MILOW
Milow, satélites de marzo
Los cantautores son normalmente auténticos músicos callejeros, eternos surfistas o fascinantes solitarios. Milow, sin embargo, es otro tipo de cantautor. Es un todo-terreno, que combina la su integridad artística con el éxito. Y el éxito con la búsqueda de una total independencia.
Milow nació en los 80, creció musicalmente en los años 90 con Radiohead y Nirvana y encontró muy pronto sus propios fundamentos. Todo comienza con cuatro paredes y seis cuerdas, con el hecho de que admira al joven Bruce Springsteen y al eternamente joven Neil Young, porque su guitarra acústica es su mejor amiga y por creer que la música es su futuro.
Milow es fundamentalmente un cantautor de la vieja escuela. Escribe canciones pop que llaman la atención por sus imágenes fuertes y su sensibilidad poética. También le encanta apartarse de los caminos tradicionales para experimentar de vez en cuando. El mismo se encarga de sus negocios: Milow es su propio manager y su productor.
“Hay una regla de oro en la industria de la música: antes de lanzarte al mundo, tienes que hacer tus deberes”. De ahí que eso es lo que haya buscado para su debut artístico. En 2004 fue finalista en el concurso de rock más importante de la patria de Jacques Brel y dEUS, y su canción más fuerte se convierte también en su primer éxito. Los que saben lo que quieren salen al escenario siendo jóvenes y muestran ya todas sus cartas desde el primer momento. Él mismo nos presenta las canciones de su disco homónimo del 2009.
Ayo Technology: Una emisora de radio belga me pidió en enero de 2008 que hiciese una nueva versión de la canción “Ayo Technology” de 50 Cent. En una hora hice un arreglo para guitarra acústica y la grabé para la radio. La película de la grabación se colgó en YouTube. Al día siguiente toqué la canción como propina en un concierto. El público flipó como en un partido de fútbol; las reacciones fueron muy parecidas en Holanda. La película en YouTube fue un éxito. En abril de 2008 grabé la canción para una recopilación y la versión quedó algo más ligera: se le añadieron el ritmo y un dobro que no parecía lo más adecuado. Se publicó en otoño de 2008 y en Bélgica me dieron el premio a la Mejor Canción del Año en los Premios de la Industria de 2008.
You Don’t Know: Es la canción más antigua. Trata de la juventud y de un futuro que está todavía totalmente abierto. Es la narración de un viaje a través de una larga noche tenebrosa en la que te encuentras con personas desconocidas. Y a otro nivel, narra el distanciamiento de las personas que te son cercanas. Tenía veinte años cuando escribí la primera versión. Se llamaba “Satellites In March” y me inspiré en “Mr. Jones” de los Counting Crows. La canción suena fácil, pero realmente es difícil de grabar. Finalmente, el productor Jo Francken logró darle la forma adecuada en 2006. Por este tema recibí en Bélgica el premio a la Mejor Canción del Año en los Premios de la Industria de 2007.
One Of It: La canción la compuse en 2002 un día en el que perdí mi vuelo a Roma, donde pretendía visitar a unos amigos americanos. Estaba de muy mal humor, pero quería hacer algo productivo. A pesar del aire melancólico, me parece uno de mis temas más alegres y más positivos.
Out Of My Hands: En marzo de 2007 recibí un mail de una chica. Me preguntaba si podía darle una sorpresa a su amiga que estaba en el hospital con un cáncer. “You Don’t Know” estaba subiendo como la espuma en Bélgica en aquellos momentos y yo viajaba muchísimo. Tardé diez días en responderle. Le dije que me parecía una buena idea y que me pasaría al día siguiente. Un día más tarde recibí un correo de contestación. La chica se había muerto hacía un día; todo había ido muy deprisa. Me sentí tremendamente culpable por no haber cambiado mis planes. El tema habla de llegar demasiado tarde y, en general, de la despedida.
Canada: Mi primera canción ‘divertida’ o, cuando menos, despreocupada. Es una historia inventada sobre un músico que compone y graba en su habitación y que quiere conquistar el mundo. Por eso la música suena un poco a ‘más grande que la vida’. Y como ya hay muchas canciones sobre los Estados Unidos, pensé que estaría bien escribir algo sobre los vecinos del Norte. La ingenuidad (la persona cree que Neil Young sigue viviendo en Canadá) es intencionada. Al final resulta que es el sueño diurno de alguien que trabaja en una oficina de 9 de la mañana a 5 de la tarde. Pero lo que importa es que el sueño sigue vivo: “Tal vez el año que viene”.
