PANTANAL, BRASIL
Pantanal, vida salvaje
Olvídate de cualquier otro Parque Nacional o de la selva. Por mucho que te hayan contado, la mayor concentración de animales por metro cuadrado en América está en el Pantanal. Cuiabá, en el estado de Mato Grosso -Brasil-, es la puerta de entrada a la Transpantaneira, una pista-carretera tan increíble como única.
El Pantanal concentra la mayor cantidad de animales por metro cuadrado de toda América, convertido además en el paraíso soñado por los amantes de los pájaros. Sólo por eso ya vale la pena, aunque el llegar allí no sea nada fácil y el quedarse una noche casi prohibitivo para el bolsillo.
Para comprender mejor su exacta dimensión baste decir que es más grande que el País Vasco o que Holanda, con sus 230.000 kilómetros cuadrados de extensión, que no tiene ciudades y que casi no tiene habitantes permanentes. Hasta los años 40 era la parte del mundo más grande sin explorar y actualmente se reparte entre 3 países: Bolivia, Paraguay y Brasil.
¿Y de donde viene tal concentración de animales? De la necesidad de agua que tienen y de la facilidad de acceder a ella en estos inmensos humedales llanos. Aquí, gracias a los amplios espacios abiertos, la vida salvaje está al alcance de la vista en toda su espectacularidad.
La parte brasileña es la mayor y por la que casi todo el mundo accede al parque. Desde el Sur hay una entrada muy limitada desde Campo Grande y por el Norte la puerta de acceso natural es Cuiabá. Éste es el mejor lugar, ya que tiene más posibilidades, y por estar también cerca -unos 60 km.- de Chapada dos Guimaraes, otro parque nacional que vale la pena visitar, en el centro geográfico de América del Sur, con sus cañones, cascadas, precipicios, senderos, cuevas y ríos.
Las posibilidades de acceso se limitan a tres. Desde Cuiabá se puede contactar con alguna de las dos o tres agencias que organizan expediciones de 2 o 3 días, como Anaconda Tours o Pantanal Explorer. Esta última es la que todo el mundo recomienda y, por unas 8.000 pesetas al día, incluyen alojamiento en posadas, paseos en barco y a caballo y caminatas tanto de día como de noche. Buena opción y bastante económica, aunque, por pequeños que sean los grupos, hay quien se cansa pronto de ir siempre acompañado y guiado.
Otra posibilidad es acceder al parque en coche alquilado. En este caso conviene tener en cuenta que sólo se puede arrendar coches en Cuiabá, y que de ahí a Poconé hay 100 km. de buena carretera en línea recta, aunque, a partir de ahí, donde empieza la Transpantaneira, son 150 kilómetros hasta el río, en Porto Jofré, de una estrecha pista de tierra de color rojizo que cruza unos 90 puentes de madera. Lo malo es que al menos tres meses al año se encuentra cubierta por el agua, normalmente en la época de las lluvias -de diciembre a febrero-.
La gente del lugar recuerda que fue la carretera más cara del mundo en su momento, hace unos 20 años, por la dificultad de su construcción. En su momento existía el proyecto de llevarla hasta Campo Grande, cruzando todo el Pantanal, pero, por suerte, la idea fue abandonada.
La última posibilidad es visitarlo a dedo, opción esta última que aquí resulta bien siempre, teniendo en cuenta que la gente del Estado de Mato Grosso es más amable que en el resto de Brasil, y que paran sin pensárselo y ofrecen toda clase de recomendaciones. El único inconveniente de esta opción es la muy escasa cantidad de coches que se adentran cada día en el Parque y que los turistas no están por la labor de parar a cualquiera. Impagable es regresar al punto de entrada en la parte de atrás de una camioneta con un grupo de pescadores que regresan a casa después de un mes de pesca.
Para pasar más de un día en el Parque cabe la posibilidad de dormir en alguna de sus Facendas. La mala noticia es su precio. Por menos de 13000 pesetas la noche por pareja no se encuentra nada, aunque regateando con el dueño se le pueden sacar paseos a caballo, excursiones en barca por el río o caminatas con guía nativo.
A cambio de ese dineral dan pensión completa, con parte de la mejor comida de Brasil, y la posibilidad de dormir a la orilla del río con el arrullo de la actividad nocturna de los animales como telón de fondo, mayor incluso que la que se vive durante el día.
También cabe la posibilidad de entrar y salir cada día del Pantanal, durmiendo en Poconé, a unos 15 kilómetros de la barrera de entrada al Parque. Allí es posible encontrar alojamiento por unas 4000 pesetas, aunque en este caso no incluyen nada más.
DATOS PRÁCTICOS:
OFICINA DE TURISMO: En Cuiabá o el mismo aeropuerto.
DOCUMENTACIÓN: Pasaporte en vigor
DINERO: Real, más o menos equiparado al dólar, o sea que equivale a unas 140 pesetas. Hay que llevar dólares y cambiarlos.
PARA COMER Y DORMIR:
– Hotel Fazenda Santa Tereza. Abierto en agosto del 97, por lo que quieren agradar a toda costa. Rodovia Transpantaneira, km. 67. Poconé, MT. (A 1 Km. del Hotel Pixaim hay una desviación a la derecha y desde allí son dos kilómetros).
Teléfono: (065) 3212327. Fax: (065) 6246255. Móvil: 9824144
– Para dormir fuera de la Transpantaneira o para comidas antes de entrar o después de salir, lo mejor es la Pousada Pantaneira. Preparan bolsas de viaje para el día con bocadillos y bebidas. Rodovia Transpantaneira, KM. 0. Poconé, MT. Tfo: (065) 721-1630
LIBROS:
– Brasil. Ed. Lonely Planet (la más completa, aunque está en inglés).
– Brasil. Guías vivas. Ed. Anaya (Traducción de Rough Guide. Bastante completa aunque no totalmente actualizada).