MERCROMINA

Mercromina, sobre una nube

 

 

Tras la disolución de Surfin’ Bichos, una parte de sus componentes siguió ensayando sin muchos visos de continuar en la ‘boca del lobo’, pero finalmente cayeron en la tentación y continuaron. Al mismo tiempo que Chucho presentan su debut, 78, ellos tienen ya segundo disco, Hulahop.

 

Lo primero que sorprende de Hulahop es la producción de Fino Oyonarte. ¿Qué impresión tenéis vosotros del resultado del trabajo?

– Para producir este disco nos interesó, desde el primero momento, que lo hiciera alguien ajeno al grupo, para que diera una visión diferente, algo que consideramos difícil pues ya desde la maqueta previa las canciones tienen una concepción cerrada y completa, incluyendo arreglos, textos, texturas, etc. Así que nos planteamos diferentes nombres de productores, tanto nacionales como de fuera. Finalmente, Fino Oyonarte fue el elegido, por ser el más cercano, puesto que con él existía una amistad previa. En cuanto al resultado final, nos gusta bastante: se metió dentro del disco y en muchos momentos nos sorprendió a nosotros mismos descubriendo elementos que estaban ahí pero que no veíamos.

 

¿Teníais presente el trabajo de Fino en el primer disco de Los Planetas a la hora de contactar con él?

– Conocíamos sus producciones anteriores, pero no nos influyó al tomar la decisión. De hecho, lo conocemos desde antes de que las hiciera. Nuestra idea no ha sido aprovechar el tirón de Fino como productor. Ha sido cuestión de amistad, de trabajar con alguien con quien te llevas bien. Aunque, claro, sus discos nos gustan.

 

Nunca habíais compuesto una canción tan directa, alegre y sencilla como «Hulahop». ¿Es la respuesta a otros pasajes más intensos, una necesidad?

– En Acrobacia y en Líquidos ya se respira cierto ambiente optimista, aunque no lo vemos como una necesidad, si no más bien como un momento diferente, que creo que es lo que resume a cada una de las canciones.

 

Nunca habíais compuesto una canción tan bonita, en sentido literal, como «En un mundo tan pequeño». ¿Os interesan las bandas de Donostia como Historias de Kirlian, Le Mans, La Buena Vida, El Joven Bryan Superstar o Daily Planet?

– En el fondo, aunque podemos parecer un grupo algo complejo, también nos gusta la sencillez, una visión más minimalista del pop. Sin embargo «Ciencia Ficción» por ejemplo, puede tener una sencillez y un esqueleto mucho mas rudimentario y austero que cualesquier canción naif

 

La voz susurrante de Joaquín es el elemento que hace que vuestras canciones tengan un sello inconfundible, reconocible desde el primer momento. ¿Qué grupos os interesan que utilizan un registro parecido?

– El hecho de incluir esa voz susurrante no es intencional. Lo que nosotros queremos es tratar la voz como un instrumento más. No tengo una voz particularmente buena, no tiene muchos registros, pero condiciona totalmente la música que hacemos. En cuanto a los grupos, ninguno y muchos al mismo tiempo, porque la mayoría de los intérpretes que nos interesan no son músicos, sino cantantes como Leonard Cohen o Nick Cave.

 

El otro elemento clave es el clímax de todas las canciones, ese cambio de ritmo al principio o al final, los contrastes, los cambios de texturas. ¿Es absolutamente necesario para lograr la intensidad que queréis?

– El cambio de clímax, el supuesto cambio, es algo que sirve a quien lo oye para identificarnos como un grupo no sé si decir extraño o distinto. Eso será bueno para unos y otros lo verán como algo negativo. Para nosotros lo importante es la emoción, la búsqueda, el momento, por lo que creo que la línea recta es el único camino que Mercromina no encuentra a la hora de componer.

 

El amigo de las tormentas, el último disco de Surfin’ Bichos, tardó más de un año en editarse. ¿Era la ruptura inevitable o se vio acelerada por esto?

