Logotipos: El lenguaje gráfico del rock (3)

Logotipos: El lenguaje gráfico del rock (3)

 

 

Los vemos en camisetas, portadas de discos, llaveros, pegatinas y cualquier tipo de merchandising. La identificación es inmediata. El rock sería diferente sin ellos. Es marketing elemental: los logotipos mejoran la identidad de una marca, crean conciencia, alcanzan cualquier lugar en el planeta y toca la vida de las personas. La identificación corporativa es la parte más importante de una marca, es por lo que los logotipos son la cara dulce de una empresa: se comunican con el público. Los consumidores reconocen las marcas a través de sus logotipos y, además, las empresas se presentan al mundo a través de ellos.

 

Estas premisas son generales y, por tanto, también alcanzan al mundo del rock. Es una poderosa herramienta de comunicación, tanto que puede envejecer la banda, pero nunca lo hará el logotipo. Incluso el mensaje perdurará cuando el grupo deje de existir. El concepto es extensible a otros lenguajes gráficos como los carteles y la tipografía con el nombre del grupo, pero el logotipo tiene la ventaja de que es fácil de reproducir debido a su minimalismo, lo cual es un elemento importante para la propagación de la existencia de una banda. Analizamos algunos de los más reconocibles en cuatro días.

 

Manuel Beteta & Xavier Valiño

 

Logos de las discográficas: de 2 Tone a Third Man Records

 

2 TONE: Horace “Gentleman” Prince, bajista de The Specials, fue quien se encargó de traducir en un dibujo la idea de uno de los líderes de The Specials, Jerry Dammers, a partir de un retrato publicitario de los años sesenta en el que Peter Tosh posa —junto a Bob Marley y Bunny Livingstone— con traje y gafas de sol. Larguirucho y lánguido, Dammers pensó en convertir a Tosh en un personaje como de cómic, convirtiéndose en el rostro del irresistible renacimiento del ska británico a fines de los setenta, al que incluso pusieron un nombre, Walt Jabsco.

 

 

APPLE: Paul McCartney se había quedado prendado de una pintura de Magritte con una manzana, llamada El juego de la Mora —que compró y todavía tiene—, viendo en ella la libertad creativa e independencia frente a los intereses comerciales. El encargado de hacer el logo de Apple a partir de ella fue Gene Mahon, un diseñador publicitario, quien le encargó el fotógrafo Paul Castell que tomase fotos de manzanas verdes, rojas y amarillas, enteras y cortadas por la mitad. Los cuatro Beatles y su asistente Neil Aspinall escogieron una manzana verde Granny Smith cortada sobre un fondo negro, con el blanco de su fruto como fondo perfecto para colocar los créditos de cualquier disco. Eso sí, todo el proceso les llevó seis meses, nada menos.

 

 

CHARISMA: El primer logo de Charisma fue un pergamino de color magenta sobre el que lucía el nombre del sello con una tipografía del lejano Oeste. Su segundo logotipo, utilizado a partir de 1972 y el más recordado y celebrado, llevaba un dibujo del Sombrerero Loco de Alicia en el País de las Maravillas. Partiendo de una ilustración del conocido dibujante británico John Tenniel, el diseñador de la compañía Paul Whitehead creó el suyo propio, inolvidable desde la primera vez que se ve.

 

 

FACTORY: Si hay un diseñador reputado en el rock, al margen del colectivo Hipgnosis, es Peter Saville. Responsable de la imagen del sello Factory y sus artistas, Saville diseñó también el logo. Viviendo en Manchester a finales de los años setenta y ochenta, en su trabajo siempre está presente las atmósferas evocadas por la estética modernista europea y el frío progreso tecnocrático. De ahí que el logro represente una fábrica con muy escasas líneas, basado claramente en el diseño corporativo industrial. Su colaborador Chris Mathan lo adaptó para EE. UU., utilizando en lugar de la nube que sale de la chimenea una estrella y barras en el cielo.

 

 

HIS MASTER’S VOICE: Cuando Mark Barraud murió en Bristol en 1887, le dejó a su hermano el pintor Francis Barraud un fonógrafo, grabaciones de su voz y su perro, Nipper. Francis observó que, al poner los discos con la voz de Mark, Nipper corría perplejo hacia el fonógrafo. Tres años después de morir el perro, Francis lo pintó en esa posición titulando su obra His Master’s Voice (La Voz de su Amo). Intentó vender su pintura, pero ninguna discográfica se mostró interesada durante un tiempo hasta que The Gramophone Company le pagó 100 libras en 1899. Ocho años después, la compañía pasó a llamarse His Master’s Voice, ya que el logo había conseguido que todo el mundo la conociese por ese nombre.

