PLACEBO
Placebo, humor negro
En estos días se publica el tercer disco de la banda apátrida, Placebo, tan oscuro y contradictorio como los dos anteriores. En Black Market Music hay guitarras encendidas, en la línea de las bandas que más gustan ahora al grupo, como Six By Seven y Primal Scream, de los que dicen que parecen que siempre están cabreados. Lo que sucede es que unos lo ven como ejemplo a seguir y otros lo tienen como actitud vital desde un principio.
En su tercer álbum no hay nada nuevo bajo el sol, aunque sí nuevos temas para quienes quedaron enganchados con sus dos discos anteriores, Placebo y Without You I’m Nothing. En este caso, son los tiempos medios los que ganan al resto, aunque ellos lo presentan como un trabajo contundente y oscuro. No hay que preocuparse: pese a su peculiar sonido, sus dos discos anteriores tuvieron ventas millonarias.
Ahora, su peor pesadilla son los medios de comunicación británicos. Desde que dos adolescentes de esas que copan las listas, Daphne y Celeste, criticaron a Brian Molko por su fealdad y su alopecia, éste no ha hecho más que empeorar su posición. No supo tomárselo con humor y habló de montaje. En la rueda de prensa de Benicassim, preguntado por el tema, espetó un aciago “sin comentarios”.
Pese a su pinta andrógina, Brian Molko, siempre que no se le toque ese tema vetado en la conversación, se descubre como un tipo amable y bastante ameno. Lo mismo se puede decir del coloso Stefan Olsdal, guitarrista, y de Steven Hewitt, batería.
-¿Cómo fue vuestra experiencia de tocar en Benicassim?
– Fue una experiencia muy especial. Benicassim es, sin duda, el mejor festival de Europa. Aquí te puedes encontrar a los mejores grupos. Nosotros hubiéramos venido sólo por ver a Primal Scream y Six By Seven. La mejor música es la que parece en permanente estado de enfado, y ellos la hacen.
– ¿Por qué habéis decidido llamar al disco Black Market Music?
– No queríamos poner el título de ninguna canción del disco. Por otra parte, también nos atraía la idea de hacer mención al mercado negro que existe actualmente en esto de la música… Ya sabes, todo lo de Napster… También por dar la idea de que es algo prohibido, algo prohibido que no puedes conseguir de ninguna forma.
– El diseño de la cubierta del nuevo disco es bastante más sofisticado que el de los dos anteriores…
– Sí, es más sofisticado, y me alegro de que la gente lo vea así porque el sonido, y el disco en sí, también lo es. En ese sentido hemos querido trabajar.
– ¿Veis alguna conexión entre la violencia de películas como La Naranja Mecánica y vuestra música, en hacer de la violencia una especie de ballet?
– Me parece una cuestión interesante porque sí existe una similitud con la violencia de La Naranja Mecánica en el sentido de que la violencia está ahí y no podemos pretender ignorarlo por mucho que queramos. No es quizás una violencia real pero sí existe, y de ahí que la queramos reflejar también en nuestra música, aunque tampoco sea en un sentido absolutamente real.
– ¿Cómo es que habéis introducido una canción de rap, que se escapa un poco a vuestro estilo?
– Surgió porque hacemos muchas cosas que antes no habíamos probado, y además esta canción así lo pedía. Por eso introdujimos algo de scratch. De todas formas, no es algo tan ajeno a nosotros, es un sonido que hemos estado oyendo siempre, aunque no lo parezca por el sonido que te puedes encontrar en nuestros discos.
– Este álbum es bastante menos triste que el anterior…
– Bueno, no es exactamente menos triste. Hay canciones más rápidas, más fuertes, pero en el fondo permanece esa línea triste y oscura, sobre todo en las letras.
– Para tener tan sólo tener tres álbumes, habéis grabado bastantes vídeos. ¿A qué se debe?
– Se trata simplemente de una cuestión de marketing. Actualmente es una exigencia grabar vídeos, por eso lo hacemos, pero no por otra cosa, aunque también nos llama la atención el aspecto visual.
– ¿A qué creéis que se debió el fulminante éxito de vuestro primer disco?
– Principalmente a que en ese momento había un enorme auge del brit-pop y el hecho de que nosotros apareciéramos con una música tan distinta hizo que se nos prestara más atención.
– ¿Qué música escucháis habitualmente?
– Primal Scream… Barry White, “La Bomba» (risas).
Xavier Valiño