por fin editan su primer álbum, Ben deitei. Con el precedente de Skornabois y sus miembros en activo en otros proyectos, Safari Orquestra lleva ejerciendo todo este tiempo la música electrónica en gallego y con alma de color sin cejar en su empeño. Ahora es su momento. Emilio López, su cantante, nos lo presenta.

 

¿Cómo acabó Skornabois y cuál fue la razón?

– Creo que fue por varias razones. La principal, la el nivel de exigencia que nos pusimos;  a pesar de ser un grupo amateur, trabajábamos casi de forma profesional, a base de ensayos diarios. La otra, la misma evolución del grupo hacia la electrónica experimental, que hizo que no tuviésemos claro el camino a seguir musicalmente. Los últimos temas que teníamos en maqueta no tenían nada que ver con lo hecho hasta el momento. Creo que eso fue el desenlace final.

 

¿Qué recuerdas de aquellos años?

– Cualquiera del grupo te dirá que los mejores de nuestras vidas. Había mucha complicidad entre los grupos que circulábamos en esa época. Sobre todo, me quedo con el buen ambiente que reinaba.

 

¿Cuál crees que fue y es el legado del grupo? ¿Y del bravú en general?

– El bravú fue una demostración clara de “si queremos, podemos” y de quitarnos todos los complejos en cuanto a la idea de cantar en galego;  es más, también quedó claro que cuando se trabaja unido, los proyectos salen adelante. En cuanto a Skornabois, estamos satisfechos porque somos referencia para muchos grupos y también que, a mi entender, implantamos un estilo que nadie hacía por esos años en Galicia. Aún, a día de hoy, somos un grupo respetado, y con eso nos quedamos.

 

¿Y Alkarpa? ¿Qué nos puedes contar de aquel proyecto? ¿Por qué no llegó a grabar el grupo?

– Fue una experiencia única con gente de otras generaciones, con la que nos entendimos perfectamente. Hicimos varios conciertos, pero siempre con la intención de divertirnos haciendo música. Nunca hubo una pretensión firme de grabar. Simplemente, volviendo a lo mismo, que no importa el idioma en que cantes cuando el proyecto es bueno y atractivo.

 

Safari Orquestra lleva existiendo desde el 2002. Mi primera entrevista con vosotros es de 2004. ¿Por qué ha habido que esperar tanto para vuestro debut?

– Ya sabes el refrán gallego: “A présa é mala conselleira”. Lo que repito siempre: fue en su inicio un proyecto de estudio, de prueba. Pero las ganas de toca, nos llevaron a hacer directos, pero claro, todo esto con su debido tiempo, a buscar la gente apropiada y con ganas e interés por el proyecto.

 

De todas formas, no habéis parado de tocar en estos años. ¿Nació el grupo principalmente para el directo o fue forzado por no poder editar un disco?

– Cuando nace un grupo, la intención siempre es hacer directos. Pero, claro, para hacer directos tienes que tener una ‘tarjeta de visita’ que es el disco.

 

Los discos antes eran un fin en sí mismo y estos ocho años se han convertido en un medio para dar conciertos. ¿Cómo habéis vivido todo este avance tecnológico y el tema de las descargas?

– Internet es fundamental hoy en día para la promoción de un grupo, para que llegue a mucha más gente. Creo que las descargas suponen un gran beneficio para las bandas. Pero yo soy un defensor del soporte, y lo seré siempre: no es lo mismo ver el disco en una pantalla de ordenador que tocarlo, ver el libreto; es más real.

 

Desde el 2002, ¿por qué cambios de formación ha pasado el grupo?

– En principio, empezamos con la aventura Arturo Vaquero, Xermán Viluba y yo; luego Xermán abandonó el proyecto para centrarse en la lucha músico-deportiva de la billarda, que, por cierto, le va fenomenal. Entonces me puse a buscar una mini-banda con solvencia para sacar esto en directo. A día de hoy estamos Arturo Vaquero (producción), Dr. Think (DJ), Mestre Rulos (metales, arreglos), Laura Romay (bajo), Najla Shami (voz) y yo mismo.

 

¿Y en qué dirías que se nota la evolución desde entonces hasta llegar a este disco?

– En el cuidado de los temas sobre todo, los arreglos de metales (saxo, trombón, trompeta) y sobre todo en la incorporación de la voz de Najla, que aporta un salto de calidad y hace que las canciones más crudas se vuelvan más dulces. Creo que el hecho de poder tocar durante cuatro años te enriquece a la hora de entrar en estudio y grabar estos temas.

 

¿Cuántas maquetas y canciones se han quedado por el camino? 

