KULA SHAKER

 Kula Shaker, India-rock

 

         Kula Shaker apareció en la escena musical londinense el pasado mes de mayo, ofreciendo su psicodelia-rock a un público deseoso de escapar a la monotonía de un brit-pop tan muerto como falto de originalidad, tan común en la escena independiente. Desde entonces, ha ido invadiendo las emisoras y ha pasado a formar parte del gusto mayoritario. Su mezcla de voces contundentes y guitarras obsesivas es una reminiscencia de las bandas psicodélicas y progresivas de finales de lo años 60, con un empacho muy particular de la mística y los sitares indios.

 

         Crispian, cantante, compositor, guitarrista y animador espiritual, además de sobrino del actor John Mills, nos informa sobre la banda y su reciente éxito, que pone en las manos del destino. “La industria musical es como un enorme y grotesco monstruo, chupándolo todo. La fe nos ha chupado a nosotros, lo que cuesta es lo que hacemos con esa inspiración”.

 

         Una inspiración que parece salir de los colores del arco-iris. Aunque parezca que no, también han tenido su ración de zanahorias proverbiales cortadas en taquitos. Bajo el nombre de los Kaye, llegaron a tocar en todos los garitos en los que pudieron. Cambiaron de nombre cuando decidieron que era hora de expandir las alas y de demostrar que eran una banda con algo que decir. Ese cambio motivó el interés de un medio de prensa especializado y de ahí a un festival de Manchester, que ganaron, y en el que una compañía les grabó una maqueta. Después vino el fichaje. “Columbia-CBS están verdaderamente interesados en dejarnos hacer lo que queremos. No buscan un enorme montaje con nosotros, simplemente van a actuar como una simpática compañía permitiendo que progresemos a nuestro aire”.

 

         Crispin, Alonza -bajo- y Paul -batería- viven bajo el mismo techo, mientras que Jay -órgano- vive en la misma calle: admiten abiertamente que eso les ha ayudado en la creatividad como banda. “Compartimos las mismas aventuras, todos tenemos papeles en la misma película. Cuando tenemos una idea para una canción nos la lanzamos entre nosotros, como si estuviésemos jugando al squash”.

 

         Su primer single, “Tattva”, es una rodaja perfectamente pulida de mantra-rock, basada en un aforismo escrito en sanskrito, el idioma más antiguo que se conoce, que viene a significar “la simultánea diferencia inconcebible y la indiferencia de la realidad”, si es que eso quiere decir algo. Crispian trata de arreglarlo: “Le comenté a un psicólogo lo de su significado y me dijo que cuando fuese universalmente comprendido, tendríamos el siguiente paso en la conciencia, ya que básicamente significa que todos somos uno, todos estamos hechos de una misma sustancia. Religión, racismo, todos los problemas pueden llegar a una solución. También significa que estás aquí pero, a la vez, no estás. Puedes sentirte despierto pero no estarlo”. ¿Comprendido? Tal vez una ración de pachulí guitarrero, lo que contiene K, su disco de presentación, pueda ayudar.

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