NICK CAVE

Nick Cave, disciplina y genio

         Como si de un funcionario se tratara, Nick Cave compone todos los días con un horario estricto en lo que llama su oficina. El método es lo de menos, siempre que los discos que resulten de él sean tan intensos -aunque menos eléctricos de lo que solían ser- como su reciente Nocturama.

¿Qué es lo que ha ocupado tu tiempo entre los dos últimos discos?

         – He compuesto este nuevo disco; eso es lo que he hecho, sobre todo. Sueño mucho, me voy a mi oficina temprano, me siento y escribo todo el tiempo. Tengo miedo de parar, porque sé que después me costará empezar de nuevo. Al mismo tiempo, espero que me lleguen ofertas para hacer cosas distintas. 

Dos discos en menos de tres años sugieren que en este momento hay mucha creatividad en ti. ¿Te lo parece?

         – No, nunca lo siento así. Siempre es muy difícil y nada saludable. Lo que hago es sentarme durante mucho tiempo y, dentro de una disciplina, esperar que algo llegue. Ahora estoy en una etapa de estudiar las cosas de nuevo, y así va surgiendo algo, pero siempre es difícil. 

Parece que tocas más el piano en los últimos discos. ¿Es una influencia de alguien en concreto o es algo totalmente natural?

         – Simplemente toco lo mejor que puedo. Si lo hiciera mejor, seguramente tocaría de una manera diferente, pero trato de hacerlo de la forma más económica, más simple. Puede que haya muchas influencias, pero escribo casi todo al piano, así que todo surge de ahí, aunque otras veces pruebo otras posibilidades. 

¿Hay algunos descubrimientos musicales o obsesiones que hayan salido a relucir en este disco?

         – No. Creo que la gente que he estado escuchando más en los últimos tiempos son Bob Marley y Neil Young, aunque no creo que se note nada. Lo que me impresiona y he redescubierto en ellos es la sencillez y la aparente ligereza de los primeros Wailers y la etapa de mediados de la carrera de Neil Young, en la que tenía una libertad total con el sonido y una fiereza desbordada, y todo se grababa rápidamente. 

El título Nocturama no viene de ninguna de las canciones. ¿De dónde sale?

         – Viene de una canción que tenía ese título y que no apareció al final en el disco. Fue una canción fallida, pero era un buen título. La canción estaba bien, pero al final no funcionó. 

Cuando estabas componiendo el disco, ¿había alguna intención de conectar las canciones entre sí?

         – No había un intento deliberado de conectarlas, pero, al final, como siempre, unas se impregnan de las otras de alguna manera. Para mí, más que algo en los textos, había algo en la fuerza del sonido, incluso en las canciones más lentas. También había más libertad a la hora de hacer la música. Nunca sabíamos cuánto duraría cada tema, ni cuántas estrofas tendría, pero la sensación es que había algo que las unía. 

“Rock Of Gibraltar” -“La roca de Gibraltar”- juega con una metáfora con la que pareces pasártelo bien. ¿Es tu forma de responder a quienes te acusan de ser demasiado serio?

         – Creo que es una letra seria. Quedé muy contento con ella. ¿Por qué iba a querer responder a eso de que soy un letrista serio? Pongo mucho esfuerzo y energía en esos textos. En ese caso concreto, la hice bastante rápido. No me gusta hablar de las canciones en estos términos, parece que estemos cotilleando. Estoy muy orgulloso de este disco. Lo que hago cuando compongo es tratar de decidir cuánta información quiero dar, para mantener algo de misterio y ser deliberadamente ambiguo. 

Johnny Cash ha grabado hace poco una versión de “The Mercy Seat”. ¿Qué te pareció?

         – Me encanto. De hecho canto con él en su último disco una canción de Hank Williams, “I Feel So Lonesome I Could Cry”; ha sido una experiencia única. 

Una vez dijiste, hablando de The Bad Seeds, que vuestra música es la de una búsqueda de algún tipo. Si es así, ¿adónde crees que habéis llegado?

         – Se trata de juntarse en el estudio e intentar hacer música que nos excite a todos, y parece que somos capaces de hacerlo. No sé si se trata tanto de una búsqueda, porque no sabría decir lo que estamos buscando. En tal caso, hacia lo que nos hemos ido moviendo es hacia convertirnos en un medio para expresar esa música, con total libertad. Grabar un disco es algo grande, y ser capaces de entrar en un estudio sin prepararnos antes y con la fe de que todo va a ir bien es algo complicado y hacia lo que caminamos desde hace tiempo. 

Algo que ha estado muy presente en el último año es el conflicto global en todo el mundo. ¿Ha afectado tu visión de la música o lo que haces en el mundo de la música?

         – Sólo en el sentido de que cuanto más intenso es, más intento mantenerme al margen, aunque es algo muy difícil que no me afecte y contamine creativamente. Evidentemente, afecta a mi vida, y no me gusta nada el mundo que veo, tanto política como socialmente. Ha sido muy importante alejarme de ello y mantener un mundo alternativo. Supongo que lo que sucede llega a lo que escribo, pero no tengo ningún interés en dar testimonio de lo que ocurre en el mundo. 

Por último, ¿cuáles son los objetivos para Nick Cave And The Bad Seeds en los próximos años?

         – Creo que estamos en una posición de decidir lo que queremos hacer dentro de la industria. Yo acabo de escribir un guión y he compuesto bastante música para películas. En cuanto a The Bad Seeds, lo que más nos gusta es grabar, aunque ello implica la promoción, que es realmente tediosa. Se puede decir que sólo queremos hacer mucha música.

Xavier Valiño

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