LOS PLANETAS

Los Planetas, esa cosa llamada pop

 

¿Qué es Pop? Algo difícil de definir, aunque el nuevo disco de Los Planetas puede ayudar. Siempre a medio camino entre el pop y la distorsión. Exactamente la diferencia que separa “Qué puedo hacer” de “La caja del diablo”, ambas de su primer disco Super 8. Si es que eso dice algo.

 

Lo que sí está claro es son jóvenes, componen pequeños clásicos y tocan casi a diario, aunque sigan reconociendo su falta de experiencia. Van a más a base de mucho rodaje en directo, haciendo versiones de TV Personalities, Blondie o los Beatles. Perfecto para ir convenciendo poco a poco a los aún indecisos, si es que queda alguno.

 

Se declaran seguidores de parte de los nuevos grupos americanos, como Pavement y Sebadoh, gente que simplemente hace música por el hecho de pasárselo bien. Todo lo contrario a lo que sucede con las bandas británicas, que se miran demasiado el ombligo y cuentan con el apoyo de una prensa que apoya a grupos bastante mediocres.

Su evolución ha sido la más clásica, a base de maquetas y trabajarse las actuaciones. Nada de montajes. El sello Elefant les editó un primer E.P., Medusa, en el que estaba su clásico “Mi hermana pequeña” y otras tres que han quedado un tanto olvidadas: “El centro del cerebro”, “Pegado a ti” o “Cada vez”.

 

Después llegó la sorpresa. Dos días antes de comenzar la grabación de su primer álbum para Elefant, recibieron una llamada de RCA, convirtiéndose en el primero de los nuevos grupos que fichaban por una multinacional. Habían quedado segundos en el concurso Rock de Lux y eso motivó el interés de la compañía.

 

La banda reconocía que su fichaje tampoco había supuesto una gran inversión y que el sello seguía interesándose sobre todo por las cosas que funcionaban, aunque al menos se empezaba a prestar atención a lo que aparecía y, sobre todo, notaban los resultados en la promoción.

 

Super 8 sorprendía desde el título, una clara referencia a sus pequeñas historias, como si se tratara de cortometrajes caseros. Sorprendía también por su productor, Fino Oyonarte de los Enemigos, con quien contactaron gracias a Antonio Arias y Miguel Rodríguez de Lagartija Nick, que era quienes iban a producirlo en un principio. Por aquel entonces reconocían que Fino había conseguido un buen ambiente y reflejar bastante bien el espíritu del grupo, aunque el sonido era mejorable.

Ahora llega el momento del Pop. Un disco de canciones melódicas, dinámicas y ruidosas, según su propia definición. Un disco que cuenta con la producción, un tanto más oscura que la de su deslumbrante debut, de Kurt Ralske de Ultra Vivid Scene, productor habitual de bandas como Ivy o Lotion. En el camino sólo quedó Paco, sustituido por Raúl Alonso en la batería, quien ahora se mete todas las semanas la paliza Madrid-Granada para ensayar en el local.

 

Pop se presenta con el E.P. de adelanto “Himno generacional ’83” -sí, también tienen sentido de la ironía- que tiene el regalo de dos canciones inéditas: “Prefiero bollitos”, con un órgano paseándose por los acordes de los Beatles, y “Manchas solares”, su grabación más psicodélica. No es el único detalle: con sus 1000 primeras copias iba una camiseta con el diseño de Javier Aramburu, el mismo que ha diseñado hasta ahora todo las portadas del grupo. Les gustó la primera maqueta de Family, grupo por el que sienten una profunda admiración, y de ahí pasaron a contactar con Javier a través de la compañía. Los dos singles que le siguieron también cuentan con canciones extra, entre las que sobresale una versión de Nick Drake, titulada “Cielo del Norte”, con la colaboración al piano del hermano de la bajista May.

 

No es todo en el capítulo de colaboraciones estelares. Para su primer video -una fantasía en la que una panda de renacuajos masacra a tiros al grupo mientras tocan en la sala El Sol- han recuperado al inclasificable director de la serie Z estatal Jesús Franco, el mismo que acaba de presentar, junto al grupo vigués del mismo nombre, la película Killer Barbies.

Hasta ahora han tenido el apoyo de los medios, aunque parece que a los nuevos grupos se les empieza a olvidar. Llueven palos a los grupos del noise estatal. Ellos reclaman más que nunca el apoyo de los medios especializados. Entienden que hay que ser más selectivos, porque se copia mucho. Y lo que se ha visto es un cambio visceral: de dar a conocer a muchos grupos se ha pasado a perseguir a los más  mediocres. Por ahora se han salvado. Pop se ha ganado ese respeto.

Xavier Valiño

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