LOVE OF LESBIAN
Love Of Lesbian son únicos. E irrepetibles, probablemente. Sólo Antonia Font podrían comparárseles en algunos extremos, pero los mallorquines no empezaron haciendo discos en inglés. Con Maniobras de escapismo llegó el gran cambio, el de una mayor comprensión y una mayor aceptación. Por el castellano, claro, pero tampoco importa viendo la pasta de la que está hecho el quinteto. Ahora toca reválida -y continuidad de una fórmula especial- con Cuentos chinos para niños del Japón.
¿Cómo fue la recepción a vuestro anterior disco?
– Genial. Maniobras de escapismo fue un antes y un después en nuestra trayectoria. Supongo que por ese motivo Cuentos chinos para niños del Japón salía con la desventaja de no contar con el factor sorpresa. Pero creo que el trabajo que hemos hecho ratifica que no somos florecilla de un día.
Supongo que ahora, con el tiempo, al igual que a varios grupos que cambiaron al castellano en los últimos años, todo el mundo tiene asumido el cambio de idioma, ¿no?
– Supongo que sí. Quizás algunos echarán en falta la magia del inglés… Por ejemplo, la gente de Inglaterra… Ejem. Pero, en general, hemos ganado adeptos a la causa. Si te hablara en plan departamento comercial, te diría que los números cantan, ja, ja.
También creo que el sonido de Love Of Lesbian por fin se hace reconocible desde los primeros compases. Es todo un logro.
– Supongo que eso es lo que aspira la mayoría de bandas, o a lo que deberían aspirar. Lo que pasa es que es un cúmulo de factores: un uso muy cuidado de los arreglos, mi voz rota, la ironía de las letras y una base melódica muy pop en el sentido que intentamos que las melodías sigan enganchando, independientemente de que ahora lo hagamos en castellano o no.
En nuestra anterior entrevista me dijisteis: “Hace poco leí a un chaval en su diario que decía que Maniobras de escapismo es un disco que no tiene ni pies ni cabeza, pero sus canciones, una por una, son verdaderas joyas”. ¿Sería válida la afirmación para el nuevo álbum o ya no hay esa dispersión?
– Sigue habiendo dispersión. Hay cosas, como el humor, que siguen teniendo mala fama en el mundo del arte, pero siempre se cuelan en nuestros discos. Y, en cambio, usamos otras radicalmente distintas, que son vivencias personales atroces. Realmente no puedo pensar en otra banda de la escena que combine esta dualidad.
¿Hace referencia el título a que sois un oasis en la escena pop española?
– En cierta manera, sí. Muchas veces nos hemos sentido un tanto solos, con el respeto de todos, pero difícilmente empaquetables con otras bandas. Hay momentos de debilidad, claro, pero somos como somos. No queremos caer simpáticos, ni antipáticos. Personalmente creo que el pop está perdiendo fuelle por lo aburguesado que está. Nosotros siempre hemos intentado mantener un espíritu ‘anti-algo’ en las letras (el ‘algo’ cambia cada época), pero hay tanta corrección formal…
Si os tengo que relacionar con alguien, los primeros que me vienen a la cabeza son Antonia Font. ¿Estáis de acuerdo?
– Oh, sí. Mi admiración por Antonia Font es suma. Ellos, como nosotros, son fans de crear escenarios imaginados y muy vívidos. Ah, cuando el escapismo se convierte en belleza… Ahhh.
Siempre se comenta la evolución de un grupo de un disco a otro, pero yo aquí hablaría de continuidad -bien entendida- respecto a vuestro anterior disco. ¿Qué os parece?
– Nosotros planteamos este disco como continuista de una manera premeditada, completar el puzzle. Queríamos explotar la fórmula que encontramos por casualidad en Maniobras de escapismo. Nos sentíamos obligados por nuestra clientela, también nos apetecía, y teníamos pleno derecho a hacerlo. Aunque estábamos acojonados por la manera en la que se recibiría. Maniobras de escapismo fue una sorpresa para nosotros; muchísima gente nos descubrió entonces.
Sin embargo, me parece que está más apegado a la realidad, con un componente más triste. Si es así, ¿a qué es debido?
– A este disco le pasa que no ha sido impermeable a las cosas que me han pasado en el apartado personal, como pérdidas personales y nacimientos. Creo que se nota un click momentáneo de seriedad, provocado por mi paternidad. En Maniobras de escapismo transformaba mis experiencias en pequeñas películas. Ahora el protagonista explica la historia de sí mismo. Supongo que mi paternidad ha obligado a hacer un ‘reset’ de mi persona, mirar hacia atrás, todo lo que has perdido y lo que has ganado, reubicarte en la vida con un nuevo papel, y en esta época andaba cuando salieron estos temas… Las metáforas son mucho más explícitas. Detectas experiencias reales, y puede llegar a incomodar, claro.
¿Cuál es vuestra canción favorita y cuál es la que mejor está acogiendo la gente?
– “Noches reversibles”. Hablo del grupo como si fuera una pareja; de hecho nadie puede adivinar que hablo de Love Of Lesbian. Supongo que por eso me gusta tanto, aunque, musicalmente, también tiene el atractivo del continuo subidón en los arreglos. Complicada, pero a la vez, adictiva.
A mí me gusta especialmente “La parábola del tonto. ¿Qué nos podéis contar de ella?
– Es otro de mis temas preferidos. La letra habla de lo absurdo que es intentar cambiar por completo tu personalidad para poder gustar a alguien que, muy probablemente, nunca lo valorará. Personalmente me encanta que haya ese final instrumental tan contenido y tan apasionado a la vez; da tiempo para que el oyente piense en la letra que ha escuchado y la adapte a su propia experiencia.
¿Algún descubrimiento musical reciente?
– Pues no. Bueno, sí. Un personaje que aún no ha sacado disco y me ha pedido que no lo publicite de ninguna manera. Que misterio, ¿no? También redescubrí una canción que me tiene obsesionado: “Décimas de segundo” de Antonio Vega. Hacía años que no la había vuelto a escuchar y me parece aun mejor con el paso del tiempo. Hay veces que hay que mirar atrás, diablos, que no todo está en los hypes.
Por último, ¿se ha hecho más fuerte el grupo en estos últimos tiempos?
– Sí. Más relajado. Más consciente de sus peculiaridades. Más barrigudos, algunos. Y luego está el que se quiere operar, pero estamos discutiendo acerca del tamaño de sus senos.