NICOLE ATKINS
Nicole Atkins, la aurora llega tan silenciosa
Podríamos decir que ha nacido una estrella sino fuera porque Nicole Atkins lleva en el mundo de la música desde 2002, en proyectos como Los Parasols, Virginia Reel o con ya cuatro álbumes a su nombre. Neptune City (2007), Mondo Amore (2011), Show Phaser (2014) y el que acaba de editar, Goodnight Rhonda Lee. Aunque su voz no ha dejado de cautivar desde su debut, parece que ahora por fin obtiene finalmente el reconocimiento que merece, tanto que pisará por primera vez España el 21 de noviembre en la sala Siroco (Madrid) y al día siguiente en Sidecar (Barcelona).
Preguntada por cuáles son sus expectativas por su debut aquí, ella confiesa que “están muy altas. Espero que asistan un millón de personas a mis conciertos y poder comprarme un castillo muy pronto. ¡Estoy de broma! No puedo esperar a tocar en España. ¡Siempre ha sido uno de mis lugares favoritos del mundo! Es un honor poder ofrecer mi espectáculo ahí. También estoy deseando que lleguen esos primeros conciertos en Madrid y Barcelona en su formato más desnudo, solo yo y mi guitarrista. Será una introducción a mis canciones y a las historias que hay detrás de ellas. La próxima vez, si todo va bien, volveré con toda mi banda. ¡Díselo a tus amigos y que traigan a sus madres!”
Este es tu cuarto disco y parece ser que es el que está teniendo una mayor repercusión a todos los niveles. ¿Por qué crees que sucede ahora y no se dio antes?
– Supongo que la gente puede identificarse con las canciones. En este nuevo disco escribí de forma bastante directa y honesta sobre lo que estaba pasando en aquellos momentos y que son sentimientos que no son precisamente únicos. Mucha gente pasa por experiencias similares también y están buscando ese tipo de conexión. También me pasó a mí.
¿Fue diferente la experiencia de componer en esta ocasión? ¿Cuáles fueron las circunstancias más especiales a la hora de componer?
– Estaba pasando por un gran ataque depresivo y también estaba bloqueada a la hora de componer, así que decidí dejar la bebida. Eso limpió buena parte de mi cerebro para dedicarme a la música y a explorar.
¿Cuánto tuvo que ver en ello establecerse en una ciudad distinta (Nashville) a aquella en la que vivías hasta ahora y cómo afectó eso a las canciones?
– Creo que buscar un hogar siempre ha sido un hilo continuo en lo que escribo. Los lazos que tienes con el lugar son el que has crecido son castillos en el aire muy seductores. Todavía puedes sentir amor por la gente, los lugares y las cosas incluso aunque ya no las quieras en tu vida ya. Eso es algo de lo que nunca me había dado cuenta hasta ahora.
¿Te llevó en esta ocasión más tiempo escribir las canciones que en tus discos anteriores y te enfrentaste a ello con un enfoque distinto?
– Esta es la vez que más tiempo he pasado componiendo las canciones. Quería reflejarlo correctamente. También estaba pasando por tantos cambios a la vez (un matrimonio, la mudanza, estar sobria, enfermedades en mi familia, etc.) que no paraba de escribir. Componer fue mi forma de tratar con todos esos cambios.
¿Estás en este disco diciendo adiós a una parte ya vieja de ti en tus letras? ¿Tenía que suceder justo ahora?
– No era exactamente que le estuviera diciendo adiós, sino más bien ‘Buenas noches’, mostrando alguna empatía por una parte de mí que ya no me servía adecuadamente mucho más tiempo. Tenía que hacerlo porque si hubiese seguido viviendo así, habría acabado muerta en algún momento.
¿Te resulta difícil a veces desnudar tu alma? Tus canciones parecen decir mucho de tu propia vida, de tus propias experiencias.
– Mis canciones siempre han sido muy personales. Me resulta difícil escribir sobre cosas que no he experimentado. Incluso las canciones más alucinadas siempre han sido sobre sueños que he tenido. Lo que sí es más fácil ahora es ser más directa y clara en mis textos.
¿Y en algún momento has sentido que esa forma de escribir tan honesta puede resultar demasiado personal en ocasiones?
– No lo creo. Quiero decir que es todo personal y puede que sea un poco difícil cantar una canción como “Colors”, porque me lleva al lugar y al momento exacto en que lo sentí, y ese fue un día muy difícil. Pero si eso puede ayudar a otra persona, entonces tengo que cantarla.
Chris Isaak te ayudó en este proceso, ¿no?
– Chris me dio tal confianza en mi voz y en mi forma de componer que no solo necesitaba escucharlo, sino también creerlo. Llegué a cantar notas que nunca creí que fuese a intentar antes de que él se sentase conmigo y me diese una charla. Chris me ayudó a construir una autoestima de la que carecí durante mucho tiempo y me devolvió el goce en el proceso de componer, algo por lo que le estaré eternamente agradecido.
Grabaste en los estudios Niles City Sound de Fort Worth, los mismos en los que Leon Bridges registró su debut, así que supongo que eso tuvo también su importancia.
– Los dueños de los estudios (Austin Jenkins, Chris Vivion y Josh Block) creyeron en mí sin siquiera conocerme. Solo sabían de mis trabajos anteriores y de estas canciones. Se atrevieron conmigo y con este disco, y la energía, confianza y creatividad que tuvo lugar en esa habitación fue una de las mejores experiencias de toda mi vida.
Igual que la música de Leon Bridges, la tuya parece atemporal. ¿Has tenido reacciones de gente de diferentes edades?
