EL ALPINISTA

El alpinista

Peter Mortimer y Nick Rosen (Red Bull Media House-Sender Films)

 

 

Fue una nota a pie de página en un blog seguido por muy pocas personas lo que puso sobre aviso a los responsables de este documental. En él se hablaba de un escalador que estaba llevando a cabo algunas de las ascensiones de rocas casi inexpugnables más atrevidas de la historia, sin cuerdas y, sobre todo, sin cámaras. En una época en que todo tiene relevancia en las redes sociales, un chaval de 23 años prefería ignorar cualquier repercusión pública de sus hazañas en el alpinismo extremo y acometer sus escaladas como retos personales de los que disfrutaba solo él. Era real, espontáneo, como de otra época.

 

Se propusieron encontrarlo y dieron con él. Ante la cámara se mostraba nervioso, huidizo. Lograron que les permitiese rodar alguna de sus ascensiones, y ahí radica lo más deslumbrante y aterrador de esta cinta: él solo colgado de inmensas placas de hielo que pueden derrumbarse en cualquier momento, subiendo paredes verticales imposibles de roca y nieve que pueden acabar ocultas bajo un alud sin previo aviso.

 

Es en la esencia de su reto, en la razón de lo que hace, donde está lo más conseguido. De hecho, Marc-André Leclerc desaparece varias veces sin que los realizadores sepan dónde está y en más de una ocasión tienen que contar con otros cámaras de urgencia en lugares lejanos para poder filmarlo. El final, cuando todo parecía ya acabado para el equipo y surge algo imprevisto, le da mucha mayor profundidad al film y, sobre todo, a sus inverosímiles gestas.

 

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *