PAREJAS ROCK
Parejas rock, ¿es eso posible?
El culto a la celebridad domina la cultura popular. Si hace no mucho una estrella del rock nos empujaba a aspirar vagamente a un estilo determinado de vida, hoy en día conocemos perfectamente hasta el contenido de sus bolsillos. Últimamente, además, parece estar de moda la relación entre músicos y, sobre todo, que las revistas de color rosa los persigan. Nadie se libra, y las reacciones de Thom Yorke o Liam Gallagher tienen bastante que ver con ello.
Antes se trataba de una historia que giraba alrededor de los hombres. Conocida es, por ejemplo, la historia de la noche de bodas en la que David Bowie convenció a su mujer Angie para que participara otra mujer. Las parejas rock no eran precisamente un modelo a seguir, a menos que se tomase a Paul y Linda McCartney como referencia. Hoy, la situación y la posición de la mujer han cambiado sustancialmente. Repasemos su evolución a través de alguna de las historias más curiosas.
Ike y Tina Turner
Cualquiera que haya visto la película de la historia de Tina Turner, recordará perfectamente qué sucedió. Por supuesto que es sólo una de las dos versiones de lo ocurrido, pero también es la más importante. Se conocieron en 1958 y ella pasó a formar parte de su banda. Aunque no le gustaba especialmente -“era como dormir con mi hermano,” aseguró-, iniciaron una relación. Poco después empezaron los abusos. “Era su única herramienta. Mi ojo izquierdo estaba negro todo el tiempo y mi nariz rota.” Tras abandonarlo, Tina tuvo una segunda juventud como estrella de grandes estadios.
Sonny y Cher
Se conocieron en un café cercano a donde Cher, con 16 años y sin trabajo, acababa de grabar su primera canción. Sonny Bono era ya una institución y se convirtió en su mentor. Durante los primeros meses compartieron casa, pero no la cama. Cuando su madre la descubrió, ella le declaró su amor. Años más tarde, en medio de su exitoso programa televisivo, se separaron entre revelaciones de infidelidades en los medios. Cher se casó después con Gregg Allman, de los Allman Brothers, con el que pasó varios años sufriendo su adición al alcohol y las drogas y, tras cantar como corista de Meat Loaf, recuperó su independencia y el éxito en su carrera.
John Lennon y Yoko Ono
Su relación estaba por encima de todo. Por desgracia para ella, Yoko Ono siempre será recordada por la parte negativa. Después de ser la causa del primer divorcio de John Lennon y, para algunos, de la separación de los Beatles, en los 70 Yoko se hizo con el control de la relación. Mientras se relacionaba con otros hombres en Nueva York, Yoko proveía a John de las amantes que ella creía que no se iban a interponer en su relación, controlaba sus llamadas, escogía sus amistades y le dictaba sus actividades.
Marvin Gaye y Anna Gordy.
La relación prometía. Pero duró poco. Después de divorciarse de Anna, la hermana de su jefe en el sello Motown, un juez ordenó que Marvin Gaye le diera todos los ingresos generados por los derechos de autor de su próximo disco a su ex. Su carácter testarudo y astuto le hizo responder con una dulce venganza, una obra maestra en forma de disco doble que hablaba de recuerdos amargos, recriminaciones y soliloquios tristes sobre el amor encontrado, perdido y definitivamente destrozado en los tribunales.
Stevie Nicks y Lindsey Buckingam; Christine Perfect y John McVie
Todo Rumours, un disco multimillonario que no tiene parangón en la historia del rock, hablaba de cómo se resquebrajaban los dos matrimonios que formaban Fleetwood Mac. En él declaraban a los cuatro vientos que la ruptura era completa y que no había posible reconciliación. Irónicamente, han seguido cantándola juntos en varias de esas giras de reunión de la banda.
ABBA
Anni-Frid (Frida) y Benny, Bjorn y Agnetha. ABBA. Los dos músicos contrataron a dos cantantes de sesión en 1972 en Estocolmo para ayudarles con su primer disco y acabaron casándose con ellas, además de convertirse en el grupo pop más exitoso de la historia. En 1979, después de tres niños y múltiples desavenencias, Bjorn y Agnetha se divorcian. Dos años más tarde, Frida y Benny hacen lo propio, argumentando que “si el grupo ha podido sobrevivir a un primer divorcio, podrá también con el nuestro”. No tardaron ni doce meses en ponerle fin.
