CHARADES 2008
Charades, rozando la suerte
Corría el año 2001 cuando Charades comenzaron su andadura en Madrid por iniciativa de Isa (Bilbao), María (Barcelona), Coki (Ponferrada) y Guille (Madrid). Su primer trabajo fue The Only One (H-Records, 2004), un EP de cuatro temas a medio camino entre el garage y el pop guitarrero con el que consiguieron llamar la atención del prestigioso sello estadounidense Kill Rock Stars, que incluyó al grupo en el disco recopilatorio Tracks And Fields (2004) junto a bandas y artistas de la talla de Sonic Youth, Gossip, Decemberists o Billy Childish.
Tras registrar un segundo EP que no llegó a ver la luz, Charades lanzaron When Shinning Blue (Corea Discos, 2006) primer disco grande, producido por Santi García, que presentaron a lo largo y ancho de la geografía española actuando en festivales como PopXiriaPop y Primavera Sound. En el verano de 2007, después de un año de arduo trabajo y continuos conciertos, Charades se reencontraron con Santi García listos para grabar su segundo LP. Tras fichar por el veterano sello BCore, aparece En ningún lugar, una nueva colección de canciones que muestra la vibrante evolución de un grupo en continuo e inspirado crecimiento, con el que el grupo se adentra en senderos más envolventes, complejos y, de alguna forma, maduros.
¿Cómo os fue con vuestro primer disco?
– Nos fue muy bien; lo pasamos genial juntos, giramos por toda España y vivimos un montón de cosas bonitas. Aprendimos mucho y avanzamos en eso de compenetrarnos musical y personalmente. Agradecemos mucho a toda la gente que nos apoyó y ayudó.
Este segundo está yendo muy bien en cuanto a repercusión, ¿no?
– Sí, está teniendo más repercusión… Parece que a la gente le gusta y también suponemos que cantar en castellano y estar en B Core influye. B Core nos apoya un montón y nos cuida mucho. Y cantar en castellano nos ha acercado a la gente, la gente nos comprende mejor. Todo es fruto del trabajo de todos y el amor que hemos puesto en esto.
Por cierto, ¿cómo llegasteis a ambos cambios?
– Pues a B Core de manera natural porque ya con el anterior disco se interesaron por nosotros. Trabajamos súper a gusto juntos y hablamos un montón de todo. Y al castellano, pues hicimos una y nos gustó y continuamos haciendo más… Es más difícil pero también más divertido. Tenemos muchas ganas de hacer las letras del siguiente disco… ¡Estamos viviendo muchas cosas que contar!
¿Os esperabais algo así?
– No, la verdad es que al terminar de grabar pensamos que no iba a gustar a nadie. De hecho, alguna gente cercana nos decía: “¿Dónde están las guitarras?”, “¡Qué cursis!”. Pero a nosotros nos gustaba mucho y teníamos la conciencia tranquila en cuanto a haberlo dado todo y haber hecho lo que nos pedía el cuerpo. Pero bueno, nos hace mucha ilusión cuando alguien te dice que se pone el disco en casa y cosas así.
¿Qué canción es la que más os gusta del disco y cuál está resultando mejor en directo?
– A mí la que más me gusta ahora mismo es “La carta”. Pero va por rachas. En directo la que más me gusta tocar es “El barco de Eric”.
¿Qué es lo que más os motiva a la hora de componer las canciones?
– Nos motivan las ganas de tocar, de hacer cosas, de expresar lo que piensas y sientes… Todo a través de las canciones. El grupo es la única faceta de nuestras vidas en que podemos hacer absolutamente lo que nos de la gana. Somos totalmente libres para celebrar lo que nos gusta y dar rienda suelta a nuestros sentimientos. Nos inspira nuestra vida, lo que vivimos y lo que nos imaginamos.
¿Qué repercusión o qué metas os habéis propuesto con el disco?
– Ninguna. Lo único que nos importa es tener la satisfacción de haber hecho todo lo mejor que hemos podido. Ahora mismo, nuestra principal motivación es el siguiente disco (ya estamos haciendo canciones nuevas) y tocar mucho en directo.
Da la impresión de que vivís la música con pasión. ¿Es algo de lo que parece que carecen muchos grupos?
– No sé, nosotros conocemos a mogollón de grupos que viven esto con pasión… ¡Si no de qué! Tocando no ganas un puto duro, tragas demacres a patadas y te cansas un montón compaginando las obligaciones diarias con la música… Si no tienes pasión, ¡poco más te queda!
También contagiáis vitalidad. ¿Sois así realmente o es que preferís hacer canciones de ese tipo?
– Ja, ja. Creo que somos así.
¿Qué os aporta Madrid y qué os quita con relación a vuestros lugares de procedencia?
– Madrid nos da mucha vidilla, todo el rato pasan cosas. Nos gusta mucho andar por ahí, paseando con una birra en la mano viendo como la ciudad bulle. Nos quita la paz y serenidad del campo, la montaña y el mar. Y a veces nos angustia el ritmo rápido y el casi no poder respirar. Pero sobre todo nos quita a nuestras familias y nuestros amigos de toda la vida.
Se ve un gusto por las música de los 60 en vuestra música, pero me imagino que os gustan muchas otras cosas, ¿no?
– Pues sí… escuchamos de todo. Ahora mismo yo flipo con Justin Timberlake, Coki con Violadores del verso, Mary con el grunge en general y Guille con Animal Collective.
Aun así, supongo que vuestra intención es huir de ser revivalistas sin más.
– Desde la primera maqueta hemos huido de sonar a revival. Es la única cosa que hemos hecho con premeditación y alevosía.
Por cierto, hay otro disco editado últimamente producido por Santi García que me gusta mucho también, el de los gallegos The Homens. ¿Qué os parecen?
– Nos gustan mucho y son muy majos. Justo grabaron su disco antes que nosotros y coincidimos los últimos días en Sant Feliu. Tenemos muchas ganas de tocar con ellos.
En vuestro caso, una de las mejores cosas es que no le tenéis miedo a los estribillos, las melodías y las letras bonitas -sin que sea peyorativo-. ¿Salen así las canciones, es algo irrenunciable?
– Bueno, es que no sabemos por qué tendríamos que tener miedo a eso. Para nosotros es de puta madre. De todos modos para nosotros el disco es bastante melancólico. Si ahora lo escuchamos, nos pone triste. Hacemos lo que nos sale… A ver el siguiente cómo suena.
¿Qué se puede esperar quien vaya a ver alguno de vuestros conciertos?
– Pues canciones bonitas envueltas en una bola de ruido que te peina para atrás.
Por último, ¿cuál ha sido la mejor anécdota en estos años en la música?
– Buff. No sé… Sé que hay miles pero ahora no se me ocurre ninguna. ¡Nos gusta mucho estar juntos, nos lo pasamos muy bien!