PENELOPE TRIP
Autopsia a Penelope Trip
Pasaron Parkinson D.C. por los escenarios lucenses y ya tuvimos ocasión de comprobar como está la escena del pop independiente estatal, esa que en los últimos años todos catalogaron con la etiqueta de ‘noise’. Penelope Trip son los siguientes, mañana jueves 21, a partir de las 11 de la noche, en el pub Dos de Copas. Sólo faltarían El Inquilino Comunista para completar el trío de los ases que más páginas y atención han ocupado en lo que va de década.
Muchas cosas han pasado desde que en 1.991 se publicara su E.P. Hammerhead, que se abría con “Ultravioleta” y acababa con la versión del “All Tomorrow’s Parties” de la Velvet Underground. Por ejemplo, la marcha de Cova, batería y miembro fundador del grupo, que regresa en estas últimas semanas con su banda Nosoträsh y su primer disco. O la edición por un sello francés de una de sus maquetas, aquella que incluía temas como “Galaxina” o “Autopsia”.
El caso es que Penelope Trip hicieron honor a la escena en la que se les incluía cuando editaron en el 92 su primer disco de larga duración, Politomanía. Un disco que las publicaciones especializadas seleccionaron entre lo más destacado del año, y que fue grabado por Carlos Redondo, de Los Locos, en un 8 pistas. Ambientes experimentales, psicodélicos, cargados y múltiples saqueos y referencias: Sonic Youth, The Jesus & Mary Chain, My Bloody Valentine, The Velvet Underground…
Dos años más tarde aparecía Usted morirá en su nave espacial, producido por Paco Loco, que, a pesar de su título en castellano, seguía incidiendo en sus guitarras chirriantes y los textos en inglés. Entonces presentaban el disco con un rotundo: “Penelope Trip no pertenecen a la generación X. En su condición de funcionarios del Estado, rechazan ser relacionados con esa escoria creada por los mass media”. Y, además, reconocían que “todos han pasado ya los 27 años (no como otros)”. Ironía y distanciamiento que los ha mantenido alejados del reconocimiento popular hasta hoy.
El sello Astro, creado especialmente para ellos, se encargó de editar ¿Quién puede matar a un niño? en este año, con el respaldo promocional de la multinacional RCA. Las 13 nuevas canciones, producidas esta vez por Carlos Martos, combinan ritmos imposibles y fogonazos de ruido -no todo fabricado con guitarras, y como muestra “Radio amistad”, con su teclado distorsionado invadiéndolo todo- con alguna canción pop como “Picolandia” o “Miss Black America” y hasta una bossanova -”5 a.m.”-.
La actuación de mañana en Lugo está incluida en la mayor ronda de actuaciones que han hecho desde sus inicios como grupo, allá por el 90. Hasta el momento resultaba un tanto difícil verlos en las salas de conciertos habituales, salvo alguna excepción: la gira Noise-Pop del 92, la que sirvió para presentar su segundo disco y apariciones esporádicas en festivales como el de Benicassim el año pasado o en el Doctor Music Festival de los Pirineos este verano.
Con ¿Quién puede matar a un niño? parecen haber logrado aquello que en ellos parecía imposible: una formación estable y una gira completa, que comenzó a finales de octubre en Valencia y que los va a llevar hasta bien entrado el 97 por más de 45 localidades. Eso sí, en pequeños locales y sólo para los auténticos seguidores. Hay cosas que no cambian.