FLEET FOXES: Shore
FLEET FOXES: Shore (Anti-PIAS)
Nunca fueron una formación al uso y, de hecho, cuando su líder Robin Pecknold se vio sobrepasado, dejó la música tras el éxito de sus dos primeros discos para ingresar en la Universidad.
Por eso, que su cuarto álbum aparezca -acompañado de una película que se filmó en Washington, Idaho y Oregón- sin previo aviso coincidiendo con el equinoccio de otoño, tras colgar unos carteles intrigantes en las calles de París, no debería ya sorprender.
Este disco es, tal vez, el primer trabajo de un grupo grande totalmente influido por el bloqueo impuesto por el coronavirus. Pecknold tenía ya algunos bocetos, pero aprovechó para darles forma en el confinamiento mientras conducía sin destino. Reflexionando sobre lo que estaba sucediendo y vinculándolo a experiencias personales, su música no difiere mucho de lo que ya ofrecían sus tres discos previos. No obstante, se contagió de la concienciación social para celebrar la vida cuando la muerte está tan presente, en momentos luminosos como “Maestranza”, “Sunblind” o “Young Man’s Game”.