¿QUÉ NOS QUEDA?
¿Qué nos queda? (Abordar)
Como en la reciente Fuerza mayor, ¿Qué nos queda? reincide en demostrar que la pujante sociedad nórdica no es tan ideal como creemos. La disección se presenta de nuevo a través de una familia aparentemente ejemplar que tiene muchas miserias en el armario. Para sacarlas a la luz, el guionista Bernd Lange plantea la vuelta a casa de los padres para un fin de semana de uno de sus hijos y su retoño. Allí coincidirá con su hermano, su pareja y otros personajes enraizados ya en su familia e insospechados hasta el momento.
Todo se desborda cuando la madre anuncia que deja de tomar su medicación, afectando su decisión no solo a ella sino a todos los demás. A partir de ahí asistimos a la fragmentación de esta familia burguesa, aflorando secretos escondidos, miedos, deseos frustrados, sentimientos reprimidos y problemas del pasado.
Ese deterioro emocional, plasmado perfectamente en la banda sonora compuesta por The Notwist, es tratado con precisión y moderación por el director Hans-Christian Schmid, aunque también con cierta frialdad carente de emoción. No le hubiese venido mal algo más de brío en su aguda percepción de la psicología de unos personajes vapuleados pero que apelan al instinto de supervivencia cuando todo se desmorona a su alrededor.