LOS HERMANOS DALTON: Viajar en el tiempo y otras historias (Hurrah!-Rock Indiana)
Era más que lógico que Los Hermanos Dalton se acabasen encontrando con Rock Indiana, el sello español que más ha hecho por el power-pop. Ya habían colaborado varias veces pero ahora se confirma esta unión, 30 años después de la formación de la banda de San Fernando. Quedan atrás su debut, un mini-álbum de versiones (Luce de Hollywood), los cuatro discos de estudio y un directo con Dro que representaron el momento de mayor popularidad, y el ya lejano Revolución en 2014 con Wild Punk Records.
FRANZ FERDINAND: The Human Fear (Domino-Music as Usual)
Han transcurrido 21 años desde que Franz Ferdinand publicaron su debut. Siguiendo la estela de bandas de rock como The Strokes y The Libertines, la banda escocesa rápidamente encontró su lugar en las listas de éxitos. Sin embargo, su sonido se inclinaba más hacia un postpunk displicente con elementos del britpop y ritmos bailables. A partir de ese momento, los escoceses fueron encontrando un equilibrio perfecto entre el pop para las masas y las tonalidades más oscuras, con sus guitarras rítmicas y angulares, patrones de batería simples pero contagiosos y coros pegadizos.
FLEETWOOD MAC: Live from the Record Plant (December 15, 1974) (Warner)
El valor que aporta este nuevo álbum de Fleetwood Mac es, en primer lugar, puramente cronológico. Sabíamos que la noche de fin de año de 1974, Mike Fleetwood hizo la oferta a Lindsay Buckingham y Stevie Nicks para que se unieran a Fleetwood Mac. Poco antes, con una fecha que nadie ha sabido ubicar por ahora, Bob Welch había comunicado al trío que entonces formaba con él la banda (el propio Fleetwood, más John y Christine McVie) que los dejaba para formar un trío de heavy, Paris, y después lanzarse en solitario. Por lo tanto, con este disco aquilatamos mejor esa renuncia: tuvo lugar en las dos últimas semanas de diciembre de 1974.
Este disco viene fechado el 15 de diciembre de ese año, y Welch todavía estaba con la banda. Lo registraron en los estudios Record Plant, como si fuese un directo, aunque no pisaban un escenario. Conviene recordar que de 1970 a 1974 la banda fue prácticamente desapareciendo del radar en su país de origen, Reino Unido, para vender decentemente cada disco nuevo que editaban en los Estados Unidos (unas 300.000 copias de cada uno) y, sobre todo, cimentar su reputación en un directo intachable que iba sumando nuevos seguidores con cada concierto, cada año. La prueba más palpable pasa a ser este álbum. El repertorio no tiene todavía los ganchos infalibles y las melodías empastadas que compondrían y grabarían con Buckingham y Nicks, pero varias de sus canciones ya apuntaban en esa dirección (“Spare Me a Little of Your Love”, “Hypnotized”). Quedaban ecos de su etapa blues con Peter Green (“Black Magic Woman / Oh Well”), inventando el hard rock en sus últimos momentos con él (“The Green Manalishi (With the Two Prong Crown)”), pero también se abrían al pop californiano más inmediato (“Sentimental Lady”, que meses después se convertiría en el único éxito de Welch en solitario) y, sobre todo, mostraban la excelsa compositora e intérprete que era ya Christine McVie (“Why”).
¿Otro disco navideño? La reacción inmediata es no… hasta que aparece alguno que consigue que uno no quiera asesinar a sus congéneres en tan señaladas fechas. En los últimos años pocos pueden escapar al desastre generalizado de este tipo de productos. Si acaso, Quality Street: A Seasonal Selection for All the Family (2013) de Nick Lowe y A Very She and Him Christmas (2011) de She & Him.
LAMBRINI GIRLS: Who Let the Dogs Out (City Slang-Music as Usual)
Fleetwood Mac tenían la idea de dedicar su disco más exitoso, Rumours (1977), al camello que les surtía de cocaína -finalmente no lo hicieron porque murió antes de que se diseñara la portada y los créditos del álbum-. Pues bien, Lambrini Girls se han pensado en dedicar su disco de debut a todo el alcohol que compraron en un conocido supermercado británico, en concreto 48 cervezas, una botella de vodka, seis botellas de vino, ron, tequila y dos botellas de Lambrini -la marca líder en el mercado británico de sidras de pera-.