MARIZA

Mariza, reinventando a sus mayores

 

 

Tras veinte años de carrera, la artista portuguesa Mariza acaba de publicar su nuevo álbum, Mariza canta Amália, disco de homenaje a Amália Rodrigues, icono del fado, probablemente el disco que todos los que la escucharon cantar desde un principio pensaban que tenía que llegar algún día.

 

Marisa dos Reis Nunes es una de las cantantes más populares de Portugal y con mayor proyección internacional, devota del fado. Desde su debut con Fado em Mim (2001), un trabajo que ya llevaba el fado en su título, ha publicado siete discos de estudio y tres en directo, labrándose una carrera que le ha valido numerosos premios y el reconocimiento popular.

 

Mariza canta Amália es un proyecto discográfico homenaje a la leyenda del fado, Amália Rodrigues, con el que Mariza celebra sus veinte años de carrera, justo en el año en que Amália cumpliría 100. El disco fue grabado entre Lisboa y Río de Janeiro, con la producción de Jaques Morelenbaum (habitual de Caetano Veloso y Ryuichi Sakamoto) con guitarra y viola, señas del fado, pero también con orquesta.

 

La lusa Mariza se ha convertido en embajadora de la música portuguesa en este siglo XXI, asumiendo el legado que antes Amália había logrado llevar en el siglo XX y que ahora consigue llevarlo al suyo, sin quitarle el alma ni la identidad. Anteriormente había cantado sobre ella en temas reinterpretados como como “Barco negro” o “Oiça lá ó senhor vinho”, pero en esta ocasión es la primera vez que Mariza dedica un disco completo a su repertorio.

 

 

Mariza lo presenta así: “Este es un álbum que tenía ideado desde hace tiempo. Amalia está presente en nuestras vidas. Es una gran inspiración, no solo para mí, sino para tantos artistas portugueses y para muchos otros artistas internacionales, así como para todo el público portugués. Como diría el genial Antonio Variaçoes: ‘Todos tenemos a Amalia en nuestra voz’. Recientemente llegué ya a las dos décadas de mi carrera, y esta es la mejor forma de honrar y agradecer a todos el legado y la inspiración que nos dejó.

 

Cuando Mariza comenzó a explorar otros caminos contiguos al fado, lo hizo como antes solo lo había logrado Amália. Al convertirse ella en la embajadora de la música portuguesa del siglo XXI, asumió el manto que, antes, solo Amália había logrado llevar en el siglo XX. Por tanto, no es de extrañar que Mariza finalmente rinda homenaje a Amália como solo ella puede hacerlo: habitando el repertorio de la más legendaria de todas las fadistas a su manera, y llevándolo al siglo XXI sin quitarle el alma ni la identidad.

El disco se ha registrado con guitarra y viola, como es la seña del fado, pero también con orquesta, como demostró Amália que se podía hacer en su día. Y lo ha hecho con arreglos y dirección de orquesta de Jaques Morelenbaum, eterno cómplice de Caetano Veloso y Ryuichi Sakamoto, que conoce a Mariza desde hace 15 cuando le produjo su álbum Transparente (2005).

 

Esta es la primera vez que Mariza le dedica un disco completo a su repertorio. Y, de los diez temas elegidos para Mariza Canta Amália, antes solo había interpretado uno de ellos: «Barco negro». Con los arreglos extraordinariamente líricos de Jaques Morelenbaum, que le permiten encontrar nuevos matices, Mariza la convierte en uno de los grandes ex-libris de Amália

 

Este es el feliz encuentro entre un repertorio inagotable, una voz inmortal y un productor excepcional. Un encuentro por el que se pasean las siguientes canciones inmortales:

 

1.Com que voz

2.Barco negro

3.Lágrima

4.Formiga bossa nova

5.Estranha forma de vida

6.Cravos de papel

7.Povo que lavas no rio

8.Foi deus

9.Gaivota

10.Fado português

 

 

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