JOAO TOMBA Y LAS CULEBRAS DE PLUTÓN

Joao Tomba y Las Culebras de Plutón, exiliado en Chapela

 

 

Elogiado en su día por el mítico locutor John Peel, Israel Ruiz es, probablemente, el músico más hiperactivo del país, el que más proyectos tiene y ha tenido. Vive intensamente desde hace casi 20 años el rock and roll y, aunque aún no ha llegado a todo su público potencial, especialmente fuera de Galicia, bien que debería. Conocerlo es amarlo. Acaba de editar su nuevo álbum, el debut homónimo con su enésimo proyecto, Joao Tomba y Las Culebras de Plutón, un álbum cargado de rock a lo Burning o The Rolling Stones que él mismo nos presenta con su habitual retranca y conocimiento enciclopédico del rock.

 

Joao Tomba y Las Culebras de Plutón es tu nuevo disco. ¿Cuándo te diste cuenta de que aquí había un nuevo proyecto, un disco con una unidad y entidad por sí mismo?

– Llevo casi siete años haciendo conciertos yo solo como Joao Tomba y la TDK Chrome y sentía que tenía que darle una vuelta al proyecto para poder llegar a otro tipo de público y otros recintos. Aunque seguiré dando conciertos solo con la TDK Chrome, ya era hora de montar una banda para poder actuar en estadios y grandes festivales que es donde un personaje como Joao se merece estar. Balaídos, Tokio, Budokan… allá voy.

 

Antes ya habías editado otros discos como Joao Tomba, pero con el acompañamiento de la Orchestra TDK Chrome. Y con otro de tus alias, Indy Tumbita, publicaste discos en solitario o con The Voodoo Bandits. ¿Cada proyecto tiene algo que lo hace propio y distinguible de los demás?

– Por supuesto. Cada proyecto lo planteo de un modo diferente y me aporta cosas distintas. Como Indy Tumbita & The Voodoo Bandits desarrollo mi faceta como guitarrista e instrumentista mientras que como Joao Tomba me dejo llevar más por mi vena rockera, irónica y teatral. Todo tiene su momento. Todo es Rock.

 

Chapela, Vitrasa, Arealonga, el Roxy, el Groucho, el Calisto, el Nixon… En estas canciones hay muchas referencias a Vigo que solo los de ahí captarán aunque, curiosamente, siendo tan local logras ser universal, al menos según yo lo veo.

– Al igual que la “xeración nós” (Pedrayo, Risco, Castelao…) creo que solo se puede llegar a lo universal desde lo particular. The Velvet Underground, The Kinks, Ramones, Sex Pistols, The Boys o Undertones, por poner un ejemplo, hablan de su realidad más cercana y no por eso se nos hace extraño el mensaje. Los camellos y las calles cambian de nombre pero la droga es mala en todas partes… y solo me refiero a la calidad. ¡Ya está bien de tanto corte coño!

 

Por cierto, entiendo que el Roxy, al que cantas en una canción, era un cine ahora reconvertido en un bazar chino. Aparte de ese primer beso de la canción, ¿qué recuerdos te trae? ¿Te jode que ya no esté ahí?

– Fue más que un beso y eso no se olvida. Cada vez que veo ese escaparate lleno de ‘trapalladas’ tengo una sensación agridulce. Por un lado me acuerdo del cine y de mi primer amor y esbozo una sonrisa y por otro me acuerdo de aquel disfraz de Batman que me hacía parecer una rata mientras el espabilado de la clase llevaba uno de El Corte Inglés con musculitos. Buff, que me enciendo…

 

“Las campanas suenan por los Rolling Stones”, dices en una de las canciones. Hay mucho de los Stones en este álbum. ¿Nació con esa idea este álbum?

