KEANE 2009
Keane, en algún sitio, en algún lugar
Keane están de vuelta. Tras Hopes And Fears (2004) y Under The Iron Sea (2006), Tom Chaplin, Tim Rice-Oxley y Richard Hughes, plenamente convencidos de que no se debe moler grano viejo, regresan con Perfect Symmetry, simplemente canciones pop. Su nuevo álbum es tan diferente de su clásico debut Hopes And Fears como de su oscuro pariente Under The Iron Sea. Perfect Symmetry da fe de que Keane ha abandonado sus últimos vestigios de precaución y ahora se dejan llevar por la música.
Mientras que millones de fans de Keane se sentirán satisfechos de reconocer Perfect Symmetry como una pieza que no podría venir de ningún otro grupo, otros en cambio se verán zarandeados por sus saltos en territorio desconocido. Ciertamente, Perfect Symmetry es el primer álbum de Keane que contiene una sierra musical, un saxofón, voces grabadas a través de una batería, sesiones de estudio en Berlín, París y Londres y el sonido de tres hombres aullando un ‘Oooh!’ de satisfacción como el primer efecto que se escucha.
“Siempre hemos dicho que nos gustan los retos”, dice Hughes. “La mayoría de los grupos, cuando lanzan un disco, siempre dicen que se han superado. Pero nosotros somos todos amantes de la música y al leer estas cosas pensamos ‘¡Genial, estoy deseando escucharlo!’ y entonces lo pones y piensas ‘Oh. Espera un segundo…’”
“No hay nada que nuestra compañía de discos deseara más que sacáramos tres veces Hopes And Fears,” continúa. “Pero ya lo hemos hecho, y una vez es suficiente. Creo que este disco es, de lejos, lo mejor que hemos hecho,” dice Chaplin. “Estoy deseando que la gente lo escuche”.
Keane terminaron la gira de Under The Iron Sea el 5 de agosto de 2007. Además de un par de conciertos de caridad, se tomaron tiempo para estar con sus familias, amigos, y tener un merecido respiro, recuperándose a mediados de enero de 2008. “Con el segundo disco acabamos la gira y nos metimos en el estudio, cuando en realidad necesitábamos descansar, y eso fue la semilla de la que germinaron un montón de problemas que están suficientemente documentados. Esta vez hemos aprendido de lo vivido”, dice Hughes.
A pesar de que Perfect Symmetry acabó siendo casi totalmente producido por ellos mismos, la ayuda del productor Jon Brion probó ser reveladora en un corto espacio de tiempo. “Nos fijamos en discos de hip-hop donde hay diferentes productores, y eso nunca pasa con los discos de pop o rock”, dice Hughes. “Así que con eso en mente Jon vino a París a trabajar con nosotros tres días antes de comenzar su labor con la banda sonora de la nueva película de Charlie Kaufman”.
“La presencia de Jon fue una influencia enorme,” dice Rice-Oxley. “Estábamos en un buen punto pero nos dio la confianza para no pensar, para no auto-censurarnos. Nos decía que los discos que gustan son esos discos que como músico te hacen pensar ‘Dios, debe haber sido increíble estar en esa sesión; debe haber sido muy divertido’. Su teoría es que sólo se consigue apostando por ello. Sin preocuparte de lo que la gente va a pensar. ¡Incluso lo que tú mismo vayas a pensar! Asumámoslo: lo peor que puede pasar es que sea una idea que no funcione.”
Consecuentemente, Brion y Keane pronto se encontraron buscando al fondo de la trastienda del estudio instrumentos de percusión obtusos y grabando voces en todas las formas curiosas posibles. Los resultados se pueden escuchar en el estelar “You Haven’t Told Me Anything”, una de las canciones más peculiares que la banda han producido hasta el momento.
Después regresaron a Gran Bretaña un par de semanas antes de marcharse a los Estudios Teldex de Berlín. Es un largo viaje… si lo haces en tren. “Nos fuimos todos en coche cama, y eso formó parte de la experiencia”, dice Hughes. “Te puedes ir al bar y pasar el rato. Fue muy agradable, divertido y diferente. Estamos deseando volver a ir allí en tren”.
La ciudad que tanto les inspiró durante la gira, les sirvió además como un piñón extra en el recorrido. Teldex, un inmenso auditorio en origen, ayudó a enraizar Perfect Symmetry. El resultado, como Hughes lo define, “son canciones que no son tan risueñas pero sí suenan felices. Música pop que es de todo menos desechable”.
Algunas tienen una cierta influencia ochentera. “La osadía de esa época es algo que hoy no se aprecia”, remarca Rice-Oxley. “Vivimos en una época en que está de moda ser ochentero sonando retro, pero no opino que el espíritu de la energía sin complejos del gran pop de 1980 prevalezca especialmente en la actualidad. Si este disco suena como eso es probablemente porque asocio algunas de esas canciones -Pet Shop Boys, Salt N’ Peppa, Mel & Kim- con un periodo divertido e inocente. Me da exactamente igual si se las considera acordes con la moda, ya que se trata de seguir nuestros propios instintos”.
“Me encanta “Better Than This”, asegura Chaplin. “Es a nivel de sonido un gran salto, pero la letra, tratando de la realidad de ‘la cultura del famoseo’… La gente lo considera algo relevante y deposita en ello muchas esperanzas. En mi opinión, la parte de la fama y la popularidad es algo difícil de conciliar. Me gustaría en cambio que se tratara de la música, la primera razón por la que estamos en la banda. No se trata de hacerse rico o volverse famoso o conseguir chicas, sino que lo hicimos para poder estar ahí y cantar. La conexión mágica entre el público que ha venido a darlo todo como tú… Ese encuentro es la sensación más fuerte que he tenido en mi vida”.
Así es Keane en 2008. “Porque estuvimos a punto de perderlo todo, el grupo, y podíamos habernos separado”, dice Chaplin, “nos reinventamos como personas. Sabes, ‘Casi perdemos esto, así que lo mejor que podemos hacer es disfrutarlo’. Eso afectó todo lo que hicimos en este disco”. No te asombres: empieza con ‘Oooh!’