The Ride: Una auténtica canción de carretera que ha estado a punto de quedarse fuera del álbum. Ha hecho falta un tiempo para acostumbrarse a los arreglos.
Stephanie: Se basa en una historia auténtica ocurrida en Amberes, en Bélgica. Stefanie De Mulder (18) fue asesinada en 2004 con un bate de baseball por su madrastra y su hermanastro, En su agonía todavía fue capaz de mandarle un SMS a su padre. Lo he vivido muy de cerca, porque mi hermanastra era buena amiga de Stefanie. La noche en la que la asesinaron habían estado juntas en una barbacoa. Hay un gran contraste entre la melodía sin ritmo y el sórdido informe de lo que ocurrió esa noche. La canción es una oda a Stefanie y a la vida.
Coming Of Age: Es la continuación o la respuesta a “Born In The 80’s”; ambas canciones forman una unidad. Es una canción que habla de hacerse mayor y de que los sueños al final tienen que ceder a los compromisos. La mayoría de edad, cumplir años, el hacerte mayor se refleja no tanto en la gente que vas conociendo sino la gente a la que pierdes por el camino.
The Priest: Es un poema en la tradición narrativa de “A Hard Rain’s Gonna Fall” de Dylan o “Nebraska” de Springsteen. Habla de un hombre anciano que al final de su vida analiza las decisiones que ha tomado. Habla de sentimientos y de la difícil relación con su imagen de Dios, pero también de padres e hijos. Probablemente sea mi favorita de este álbum.
House By The Creek: Una canción con carácter de película: casi se puede sentir como la cámara se desliza de una persona a otra. Habla de un niño de once años que está observando a su familia excéntrica (en parte ficción, en parte basado en mi propia y numerosa familia) en una casa, en la que su ausencia lo domina todo. Los personajes son americanos, pero están bien arraigados en los Países Bajos, que no es casualidad que sea mi patria.
Dreamers And Renegades: Esta canción muestra un lado más duro de mí y está bajo la influencia de los innumerables conciertos que siguieron al éxito de “You Don’t Know” en Bélgica. La inspiración viene de Bruce Springsteen & the E Street Band, aunque en mi opinión también tiene mucho de Elvis Costello y también un poco de Roy Orbison. En una visita a los Estados Unidos he podido probar “Dreamers And Renegades” en unos cuantos bares.
Herald Of Free Enterprise: Una historia verdadera sobre un accidente de barco ocurrido en 1987 ante la costa belga. Aunque yo sólo tenía cinco años, las imágenes de televisión se han quedado grabadas en mi retina. Mi intención era contar una historia de mi propio entorno y vida. Está escrita desde la perspectiva del Herald Of Free Enterprise. Me centro en los límites entre hombre y tecnología. Lo trágico fue que el barco no tenía ninguna avería, sino que todo fue un error humano. Nunca he cantado en un tono tan bajo. En lo musical apunta a Leonard Cohen, con el que he crecido.
Darkness Ahead And Behind: Una observación melancólica en forma de canción-río, que a pesar de todo procura resultar esperanzadora. Se grabó en vivo en un día. Nina Babet, Tom Vanstiphout y yo sin auriculares, cada uno ante un micrófono, cerramos los ojos y a cantar. Lo grabamos en una cinta analógica para mantener el ambiente de años 70 en esta canción acústica.
Launching Ships: Una pequeña canción pensada como tema final del disco. Habla de crecer, tropezar y levantarse y también del carpe diem.
Born In The Eighties: Una canción esencial de Milow. La grabación es del verano de 2005, cuando tenía 23 de años. Me ha definido como artista y con ella he conseguido a mi público. Me parecía que se escribían pocas canciones sobre la generación de los 80 y 90. Creo que era significativo nuestro impulso de tenerlo todo bajo control, algo que desde luego es imposible. El texto es muy ambicioso. Eligiendo los detalles, intento llegar a todos. “Born In The Eighties” es el epílogo perfecto para un álbum en el que todas las personas (yo y muchos otros más) se encuentran en diferentes fases del proceso que nos convierte en adultos: “Stephanie” (18), Peter Vanderhoelt (68) en “The Priest”, Louie (11) en “House By The Creek”, la admiradora enferma de muerte (21) en “Out Of My Hands”, Milow (5) en “Herald Of Free Enterprise”, “You” (25) en “Launching Ships”, Milow (20) en “You Don’t Know”…