ULTRASONICA ARTÍCULOS 1997 MOBY

ULTRASONICA ARTÍCULOS 1997 MOBY

Ultrasonica e-zine :: Xavier Valiño

ARTÍCULOS 1997


Moby, decibelios sorpresa

 

 

Táchese lo inapropiado: no bebe, amigo del hardcore, no consume drogas, amante del speed metal, cristiano, techno-punk practicante, inconformista, eco-terrorista, traidor del dance, vegetariano… Sí, todo y nada a la vez. Estos son los adjetivos con los que empiezan la mayoría de los artículos que puedas leer sobre Moby.

 

No es que Moby no sea algo, todo o nada de lo que queda dicho. Ha sido demasiadas cosas en su vida y en su música, y muy probablemente siempre lo será. "Mi madre tomaba ácido cuando estaba embarazada de mí. Supongo que eso explica bastantes cosas". ¿Confundido? Lo estarás. ¿Enojado? Si insistes. ¿Deslumbrado? Podría ser. ¿Excitado, inspirado, estremecido? Deberías estarlo.

 

Así que, si debemos hacernos la pregunta, ¿quién diablos es Moby y por qué? Richard Hall, que de él se trata, nació en Nueva York y creció educado por su madre soltera y sus abuelos, repartiendo su tiempo entre las calles y una comuna hippy.

 

Como la mayoría de descastados de su generación, Moby empieza en la música con el espíritu del ‘háztelo tu mismo’ del punk. Después de pasar por varias bandas seminales de la escena metal de la ciudad de los rascacielos, se introduce en el mundo del acid-house, consiguiendo éxitos y convirtiéndose en una de sus escasas estrellas, por dar la cara y por el carisma de su directo.

 

 

Mientras, se dedica a producir a Smashing Pumpkins, Michael Jackson, Metallica, Orbital, Soundgarden, Pet Shop Boys y cientos más. Con su debut Everything Is Wrong demuestra que el techno puede tener más diversidad que cualquier otro estilo.

 

Pero algo estaba cambiando. "Casi toda la música que me ha inspirado en el último año ha sido rock", decía hace poco. Esa declaración nos da una idea de por donde va Animal Rights, su nuevo e inesperado disco. No hay teclados, ni secuenciadores, ni samplers… sólo guitarras, y muy, muy fuertes, pletóricas de una energía supersónica casi cómica. Tanto que va a conseguir confundir y levantar a su audiencia de una forma no vista desde que Bob Dylan abrazó la electricidad.

 

Como siempre, eso no es todo, viniendo del artista más iconoclasta de los últimos tiempos. En su primera edición regala otro compacto de música ambiental, en la línea del Brian Eno más pesado o logrado, según el momento en que lo escuches. ¿Qué vendrá después? Ni la más mínima idea. Nadie dijo que este trabajo fuera fácil.

 

Xavier Valiño

ULTRASONICA ARTÍCULOS 1997 MIDNIGHT OIL

ULTRASONICA ARTÍCULOS 1997 MIDNIGHT OIL

Ultrasonica e-zine :: Xavier Valiño

ARTÍCULOS 1997


 Midnight Oil, el compromiso

 

 

Desde los primeros acordes de "Underwater" ya sabes lo que va a suceder. Con su poderosa y retumbante línea de bajo y su duro recitado a cargo de Rob Hirst está claro que estás escuchando a los Midnight Oil más básicos. La misma banda de rock política, punzante, dura, afilada, y un tanto intimidatoria, que llegó hace un tiempo de las Antípodas y cuyo sonido hace que sientas la misma energía que el grupo posee. En los surcos de Breathe, su nuevo disco, puedes ver el sudor cayendo de la cabeza de Peter Garret y las sonrisas de sus componentes mientras se miran, sintiendo un ritmo incesante y recordando que por eso aún necesitan entrar en una habitación cargada, subir el volumen y tocar. Esto es magia. Los Midnight Oil se están divirtiendo.

 

"Surf´s Up Tonight" se desenvuelve en la línea de las imágenes líricas de una húmeda noche de verano, de regreso a los días en que tocaban en los clubes nocturnos de las playas de Sidney, allá por sus comienzos. Una demostración de que son capaces de conservar el romanticismo y la ingenuidad, a pesar de todos los problemas que nos han contado en anteriores discos. Una guitarra en la línea de Hank B. Marvin pone el contrapunto a la melodía que surge de la garganta de Garret, pura cultura surf australiana. Puedes sentir la arena en tus pies.

 

 

La realidad de la vida cotidiana en los 90 no ha sido olvidada, evidentemente. La política también está presente en este disco, pero más escondida, sin la estridencia de tiempos pasados. La realidad apunta un cierto pesimismo en "Common Ground", un reconocimiento de que debemos encontrar una tierra común porque "si nos rendimos a las reglas industriales nos despertaremos entre los deshechos del mañana." El optimismo que desprenden los coros encajan perfectamente en una pieza potente, que tiene su contrapunto en "Home", una visión agridulce del desarraigo, en la que se alaban los poderes curativos del cielo abierto mientras una guitarra etérea nos transporta por ese azul diáfano.

 

La guitarra acústica de "One Too Many Times" es puro country, pero esa inocua apariencia de divertimiento esconde una punzada en la más pura tradición de Midnight Oil, al confrontar una melodía sencilla y pegadiza con la realidad: robo, abuso y avaricia. La armónica da la replica en este tema a una voz que posee el tono y la sinceridad de un John Lennon. Es en momentos como estos cuando nos encontramos con los Midnight Oil clásicos: un agitado rock a medio tiempo que contenta a un mundo cansado en el que se pueden entrever momentos de liberación, como esa "estrella de gloria, estrella de esperanza."  Incluso los instantes de esperanza no pueden esconder, como grita la garganta de Garrett sobre un creciente clímax, que "te toca pagar".                                        

 

Xavier Valiño

ULTRASONICA ARTÍCULOS 1997 MATTHEW SWEET

ULTRASONICA ARTÍCULOS 1997 MATTHEW SWEET

Ultrasonica e-zine :: Xavier Valiño

ARTÍCULOS 1997


MATTHEW SWEET: "Blue Sky On Mars"

 

 

 

No parece que este sea el momento más idóneo para el power-pop, en una época en la que destaca por encima de cualquier otra cosa cualquier producto dirigido hacia la pista de baile. Tuvo su momento en el cambio de década que dio paso a los 80 y cada cierto tiempo aparece alguien reivindicando su sonido.

 

En este caso, además, acompañado de bandas como Elastica, Sleeper o Echobelly que tomaron buena cuenta de lo que por entonces sucedía. Y, sobre todo, con el refuerzo de quien ha tomado la causa como una cuestión de amor propio, todos excelentes en su defensa: The Posies, The Lemonheads, Young Fresh Fellows, Redd Kross, Teenage Fanclub, The Model Rockets, Paul Westerberg…

 

 

Blue Sky On Mars es uno de los mejores discos de pop melódico y guitarrero de los últimos años. Para encontrar algo parecido habría que retroceder a Altered Beast, 100% Fun o Girlfriend, curiosamente todos ellos debidos a la misma pluma. Eso significa armonías vocales, estribillos celestiales, melancolía desbordada, juegos de guitarras… Por muy poco que esté de moda, Blue Sky On Mars puede sonar un día tras otro y resultar siempre contagioso. 

 

Xavier Valiño

ULTRASONICA ARTÍCULOS 1997 MANSUN

ULTRASONICA ARTÍCULOS 1997 MANSUN

Ultrasonica e-zine :: Xavier Valiño

ARTÍCULOS 1997


Mansun, la super-producción

 

 

La ciudad imaginaria que Paul Draper empezó a popularizar con sus estrafalarios personajes a través de sus primeros cuatro singles hace que cualquier cosa grabada por bandas como Space parezca una de las insustanciales películas de Mike Leigh. Se trataba de cuatro pinchazos directos en el podrido bajo-vientre de la humanidad, hurgando en sus cicatrices y echándose unas risas a cuenta de las menudencias que salen a la luz. "Take It Easy, Chicken", "Egg-Shaped Fred", "Wide Open Space" o "Stripper Vicar": viñetas de tres minutos llenas todas ellas de elementos cómicos y personajes deformes.

 

Lo que viene a ser el antecedente más apropiado para que Mansun se conviertan al esplendoroso tecnicolor en su película principal. Desde el primer golpe de cuerda en el evidente pastiche Bond del corte que la abre, "The Chad Who Loved Me", Attack Of The Grey LanternEl ataque de la linterna gris– no es más que el montaje del director -Mansun- en amplia pantalla panorámica y con unos extraterrestres explotando añadidos para la ocasión. O sea, el equivalente, en disco compacto, épico y de gran presupuesto, a la película Vidas cruzadas de Robert Altman, y que nos permite olvidar, por primera vez, que Mansun sólo son cuatro tipos de Chester para los que un mal día es algo inevitable.

