ONCE WERE BROTHERS
Once Were Brothers
Daniel Roher (White Pine)
“No conozco otro grupo de músicos con una historia equivalente. Fue muy hermoso. Fue tan hermoso, que acabó volando por los aires”. Así de rotundo se muestra Robbie Robertson al hablar de The Band justo al principio de este documental, y lo hace señalando que la canción con la que se tropezó recientemente -que compuso, es lo que realmente quiere decir-, “Once Were Brothers”, fue la que le hizo revivir su pasado con The Band para esta película.
Para evitar engaños, conviene dejarlo claro: esta es la revisión de la trayectoria de The Band desde la visión y la opinión de Robertson, y si lo centramos aún más, de su relación con Levon Helm, de cómo la amistad terminó en una tormentosa relación. Sí, aparecen sus compañeros en el grupo, pero todos en entrevistas de archivo (igual que Bob Dylan o Van Morrison), así que la cinta no deja de ser un complemento de sus memorias, editadas hace tres años, con sus reflexiones en frases cortas, vehementes, contundentes y con el tono de un profesor universitario, implicando incluso a su mujer para que su versión cuente con alguien refrendándola.
Superada y asimilada esa limitación, se puede disfrutar del resto. Y el resto es un festín, de sobras conocido, pero igualmente gozoso, de una historia única y todavía emotiva, confirmado con imágenes inéditas y grabaciones que son pura ambrosía, como ese final con “The Night They Drove Old Dixie Down” que habla una vez más de por qué ellos fueron ‘La Banda’.