– Cuando me planteé hacer el nuevo disco de Joao quería dejar de la lado ese punto artesanal y del ‘hazlo tú mismo’ de los dos primeros y pensar a lo grande. Todo el álbum tiene cierto paralelismo con el Exile on Main Street de los Stones solo que en lugar de instalarme en la Costa Azul por problemas con el fisco lo hice en Chapela por un pufo con el impuesto de basuras. Si todos los vigueses pusieran una peseta, me hubiese evitado semejante humillación.

 

 

Hay también mucho de Burning por ahí. Especialmente se nota en “Nena”, el mejor homenaje que he escuchado en años a la banda de La Elipa. Sin embargo, componer una canción así o mostrar la misma chulería que ellos parece salir de ti de forma completamente natural, ¿no?

– Desde que Pussycats compartimos escenario con Burning en la sala Magic en una fiesta organizada por el Ruta 66 allá por el 99, no han dejado de acompañarme. Si a esto le sumas que en mi barrio hay personajes alucinantes debajo de las piedras (¿has visto Callejeros Vigo?) era fácil que tarde o temprano hiciera algo en esa línea.

 

Otro tema en la misma línea es de “De la Real a la Ribera”, un precioso canto a otra época. ¿Echas de menos aquellos tiempos, son solo buenos recuerdos para una letra o te gusta hablar del paso del tiempo?

– Digamos que el siglo XXI está siendo más que decepcionante.

 

Por cierto, vaya versión más brillante del “Don’t Look Back in Anger” de Oasis que te has marcado solo al piano (y un solo de guitarra), con una letra que habla de cómo el comunismo no triunfó y en la que pides que vuelva el PC y Santiago Carrillo. ¿Cómo llegaste hasta ahí a partir de la canción de los Gallagher?

– Toda la imaginería de Joao Tomba surge de un supuesto accidente de coche que el personaje sufre, de su fallecimiento y posterior reencarnación. Una vez reencarnado en mí, Joao trata de ser la estrella del rock que aquel accidente evitó que fuese. En estos años han pasado muchas cosas que Joao desconoce y eso da pie a escribir historias de lo más disparatadas. Imagínate si un día un republicano convencido de izquierdas se despierta de un largo letargo y descubre sin anestesia el reguetón, la caída del muro de Berlín y a la ‘izquierdita cobarde’. Libertad, libertad, sin ira libertad.

 

¿Tú también has sentido en algún momento la llamada del veganismo o del budismo, como cantas en “Heil Budah”, o es algo que has visto en la gente que te rodea?

– Me haré vegano el día que canonicen a la ‘rubia galega’. Mientras, seguiré poniéndome fino a chuletones. Cuando interpreto esta canción siempre me acuerdo de Ringo Starr cuando decía que se llevó a la India varias maletas con latas de conservas Heinz por lo que pudiera pasar. Y, como decía Buñuel, no creo en la religión católica como la única verdadera… Eso sí, siempre subscribiré las palabras de Heroínas: “Señor mío Jesucristo, haz que el vegano se calle y que vaya si quiere a matar a su torero”.

 

El humor, la retranca gallega, está por todo el disco, pero integrado en las canciones sin que parezcan una caricatura, sino de forma espontánea. ¿O, por el contrario, te cuesta que sea así y escribir las canciones?

– Todas las canciones están compuestas por Linda Lamarr (Tumbitas, Los Duques de Monterrey, Heroínas) y por mí y la verdad es que nos sale sin pensarlo demasiado. Somo gallegos hasta la médula y eso se nota.

 

¿Te compensa hacer la música que haces?

– Es la única que sé hacer, sigo vivo y tengo mi propia hamburguesa y mi propia cerveza (Tomba Beer de Galician Brew). De momento me va bien. Alguna cosa he aprendido en todo este tiempo aunque no te creas que mucha, por lo que no me veo en otro lado. Sólo como y bebo mi hamburguesa y mi birra a diario… Solo pienso en el día a día, por lo que pronto estaré en el otro barrio. Joder, ¡ya me puedo dedicar al trap!

 

 

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