EL AGENTE TOPO

El agente topo

Maite Alberdi (BTeam)

 

 

Al igual que la reciente La pintora y el ladrón, hay algo inasible y muy poderoso en esas películas así, que nacen de una casualidad y que no se sabe cómo acabará todo mientras se ruedan. Siempre que la historia final merezca la pena, claro. El agente topo, película chilena de la realizadora Maite Alberdi, es una de esas escasas cintas que lo ha conseguido.

 

La idea de partida no tiene por qué llamar la atención: un hombre de 83 años se infiltra en un asilo de ancianos como investigador privado para comprobar cómo tratan a una de las internas. Su argumento, en los primeros minutos, da pie a las situaciones cómicas que se podían esperar. No obstante, poco a poco va derivando hacia algo muy distinto, que bien se puede resumir en un par de frases del último informe del peculiar detective cerca de su conclusión.

 

Es el contacto con los demás ancianos lo que lo cambia todo para el protagonista y para el espectador infiltrado también gracias a él y al equipo que estaba, por suerte, ahí para documentarlo todo, en un trabajo hecho con delicadeza y ternura, dejando que los personajes expresen cómo son y qué sienten. Ese es el otro gran acierto del film: si no se conocen sus antecedentes, nunca se sabe muy bien si se trata de una ficción o de un documental. Lograr esa duda, y de paso emocionar, no está al alcance de casi nadie.

 

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *