Decision to Leave

Decision to Leave

Park Chan-Wook

(Avalon)

Si uno cita como referentes Vértigo (De entre los muertos), Perdición (Double Indemnity)o Deseando amar (In the Mood for Love), se percatará al instante de que no estamos ante una película más. Que alguien sea capaz de invocar los nombres de Alfred Hitchcock, Billy Wilder o Wong Kar-Wai, y salir indemne, ya debería ser suficiente reclamo. Claro está, hablamos de Park Chan-Wook, el autor de Oldboy (2003) y la Trilogía de la Venganza, de la que esta forma parte junto a Sympathy for Mr. Vengeance (2002) y  Sympathy for Lady Vengeance (2005).

Decision to Leave es el acontecimiento cinematográfico de la temporada, al igual que Parásitos, también proveniente de Corea del Sur, lo fue hace un par de años. Y, también, será la película de su autor que llegue a un público más numeroso y la que aparezca de ahora en adelante como la más celebrada de su trayectoria, a la espera de otra obra mayor.

En este caso, el fondo de Decision to Leave es el de un thriller, una intriga criminal con sus agentes de la autoridad, sus posibles culpables y la correspondiente investigación -doble-. Sin embargo, no es eso lo más sustancial ya que, para regocijo del espectador, solo se trata de una excusa para filmar una de las historias de amor más embrujadoras del cine reciente

Se mueven por este largometraje varios personajes, en especial la pareja protagonista -gran química la que se filtra en la pantalla entre la china Tang Wei y el coreano Park Hae-II- que ocultan sus emociones y a los que conviene descifrar también por lo que callan y por lo que delatan sus rostros.

De hecho, el director decidió evitar la violencia e incluso las relaciones íntimas entre ellos para mantener la atención centrada en lo que realmente le importaba: la manipulación emocional, la obsesión, el deseo, la pasión reprimida, la desesperación o el arrepentimiento. La decisión, acertada, cobra sentido según van avanzando sus secuencias estilizadas, hasta convertirse en una experiencia emocionante, absorbente y enteramente sensual.

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