– Realmente, fue un cúmulo de cosas, no sólo la tardanza en sacar el disco. Fue el cansancio de todos, esa especie de agotamiento del grupo en su última etapa.  Pero yo la recuerdo en forma positiva, como la etapa en que surgieron dos grupos nuevos, así que no fue especialmente traumática.

 

Curioso que después de desaparecida la banda haya un renacido interés por vosotros ¿Qué os parece la edición de El infierno B. Rarezas?

– Fernando nos comentó la idea y nos pareció genial e interesante que la gente pueda rescatar esas canciones perdidas en el limbo. Algunas de esas canciones formaron parte de una maqueta doble que grabamos para Hermanos carnales, otras son versiones de nuestras propias canciones, hay otras que sólo aparecen en maquetas previas a los discos. Cualquiera de ellas merecía haber estado en los discos para los que nacieron.

 

La aparición de dos grupos tras la disolución no ha significado una ruptura total. Incluso vuestros EPs del año pasado tienen más de una cosa en común. ¿Sentís que son mundos paralelos, que ellos son vuestros auténticos hermanos carnales?

– En cierto modo, porque venimos del mismo tronco y ambos grupos parten de los mismos inicios. Hay algo de herencia, pero ya a estas alturas cada uno tiene su personalidad más que contrastada. Son mundos convergentes, paralelos o que se distancian, según las ocasiones. Pueden encontrarse referencias o verse diferentes.

 

Al surgir Mercromina sólo pasan cinco meses desde vuestra primera maqueta hasta Acrobacia. ¿Cuándo aparece el interés de Subterfuge?

– Enseguida, en cuanto aparece la primera maqueta. Estuvimos un tiempo tocando y preparando canciones, pero sin visión de hacer un disco ni nada por el estilo. Luego, sin embargo, nos apeteció de nuevo meternos en la boca del lobo. Mandamos la maqueta a dos compañías, Subterfuge y Radiation. Sólo una de ellas contestó, así que no tuvimos opción a equivocarnos.

 

¿Se ha planteado en algún momento la posibilidad de un contrato a dos bandas con respaldo de otra compañía, como es el caso de Australian Blonde, Penelope Trip, El Niño Gusano, Chucho…?

– No, no hay nada por ahora.

 

¿Quién es María Ángeles Martínez y cómo surge esta colaboración?

– «En un mundo tan pequeño» surgió con la idea de compartir la melodía con otra voz. Escuchamos la de María Ángeles y nos pareció ideal para la canción. Ella es cantante de un coro de música clásica y profesora de primaria. La idea de que colaborara en uno de los temas surgió al mismo tiempo que se componía la canción.

 

Vosotros, que habéis pasado por varios sellos, ¿no os parece que la industria es ahora más conservadora que hace unos años?

– Sí, quizás hubo un tiempo en que todo el mundo grababa discos y no había excesiva calidad, ahora hay un poco mas de selección, pero no se si será bueno o malo. Aunque esto tal vez tenga que ver con la falta de atención de los medios, especialmente televisión y la mayoría de las emisoras.

 

De todas formas, hay un número creciente de francotiradores que se atreven con pequeños sellos independientes. ¿Se podría decir que hay un mayor interés pero por un círculo más reducido de gente?

– En un pequeño sello discográfico independiente vender 5.000 copias es todo un éxito. O sea, que te puedes imaginar cómo está el patio.

 

En vuestro repertorio está la versión «Ceremonia» en el disco Warsaw que el Colectivo Karma preparó en homenaje a Joy Division. ¿Tenéis alguna otra?

– No, no tenemos mas versiones. En el ensayo a veces atacamos algunas para entretenernos, como pueden ser The Jesus and Mary Chain, Pink Floyd, Boney M…

 

Por último, ¿no os parece que hay canciones vuestras que han quedado un poco olvidadas como «Pájaros», «Ángel», «Sobre una estrella», «¿Qué?», «Alicia»…, y que merecerían más atención?

– «Pájaros» siempre está en nuestro repertorio y a la gente le gusta mucho. «Ángel» la hemos olvidado hasta nosotros y en cuanto a «Sobre una estrella», «¿Qué?» o «Alicia» son vehículos intimistas que pueden llegar a cualquiera que se lo proponga».

Xavier Valiño

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