LUCINDA WILLIAMS: Good Souls Better Angels
LUCINDA WILLIAMS: Good Souls Better Angels (Thirty Tigers-Popstock!)
Nos habíamos acostumbrado, quizás demasiado, a la languidez de los discos de Lucinda Williams, a escucharlos sabiendo que eran dignos de su autora, pero sin que dejasen huella.
Desde el recordado Car Wheels on a Gravel Road (1998), cuesta destacar alguno por encima de los otros en ese estado de conformismo al que ella y sus oyentes nos habíamos acostumbrado (¿tal vez Essence, 2001, o World without Tears, 2003?).
Cuando nadie esperaba nada ya, Williams revienta todas las previsiones con un disco que trae muchas novedades. Para empezar, sus letras, más ligadas a la actualidad que nunca, tanto que incluso parecen predecir tiempos de pandemia a pesar de haber sido escritas antes (“Malas noticias flotando en el aire / Malas noticias reposando en el suelo / Malas noticias subiendo las escaleras / Malas noticas en todo alrededor”).
Además, aquí hay un sonido sucio, de esencia blues y garaje pero adaptado a su deje country-rock, como si sus ritmos salieran de un pantanal infestado de depredadores, mientras que su voz se mueve entre el gruñido y el recitado áspero. Y, para completar los cambios que aporta Buenas almas, mejores ángeles, Lucinda coescribe con su marido y graba en directo con sus músicos. Estas canciones respiran azufre y fuego, angustia y cabreo, tristeza y preocupación. A la altura de aquel trabajo del 98, sino por encima.