Pollo con ciruelas
Pollo con ciruelas (Golem)
Tras la excelente Persépolis, que recordaba la reciente revolución popular iraní, la historietista más conocida del planeta, Marjane Satrapi adapta para la gran pantalla otro cómic suyo (de nuevo con la ayuda de Vincent Paronnaud), aquel que obtuvo el premio a la mejor obra en el Salón de Angouleme 2005: Pollo con ciruelas.
En esta ocasión la tradición oriental está más presente en la historia de un violinista en el Teherán de finales de los 50, quien se decide a morir tras romperse su instrumento en una riña con su mujer y que repasa en sus últimos días toda su vida. Desde el principio está claro que nos hallamos ante algo distinto, donde la animación está sobre todo en los fondos y en algunos momentos concretos del filme.
Como fábula amable -e irregular en alguna de sus tramas- desborda imaginación e intenciones poéticas, quizá lo más sugerente del relato, en un tono no muy diferente al acostumbrado en Jean-Pierre Jeunet (recordemos Amelie). A medio camino entre el melodrama y la comedia negra, esta memoria de una familia gana mucho en su tramo final, cuando toda la historia cobra sentido a través de una hermosa relación amorosa que es su verdadera espina dorsal.
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