 

 

I.R.S.: El sello, fundado por Miles Copeland III (hermano de Stewart, baterista de The Police), jugó desde el principio con los equívocos. I.R.S. son las siglas del departamento de Impuestos Americano (Internal Revenue Service), aunque para Copeland el acrónimo de su discográfica significaba International Record Syndicate. Él tenía otra llamada C.I.A. (Copeland International Artists) y su hermano Ian una denominada F.B.I. (Frontier Booking International). Por eso el logo que diseñó mostraba un hombre de traje negro oculto tras unas gafas de sol, que podía ser un agente de cualquiera de aquellos tres organismos del Gobierno de EE. UU. Por cierto, su padre fue realmente agente de la C.I.A.

 

 

ISLAND: Chris Blackwell creció en Jamaica, en una familia que había prosperado gracias al aceite de palma. Al fundar su discográfica la llamó Island, nombre tomado de la novela de Alec Waugh, Island in the Sun. Publicó su primer sencillo en 1959 y no fue hasta once años después que aparecía por primera vez en uno de sus discos la reconocible palmera con el sol al fondo con la que se identificaría el sello —con distintas variaciones a lo largo de los años—, relacionado claramente con el origen de su responsable y, también, de su artista más internacional: Bob Marley.

 

 

SWAN SONG: El diseñador gráfico americano Joe Petagno se puso en contacto con Hipgnosis, la compañía que se estaba encargando de las portadas de Led Zeppelin, ofreciéndoles varias ilustraciones. Storm Thorgerson (de Hipgnosis) y el grupo le pidieron que hiciese algo a partir de una pintura del artista norteamericano William Rimmer, llamada El ocaso (1989), en la que se representa a un Ícaro libre alzando los brazos los cielos, y con el que pretendían simbolizar la independencia de la banda de Atlantic Records. Más tarde Petagno diseñaría Snaggletooth, el logo de Motörhead.

 

 

VERTIGO: Para lograr un cierto efecto de vértigo, siguiendo el nombre de la discográfica, Linda Glover y Mike Stanford diseñaron un dibujo a partir de una idea de Olav Wyper, que pudo inspirarse en Marcel Duchamp y, más claramente aún, en la creadora italiana de arte pop Marina Apollonio. Conocido popularmente como ‘Remolino’, se trata de una serie de círculos concéntricos en blanco y negro que iban en las etiquetas de la cara A de los álbumes del sello —los créditos aparecían en la cara B—, creando un efecto hipnótico al reproducir el disco.

 

 

VIRGIN: El logo original de Virgin fue diseñado por Roger Dean. Conocido a menudo como ‘Géminis’, presentaba a dos gemelas siamesas —o una mujer joven desnuda en una imagen de espejo— sentadas junto a un árbol en una colina, con un dragón de larga cola a sus pies. El diseño se organizó adecuadamente en semicírculo para encajar correctamente en el área central de la etiqueta de un vinilo. Con ello representaba la virginidad del nombre del sello, aunque realmente se habían llamado así porque los fundadores eran nuevos en el negocio de la música. Cuando Virgin fichó a los Sex Pistols, tuvieron que diseñar otro logo: a Johnny Rotten no le gustaba la idea de que apareciera un símbolo de “aspecto hippie” en los discos de la banda.

 

 

THIRD MAN RECORDS: Aunque Jack White ya había registrado el nombre en 2001, no fue hasta 2009 que empezó a editar discos con la etiqueta. Su nombre y el logo, diseñado por él, recogen su afición por el número tres y por la película El Tercer Hombre de Carol Reed, protagonizada por Joseph Cotten y Orson Welles. En su web hay distintas variaciones del logo, diseñadas por White y algunos colaboradores, para distintas divisiones del sello (películas, libros, estudio de grabación, hardware…). Por cierto, su empresa de tapicería anterior a White Stripes, que continúa manteniendo como pasatiempo y refugio artístico, se llama Third Man Upholstery y se identifica de manera similar por los colores amarillo y negro y el lema: «Tu tapicería no está muerta».

 

 

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