Chrissie Hynde y Ray Davies. Chrissie Hynde y Jim Kerr. Jim Kerr y Patsy Kensit. Patsy Kensit y Liam Gallagher. Liam Gallagher y Nicole Appleton. Liam Howlett y Natalie Appleton.
Chrissie Hynde grabó dos de sus canciones, «Stop Your Sobbing» y “I Go To Sleep”. Al mismo tiempo, iniciaba su relación con Ray Davies, líder de The Kinks -por aquel entonces, James Honeyman-Scott, guitarrista de la banda y pareja de Chrissie, le dio una paliza en la parte de atrás del escenario, harto de verlo rondando por allí-. Tras la separación, Chrissie se unió a Jim Kerr en 1984, entonces líder de unos Simple Minds en su momento de más gloria. Al divorciarse, parece ser que por la relación de Chrissie con Ali Campbell de UB40, Jim Kerr se casó con Patsy Kensit, la rubia cantante de los insignificantes Eight Wonder y actriz -por ejemplo, de Beltenebros, de Pilar Miró-. Tras la separación, ésta fue directa a por Liam Gallagher, cantante de unos recién llegados Oasis. Tras las broncas y la ruptura, Liam se unió a Nicole Appleton, de All Saints -su hermana está casada con Liam Howlett, de Prodigy-. Éste es, hasta ahora, el último capítulo de esta curiosa cadena.
Annie Lennox y Dave Stewart
Se conocieron en 1976 en el restaurante en el que ella trabajaba como camarera. Empezaron como The Tourists. Cuando llegó el momento de formar Eurythmics decidieron romper la relación. “Fue escoger entre nosotros o el grupo”. Su debut Sweet Dreams se nutría de la ruptura. La separación de 1990 sólo tuvo en cuenta las diferencias musicales. Volvieron a juntarse en el 1999, resolviendo sus desavenencias a cambio de llevarse una buena tajada económica.
Sinead O’Connor y John Reynolds
En 1986, después de firmar contrato para editar su primer disco, Sinead se encontró embarazada inesperadamente de su batería John Reynolds. A pesar de la oposición de su discográfica, siguió adelante y tuvo el hijo. Poco después, se separaron. Años más tarde, y después de tener varias parejas, se reconciliaron y se casaron. Volvieron a separarse, pero él sigue siendo su batería y produciendo sus recientes discos.
Justine Frischmann y Brett Anderson. Justine Frischmann y Damon Albarn.
La futura arquitecta se encontró con el estudiante de arte en la universidad a principios de los 90. Ella deja de estudiar, se mete en Suede y abandona a Brett por Damon Albarn de Blur. La mitad de las canciones en el disco debut de Suede hablaban de aquella ruptura, especialmente “Animal Nitrate”, que Brett escribió, según los rumores, cuando ella regresó a casa con marcas por toda la espalda después de dormir con Damon. Justine le contestó con “Never Here” en el debut de Elastica. Más tarde, Damon Albarn aireó los trapos tras la ruptura de su relación en 13. En esta ocasión, ella comentó que no le había gustado nada, pero no tuvo ocasión de responder porque Elastica no existía.
Lisa-Marie Presley y Michael Jackson
Nadie se creyó su boda. La hija de Elvis buscaba iniciar su carrera con el apoyo de Michael -ahora, en el 2003, lanza su primer disco en solitario- y él buscaba distanciarse de las acusaciones de abusos a menores. En público siempre intentaban demostrar, sobreactuando, que su matrimonio era de verdad, aunque cada uno vivía en su mansión. El día que Lisa fue a la de él y se vio rodeada de monos y otras excentricidades, puso fin a la relación. No habían pasado ni doce meses.
Courtney Love y Kurt Cobain
Parecía la pareja perfecta, por cuanto sus gustos coincidían en lo musical y en sus vicios secretos. Sin embargo, cuando Kurt Cobain se suicidó, llevaba varias semanas sin ver a su mujer. En los días antes y después de la desaparición de Kurt, a Courtney se la relacionó con Billy Corgan, Evan Dando y Trent Reznor.
Whitney Houston y Bobby Brown
Como decían The Verve, «las drogas no ayudan».
Jennifer Lopez y Puff Daddy
O cuando es más importante lo que digan de ti en las revistas que tu carrera musical, si es que a alguien le importaba la de esta pareja. El día en que Jennifer tuvo que escoger entre su amor o su trabajo y reputación, justo cuando Puff Daddy estaba siendo procesado por haber disparado su arma, Jennifer lo tuvo claro: los negocios van primero. Desde luego, los tiempos están cambiando.
Xavier Valiño