HIERVE

Hierve

Philip Barantini (Cinobo-Filmin)

 

 

Podemos sospechar que una de las profesiones más estresantes es la de cocinero de un restaurante reputado, de esos que se disputan las estrellas, los soles, los primeros puestos de las guías. Sin embargo, verlo representando en una pantalla no es algo habitual y Hierve, el debut tras las cámaras de Philip Barantini (quien trabajó diez años de cocinero), ha llegado para ponerle imágenes, retratándolo con la intensidad que merece.

 

Aun así, ese no es el motivo principal de su trama. En este caso se trata de una persona al límite en su vida, que coincide que es cocinero de uno de esos restaurantes. Sin vida privada, lejos de su familia, con deudas económicas, un equipo de trabajo en situación de reproche y tensión al límite de sus capacidades, las ridículas peticiones de los clientes, la visita de un inspector sanitario… Lo único que el íntegro chef mantiene, en lucha contra todo a su alrededor, son sus dotes para la cocina, pero ni de eso está seguro cuando una noche se presenta su antiguo mentor y una crítica gastronómica.

 

El tour de forcé aquí es haberla rodado en un único plano secuencia, algo que, por una vez, resulta justificado, ya que está perfectamente acompasado a lo que sucede durante hora y media desde que el cocinero se acerca a la puerta del restaurante hasta un final en el que todo lo acumulado acaba por explotar sin que permita al espectador respirar en ningún momento.