ELLIOTT MURPHY
Elliott Murphy: “El rock and roll nunca me falló”
Elliott Murphy es, sin duda, uno de los más extraordinarios personajes de la historia del Rock. Neoyorquino residente en París, expatriado de la Gran Manzana y de las grandes discográficas multinacionales, muchos lo consideran uno de los más apasionados, cultos e inteligentes compositores del rock. Este jueves 17 se presenta de nuevo en Compostela acompañado de Olivier Durand, en esta ocasión en la Sala Capitol.
Sus admiradores en el negocio de la música son legión, incluyendo luminarias como R.E.M., Lou Reed, Tom Petty, John Mellencamp, Elvis Costello o Bruce Springsteen, quien, por cierto, cada vez que toca en París, no puede resistirse a invitar a Murphy a subir al escenario.
Desde 1973, Murphy ha publicado treinta y tres álbumes y da más de 100 conciertos al año. Comenzó su carrera con Aquashow, del que la revista Rolling Stone escribió: “Elliott Murphy y su trabajo estarán con nosotros mientras siga existiendo el rock and roll”. Su más reciente disco es el álbum en directo Just a Story from New York, que fue grabado con motivo de su triunfal regreso a su lugar de nacimiento con un concierto que registró un lleno total en el Rockwood Stage de la capital estadounidense.
Aparte de su impresionante creatividad musical, ha escrito varias colecciones de relatos cortos y dos novelas, a la espera de que se edite la tercera. “La literatura es mi religión. Creo que el amor que siento por la literatura contribuye a que mi música mantenga una cierta pureza. Pero el rock and roll es mi adicción. El rock and roll no me ha fallado nunca. Creo que somos nosotros los que le hemos fallado al sueño del rock and roll, lo que quiera que fuese ese sueño”.
Su universo poético, su maestría a la hora de contar historias y sus letras introspectivas le proporcionaron un seguimiento de culto en Estados Unidos y un auténtico estrellato en Europa. “Pensaba que nadie me conocía aquí”, recuerda, “hasta que en mi primer concierto en París me pidieron seis bises”.
Cuando vino a Barcelona para actuar en el Fórum hace unos años recordaba cómo había sido su llegada al continente y por qué había decidido quedarse. “Vine a Europa por primera vez en 1971 y ese viaje me cambió la vida, me dio una amplitud de miras impresionante y puso en marcha toda la capacidad creativa que pudiera albergar en mi interior”.
“Por aquel entonces”, continuaba, “yo tocaba la guitarra en la calle y pasaba la gorra y descubrí no sólo que la gente se paraba a escucharme y se mostraba generosa conmigo, sino también que dentro de mí llevaba toda una serie de canciones que estaban deseando salir al exterior”, decía. “Fue la diversidad cultural de Europa lo que me ayudó a escapar de mi limitada vida de burgués de extrarradio. Por otra parte, París me parece una ciudad llena de poesía, y cuando estoy allí me encanta pasear por sus calles y dejar volar la imaginación”.
Después de más de treinta años de carrera, la historia continúa. “Siempre trato de dar lo mejor de mí a vosotros, mis seguidores, porque vosotros sois mis guardianes del tesoro y dais a mi música y a mis palabras un hogar a lo largo y ancho del mundo. Confío en no haberos defraudado demasiado…”
{youtube}oiZpQ1RtZGQ{/youtube}