RUFUS WAINWRIGHT EN CONCIERTO 2008
Rufus Wainwright en concierto
Hace muy poco tiempo aún, con su tercer disco en el mercado, Rufus Wainwright era prácticamente un desconocido en España, culto de unos pocos arriesgados que paladeaban su pop barroco en solitario. De repente, un buen día, alguien se atrevió a traerlo en concierto y ya nada volvió a ser igual: Rufus Wainwright llena hoy los recintos agotando las localidades en pocos días, como ocurrió en Santiago, cinco meses antes de su concierto.
Sin embargo, las noticias que fueron llegando durante este tiempo no presagiaban lo mejor. Según él, para compensar las pérdidas que dice tienen sus giras con banda, las realmente interesantes por el espectáculo y porque alguien se puede dedicar a tocar la guitarra eléctrica que no sea él -ya que sus grandes canciones están siempre ahí, de una forma u otra-, tiene que hacer giras en solitario.
Él es consciente, y reconoce que no es lo mismo. En Benicassim en 2006 quedó claro y se repitió en el Festival Primavera Sound la noche anterior al bolo de Compostela: en grandes festivales al aire libre, tocando en solitario, a Rufus Wainwright le cuesta sobreponerse a todo lo que hay alrededor. Para esa propuesta necesita de un auditorio cercano, cómplice, que sepa apreciar esa desnudez en sus canciones.
Llegó sin dormir porque la noche anterior el sonido del Forum en Barcelona lo había tenido despierto toda la noche y, además, había cogido un avión temprano. Ya al principio reconoció que llevaba un sombrero porque no había tenido tiempo a arreglarse el pelo. Repitió sus trucos de siempre, en especial el de empezar varias veces sus canciones de nuevo por equivocaciones y hasta dijo que vendría en octubre a hacer el Camino de Santiago con su madre, como dando la impresión de que quería ganarse a su audiencia con algo extra.
Y, sin embargo, a pesar de todo, convenció. Porque sus bromas no sonaron a algo ya sabido. Porque sus canciones desnudas fueron regaladas para ser escuchadas con la atención que merecen. Porque aún se cree lo que hace y, lo que es más importante, logra que los demás se lo crean. Y, sobre todo, porque es un portentoso intérprete y compositor de canciones al piano -lo de la guitarra sí que mejor lo obviamos-, de ésas que emocionan con sus notas y con su voz, de las que no se olvidan, como “Art Teacher”, “This Love Affair”, la inédita “Who Are You New York?”, “Little Sister” o su versión del “Hallelujah” de Leonard Cohen. Eso sí, mejor que deje la ópera que está componiendo y que regrese con toda su banda.
(Auditorio de Galicia, Santiago, 1 de junio de 2008. Ciclo: Sons da Diversidade. Promotor: Ayuntamiento de Santiago Público: Lleno)