MUSE
Muse, sinfonías progresivas en tres partes
El sexto álbum de Muse se llama The Resistance (La resistencia), muy apropiado por cuanto es inútil resistirse cuando se trata de Muse. En la última década, el trío británico viene tranquilamente construyendo (bueno, no tan tranquilamente, ya que todo lo que ellos tocan sobrepasa las barreras de la excentricidad, pero sí lentamente) una base de seguidores devotos mediante giras interminables, como la que ahora los trae hasta el Monte do Gozo el próximo día 28, continuando en la línea que llevan de convertirse en la mayor banda del mundo. Al habla con Matt Bellamy, su líder.
He visto el dibujo que hicieron de ti para el juego Guitar Hero, y está muy conseguido. ¿Cómo te sientes al verte en forma de muñeco?
– Es extraño, la verdad. Pienso que me han hecho un poco más musculoso de lo que realmente soy. Pero seguro que forma parte del marketing, o algo así. Fue divertido hacerlo, realmente. Tuve que vestir un tipo de ropa boba de elástico con pelotitas raras de ping-pong agarradas por mi cuerpo, y, básicamente, hacer el tonto en una sala repleta de personas. Pero fue todo bien, muy bien.
Supongo que es una de las pruebas de que Muse lo ha ‘conseguido, cuando estáis en cosas así.
– [Risas] ¡Sí, probablemente! Es todo un elogio, sí. Y también me dio por pensar que podríamos hacer el juego con toda la banda. Algunos grupos lo hicieron, con juegos medio basados en toda su discografía. Aunque supongo que sería muy complicado intentar tocar, por ejemplo, “Knights of Cydonia”. ¡Quedarían exhaustos!
Cierto. Y eso enlaza muy bien con vuestro nuevo disco, con canciones más avanzada, como “Exogenesis”, con tres partes.
– Esa canción fue consecuencia de nuestro interés, o mejor dicho, mi interés por las orquestas. Es algo que siempre me interesó. Siempre me gustó mucho la música clásica y cinematográfica y ese tipo de cosas, y estoy siempre buscando formas de incorporar eso en una banda de rock y en lo que nosotros hacemos como un trío. En los álbumes anteriores, experimentamos con ello, pero, en este álbum grabamos tres o cuatro canciones que serían la base para el álbum; y, después, imaginamos que podríamos ser un poco más experimentales y hacer cosas un poco más osadas. ¡Y una de ellas fue a hacer una sinfonía progresiva de tres partes! [risas] ¡No sé cómo llamarla! Pero me gusta pensar que no fuimos exageradamente extravagantes con los instrumentos, con cómo fue orquestada. Creo se puede oír la influencia de las bandas sonoras del siglo XX y de la canción clásica y romántica del siglo XIX. Para mí, fue un reto aprender a orquestar por primera vez, hacer yo mismo los arreglos para una orquesta pequeña, trabajando en los violines, violas, violoncelos, contrabajos, trombones, varias cornetas… Aprendiendo sobre los timbres de los instrumentos y lo que ellos pueden y no pueden hacer. Es un reto interesante traducir tus canciones para otros músicos, ¿sabes?
Creo que es ventajoso que el rumbo de carrera del grupo parece ser el opuesto de la mayoría de las bandas, ya que habéis tenido la oportunidad y la voluntad de, con los años, crecer con cada álbum. Generalmente, acontece lo opuesto, y la mayoría de las bandas no tienen el lujo de tener tiempo para evolucionar.
– Está, en cierta forma, más en sintonía con como era para las bandas en los años 70 y 80, donde se adquiría una base de fans y las personas iban conociendo a los grupos sencillamente de tanto hacer giras. Nosotros hicimos giras hasta en sitios donde no lanzamos álbumes, como en América del Sur, en Asia Oriental… Y, realmente, nosotros obtuvimos una base sólida de fans más por hacer giras que cualquier otra cosa. Y también usando Internet. Creo que Internet es otra cosa que nos ayudó bastante, todavía más con esta nueva etapa. Siempre estuvimos bastante fuera del contexto de marketing en que las discográficas intentan colocar a las bandas. Creo que, a veces, eso puede perjudicar al artista. A veces, es mejor permitir que evolucionen sin mucha presión, en especial en los primeros años. Algunas bandas necesitan aguantar tanta presión desde el principio, que, algunas veces, eso puede sacarlas del camino o desorientarlas completamente de lo que deberían estar haciendo, que es hacer buneas canciones y ser un buen artista en el escenario.