– Sí. ¡Es maravilloso ver a gente de distintas edades estableciendo una conexión con las canciones y el sonido, y viendo a nuestros conciertos!
Has grabado el disco con Robert Ellis y sus músicos. No sé si tuviste que ensayar mucho con ellos antes de entrar en el estudio. Por el resultado parece como que fue en directo y que realmente lo disfrutasteis.
– ¡Nos conocimos la misma mañana en que empezamos a grabar y acabamos cinco días después! Nuestra conexión fue instantánea. Robert y su banda son parte de la gente más inventiva y de los músicos más divertidos con los que he tenido la ocasión de tocar.
Parece que intentaste grabar con Jim Sclavunos pero no pudo ser.
– ¡Eso no es cierto! Jim y yo hemos sido socios componiendo durante bastante tiempo. Empezamos a grabar un disco juntos del trabajo que habíamos hecho previamente en 2015, pero no pudimos terminarlo por nuestros compromisos previos. ¡Esperamos acabarlo a principios de 2018! No puedo esperar a comprobar cómo resulta. Componer con Jim es algo muy natural para mí. Confío en él infinitamente.
No sé si hay algún tipo de música que hayas estado escuchando últimamente que haya tenido mayor influencia en Goodnight Rhonda Lee. Parece que el soul, el country y los crooners todavía están ahí.
– Esos tres sonidos fueron la principal inspiración. Hay también rastros del glam y del Broadway de los años 60 que salieron a relucir mientras estábamos grabando.
¿Hubo en este disco la intención de reforzar la voz y darle mayor relevancia?
– Mi intención fue hacer el sonido de este álbum tan natural y parecido al directo como fuese posible. Quería que el oyente sintiese como si estuviera en la habitación conmigo.
¿Eres consciente del efecto que tu voz puede tener en el público?
– No estoy completamente segura de lo que quieres decir, pero sí he visto a mucha gente llorar en mis conciertos.
¿Qué cantantes, que voces son tus favoritas? ¿Tienen que destacar?
– Me gustan los cantantes con voces únicas, voces que solo pueden sonar como ellos mismos: Judy Henske, Roy Orbison, Cass Elliot, JD McPherson, Josh Homme, Chris Isaak, Raul Malo, Janis Joplin, Terry Reid, Mark Lanegan… Podría seguir eternamente. Creo que es una pena que en la música pop moderna a los artistas se les empuje a cantar en un ‘estilo’, como, por ejemplo, poniendo voz de llanto o esa mierda nasal pasada por el auto-tune.
¿Sigues a artistas de hoy en día? En ese caso, ¿cuáles?
– Actualmente estoy escuchando a gente como King Gizzard and the Lizard Wizard, Thee Oh Sees, Ron Gallo, Valerie June, Harry Styles, Michael Kiwanuka, Mac Demarco, Kamasi Washington… Los tengo por todos lados. ¡Hay tanta música buena sucediendo ahora mismo!
¿Crees que las experiencias que has tenido desde que empezaste te ayudaron en esta ocasión o tuviste que desaprenderlo y empezar de cero? No sé si la experiencia puede ser en ocasiones un obstáculo.
– Todas las experiencias me han llevado a donde estoy ahora, las buenas y las malas, incluso cuando te vuelves muy terca y no escuchas consejos ni pides ayuda. Estuve en esa situación durante mucho tiempo y, cuando por fin me di cuenta de que tenía que aprender de otros y de que debería ser más abierta, las cosas se simplificaron mucho en mi vida.
¿Cómo consigues mantener la frescura en el estudio?
– En la actualidad lo que gusta es grabar en directo, interpretar las canciones, crear en el momento y dejar que eso me rasguñe.
¿Ha cambiado tu impulso creativo al tocar con otros músicos y en otros proyectos?
– Sí, y todavía se está expandiendo. Me gusta trabajar en varios proyectos al mismo tiempo. Es bueno para mi trastorno por déficit de atención con hiperactividad.
Ahora que vives en Nashville, ¿te has encontrado con Jack White o has visitado Third Man Records?
– No me he encontrado con él todavía, pero me gustaría trabajar con Jack. He comprado discos en Third Man y he visto buenos conciertos allí. Por ejemplo, Archie and the Bunkers, este gran dúo de hermanos garageros que estuvieron fantásticos, molestos e hilarantes. ¡Tienes que escucharlos! También vi a Steelism, un grupo instrumental de Nashville con pedal Steel: suenan muy cinemáticos y son una de las bandas más psicodélicas y originales de la ciudad.
¿Todavía haces cómics e ilustraciones? ¿Dónde los podemos ver?
– ¡Lo hago todo el tiempo! A veces las vendo en el puesto de merchandising después de los conciertos.
Ya hace tiempo que empezaste en esto. ¿Hay algo que te quede por conseguir?
– Espero poder grabar algún día ese disco que he escrito que tiene un montón de arreglos disparatados, exuberantes y muy melódicos. Es como mi versión de Smile de Brian Wilson. También espero poder escribir un musical de Broadway algún día.
¿De qué estás más orgullosa en tu carrera?
– Es difícil de decir, porque estoy orgullosa y agradecida por todos los momentos y el trabajo que he hecho. ¡Supongo que de lo que más orgullosa estoy es de que gente que no son mis padres de verdad quieran escuchar mis canciones!
Por último, ¿cuál ha sido la mejor anécdota que te ha sucedido en el mundo de la música?
– Tocar con Jools Holland y salir por ahí en Londres con Metallica después. Justo a continuación ir al Hotel K West y estar con Mercury Rev hasta las cinco de la mañana comiendo una langosta de dos kilos. Fue bastante rock’n’roll.