NOTHING COMPARES

Nothing Compares

Kathryn Ferguson

(Ard Mhacha-Field of Vision-Tara)

 

 

Lo que todo el mundo entendió en su día como el suicidio comercial de Sinead O’Connor -concretamente, despedazar una foto del Papa ante las cámaras de televisión-, la cantante irlandesa lo tomó como su liberación, el poder romper con la parte de la industria musical que no le interesaba. Al menos esa era lo que aseguraba en sus memorias Remembranzas. Escenas de una vida complicada (Libros del Kultrum, 2021).

 

En este documental de la irlandesa Kathryn Ferguson no queda tan clara esa conclusión, aunque sí se puede entrever -“Trataron de enterrarme, pero no se dieron cuenta de que era una semilla”, asegura-. Según O’Connor, se metió en una banda para gritar, en lugar de ir a terapia. Más adelante reconoce que también buscaba reconocimiento y afecto, pero no pudo con la influencia de la Iglesia en la sociedad irlandesa.

 

Centrado en sus primeros cinco años, el film recoge perfectamente la ascensión meteórica de O’Connor y cómo insufló política y controversia al acomodado mundo del pop, aunque no sea nada nuevo. Y, al no ir más allá de 1992, evita pararse en la persona que ha sido pasto de los noticieros durante tanto tiempo por sus cambios de credo, sus intentos de suicidio o sus llamadas de auxilio en público, una historia todavía por contar.