– Unas cuantas: un par de maquetas y también hay canciones en la nevera, esperando a ser rescatadas. Hay material para otro disco, pero era de rigor seguir un orden cronológico a la hora de grabar.

 

Al final encontrasteis un sello y no hubo que recurrir a la autoedición. ¿Cómo sucedió? ¿Fue difícil?

– Encontrar un sello en condiciones es difícil, pero con Vir desde el principio hubo entendimiento. El director, José Aldea, es un viejo amigo que sabe bastante del negocio musical y sobre todo que el material que editan lo cuidan, eso es importantísimo. Somos conscientes de que no arrasará en ventas, pero el producto que sacamos es muy digno y estamos orgullosos de él.

 

La base electrónica y la música negra sigue siendo la característica del grupo. De todas formas, ¿permanecen las mismas influencias del inicio o se han ido incorporando otros sonidos en estos años?

– Efectivamente, con esas dos premisas trabajamos, pero, claro, como siempre estamos escuchando cosas nuevas, estamos incorporando bases más electro, dubstep… probando nuevos sonidos.

 

¿Siguen siendo Negu Gorriak y Os Resentidos las dos referencias principales para ti musicalmente?

– Desde luego que sí, y siempre serán. Estos dos grupos, su música, su actitud, me aportaron mucho y me siguen aportando. Aunque siempre salen grupos muy interesantes de los que sigo aprendiendo.

 

¿Qué nos puedes decir de los samplers utilizados en el disco?

– Que son como pequeños homenajes a nuestras influencias, sobre todo al soul que nos encanta. Se pueden apreciar muestras de Public Enemy, Ella Fitzgerald, Parliament etc… Y el principal, el sampler de Andrés Dobarro, artista fundamental, a mi entender, en la música galega contemporánea; ya lo decimos en el disco: “blanco, galego y cantante de soul”.

 

¿Cómo se entienden estos ritmos en Galicia hoy en día? ¿Hay una base de seguidores?

– Sí, por supuesto, todos tenemos nuestro espacio. La electrónica tiene seguidores en Galicia, y la nuestra que es más orgánica también. Aunque sí nos dice mucha gente que nuestro proyecto tendría mejor acogida fuera de Galicia.

 

¿Por qué ese título, Ben deitei, y que queríais transmitir con la portada?

– Es una expresión muy común en Lourenzá donde yo vivo, que significa ‘menos mal’. Nos viene al pelo para el título porque…  ¡menos mal que editamos algo, por fin! No hay un mensaje concreto en la portada, simplemente por la fonética china del nombre nos gustó la propuesta del diseñador (Azur González).

 

¿De qué canción estáis más orgullosos de cómo ha quedado? ¿Y cuál resulta mejor en directo?

– Para mí una de las que mejor ha quedado es “Ninguén sabe”, con esos arreglos de metales y la aportación de Najla: hacen un contraste muy bonito de textos duros y un resultado muy dulce y sutil. La mejor en directo, sin duda, “Visións”: es muy bailable y funciona especialmente bien.

 

A veces las letras son duras, a pesar de la voz con alma de Najla, lo que resulta muy bien. Supongo que es un contraste buscado, ¿no?

– Sí, claro, la incorporación de Najla fue un bálsamo y un honor también. Al principio las canciones se hacían más duras y crudas, por lo que una aportación cálida y elegante nos vino muy bien. Para mí es un contraste interesante y enriquece mucho los temas.

 

¿Hubo presentaciones del grupo en otros países o sólo de alguno de los componentes del grupo?

– De momento sólo de componentes: Dj Dr. Think hizo sus presentaciones en Marruecos, Argentina, Uruguay, y yo por mi parte, en Rio de Janeiro con un Dj local, en un par de salas de la ciudad.

 

¿Cómo habéis visto desde los tiempos de Skornabois la evolución de grupos cantando en gallego?

– Yo creo que ha ido creciendo afortunadamente, es fundamental para la normalización de nuestra lengua que la gente se quite complejos de encima y se decida a utilizar el galego en sus canciones. Y, como siempre, unos grupos aparecen, otros se caen, pero los que resisten normalmente son los mejores, y eso nos conviene a todos, que sean grupos de calidad.

 

¿Cuáles son ahora los objetivos del grupo y, siendo realistas, qué creéis que podéis lograr?

– Por ahora, seguir tocando (que está difícil),  y sobre todo mantenerse en la escena. En cuanto a lo que podemos lograr, no sé, hay que vivir el presente que es lo importante, seguir trabajando e investigando sonidos e intentar ‘que la gente se acuerde de nosotros cuando hayamos muerto’, ja, ja. 

 

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