 

 

Los ya familiares viejos monstruos siguen aquí, pero ahora no son más que figuras sombrías en una película mucho más grande, cubiertos por inmensas partes de orquestación expansiva y atmósferas al estilo de The Charlatans, que hacen de "Wide Open Space" tal increíble bofetada en los morros. Aquellas del calibre de "Stripper Vicar" o "Egg-Shaped Fred" son ahora rellenos pop más ligeros entre cortes como el funk marciano empapado de soul de "Mansun’s Only Love Song" o la oda metálica a lo Suede de "Taxloss". E, incluso, entre las canciones uno puede encontrar sonidos de campanas, aullidos de perros, cambios de escena, argumentos enredados…

 

Naturalmente, al igual que todos los proyectos ambiciosos y entusiastas, hay momentos de mediocridad. Sí, "You Who Do You Hate?" es un chiste simple recitado histriónicamente por Kiss. Sí, "Disgusting" es Tears For Fears, la inspiración más evidente, quieran que no. Y no, incluso al final del epílogo majestuoso de ocho minutos "Dark Mavis", seguimos sin tener la más mínima idea de lo que nos cuenta Paul Draper. Pero no importa cuando lo que tenemos es música para un guión de una película inmensa e ilusoria que raya en lo pasmoso, arrasando con todo lo que toca. Próximamente en todas las pantallas: "La linterna gris contra la Tierra". Ándense con ojo…

 

Xavier Valiño

ULTRASONICA ARTÍCULOS 1997 LOS RODRÍGUEZ

ULTRASONICA ARTÍCULOS 1997 LOS RODRÍGUEZ

Ultrasonica e-zine :: Xavier Valiño

ARTÍCULOS 1997


Los Rodríguez, la mirada del adiós

 

 

Ellos dicen que empezaron un día 28 de septiembre, en el año de gracia de 1990, aunque nosotros sabemos que tenían una historia detrás. Dijeron que sabían tocar y que antes lo habían hecho en Tequila -Ariel y Julián-, que en Argentina también eran parte de la aristocracia rockera -Andrés Calamaro- y que conservarían su pedigrí…

 

Grabaron "Buena suerte", formando frente con Antonio Flores, en lo que parecía ser una alternativa posible de rock de canciones. Cuando se explican, dicen que mostraron sus quilates en directo y que dieron luz a su Disco pirata a la espera de mejores vientos -y de una compañía que tuviera a bien recoger su testigo-.

 

Se negaron a formar parte de las olas latinas y neo-flamencas, a pesar de la evidencia: sus roces con los príncipes gitanos y unas canciones que han hecho palidecer de envidia a los más pintados. Hay quien dice que los vieron grabando con Raimundo Amador, con Robe de Extremoduro, con Fito Páez…

 

 

Y Sin documentos. Un primer álbum para Grabaciones Accidentales. Los Rodríguez, antes perdidos en el exilio vacacional, un grupo prácticamente desconocido para las multitudes, conquistan su espacio, ganándose la razón negada de su existencia y mostrando las caras en nuevas giras.

 

Dan al mundo Palabras más, palabras menos en enero del 95, un filón inagotable. Culminan su sociedad con Joaquín Sabina y le sacan lo mejor, tocando lo de siempre en gira por España. En medio de los bolos aceptan colaborar con su sello en la producción de un recopilatorio del grupo, grabando conciertos y versiones en el estudio. Joe Balney, productor e ingeniero de su último asalto, vuela a Madrid de nuevo para mezclar el material fresco y hacer una mezcla dub.

 

En Hasta luego, que así se llama su epitafio, incluyen temas favoritos de sus cuatro artefactos sonoros; dos versiones grabadas en directo en septiembre del 96 en Fuenlabrada y San Sebastián; tomas sangrantes de "Mi enfermedad", "Mucho mejor" y "Extraño" -si Julián Infante pudiera cantar no sería un simple Keith Richards-; un ataque frontal a la ranchera "En el último trago" de José Alfredo Jiménez; la recuperación de su magistral interpretación de "Copa rota"; y dos maquetas: "La mirada del adiós", encontrada entre sus primeros paseos por el estudio, y "Cuando T has ido", que no tuvo hueco en Sin documentos. No lo dicen, pero sin ellos nuestros veranos quedan huérfanos.

 

Xavier Valiño
1 1.311 1.312 1.313 1.314 1.315 1.479