ULTRASONICA ARTÍCULOS 1997 MIDNIGHT OIL

ULTRASONICA ARTÍCULOS 1997 MIDNIGHT OIL

Ultrasonica e-zine :: Xavier Valiño

ARTÍCULOS 1997


 Midnight Oil, el compromiso

 

 

Desde los primeros acordes de "Underwater" ya sabes lo que va a suceder. Con su poderosa y retumbante línea de bajo y su duro recitado a cargo de Rob Hirst está claro que estás escuchando a los Midnight Oil más básicos. La misma banda de rock política, punzante, dura, afilada, y un tanto intimidatoria, que llegó hace un tiempo de las Antípodas y cuyo sonido hace que sientas la misma energía que el grupo posee. En los surcos de Breathe, su nuevo disco, puedes ver el sudor cayendo de la cabeza de Peter Garret y las sonrisas de sus componentes mientras se miran, sintiendo un ritmo incesante y recordando que por eso aún necesitan entrar en una habitación cargada, subir el volumen y tocar. Esto es magia. Los Midnight Oil se están divirtiendo.

 

"Surf´s Up Tonight" se desenvuelve en la línea de las imágenes líricas de una húmeda noche de verano, de regreso a los días en que tocaban en los clubes nocturnos de las playas de Sidney, allá por sus comienzos. Una demostración de que son capaces de conservar el romanticismo y la ingenuidad, a pesar de todos los problemas que nos han contado en anteriores discos. Una guitarra en la línea de Hank B. Marvin pone el contrapunto a la melodía que surge de la garganta de Garret, pura cultura surf australiana. Puedes sentir la arena en tus pies.

 

 

La realidad de la vida cotidiana en los 90 no ha sido olvidada, evidentemente. La política también está presente en este disco, pero más escondida, sin la estridencia de tiempos pasados. La realidad apunta un cierto pesimismo en "Common Ground", un reconocimiento de que debemos encontrar una tierra común porque "si nos rendimos a las reglas industriales nos despertaremos entre los deshechos del mañana." El optimismo que desprenden los coros encajan perfectamente en una pieza potente, que tiene su contrapunto en "Home", una visión agridulce del desarraigo, en la que se alaban los poderes curativos del cielo abierto mientras una guitarra etérea nos transporta por ese azul diáfano.

 

La guitarra acústica de "One Too Many Times" es puro country, pero esa inocua apariencia de divertimiento esconde una punzada en la más pura tradición de Midnight Oil, al confrontar una melodía sencilla y pegadiza con la realidad: robo, abuso y avaricia. La armónica da la replica en este tema a una voz que posee el tono y la sinceridad de un John Lennon. Es en momentos como estos cuando nos encontramos con los Midnight Oil clásicos: un agitado rock a medio tiempo que contenta a un mundo cansado en el que se pueden entrever momentos de liberación, como esa "estrella de gloria, estrella de esperanza."  Incluso los instantes de esperanza no pueden esconder, como grita la garganta de Garrett sobre un creciente clímax, que "te toca pagar".                                        

 

Xavier Valiño

ULTRASONICA ARTÍCULOS 1997 THE CHEMICAL BROTHERS

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ARTÍCULOS 1997


The Chemical Brothers, fuerza de la naturaleza

 

 

Tom y Ed van entrando poco a poco en los circuitos habituales del rock. Ellos son, junto a bandas como Underworld, Orbital, The Prodigy o Daft Punk, el rostro del hasta ahora anónimo mundo dedicado a las pistas de baile. Todos hablan de su sorprendente y adictivo directo. Pero conviene saber que en sus discos hay sobradas razones para prestarles atención.

 

Por si acaso alguien no pudo estar en el directo de The Chemical Brothers en Benicassim del año pasado, o en cualquiera de sus dos intervenciones en el Glastonbury británico, por si simplemente aún existe una persona que no ha tenido oportunidad de ver ninguna de sus legendarias actuaciones -aunque sea a través del vídeo-, va siendo hora de darles una oportunidad.

 

En Benicassim, y por petición expresa de ellos, este año hay una nueva ocasión para descubrirlos. Son, ahora mismo, el ejemplo más contundente del cambio que experimenta el mundo del rock, viendo como se le infiltran los magos de las pistas de baile (Underworld, The Prodigy, Orbital…) y -curioso, curioso- ganan por goleada.

 

No son flores de un día. Bien, pudiste pasar por alto su disco de debut –Exit Planet Dust-, o incluso llegar a pensar que su reciente número uno "Setting Sun" era una racha pasajera que tenía más que ver con la colaboración de Noel Gallagher que con los méritos del dúo.

 

Pues tendrás que abandonar tus prejuicios, porque, si sólo les dedicas los 64 minutos que dura su segundo disco para una única escucha, caerás rendido ante la evidencia: este nuevo álbum de los Chemical Brothers es ahora mismo una de esas obras capitales del rock’n’roll, que supera todos los pronósticos en  más de un momento. Para los despistados que aún hay por ahí, Dig Your Own Hole es un argumento de mucho peso.                                     

 

No hay más que escuchar su single actual, "Block Rockin’ Beats". Todas las señales de marca de los Chemical Brothers están en él: ritmos monolíticos, sonidos eléctricos, arreglos metálicos, eructos abrasadores que salen de unos teclados incendiarios, un amasijo de voces por encima y sorprendentes cambios de dirección.

 

Todo un inicio amenazador, que advierte de la tempestad monstruosa que se avecina. Exit Planet Dust era un buen aviso, pero aquí está la confirmación definitiva: lo que escuchas son una cantidad increíble de trucos sonoros sin descanso, algo así como el sonido de una autopista sobrecargada en la hora punta estallando desde tus altavoces.

 

 

Pero Dig Your Own Hole" no se conforma con eso. Hay ganas de avanzar y experimentar. Y los resultados van sentando precedente en la senda que, desde ahora, recorrerán muchos imitadores y otros que, a partir de sus enseñanzas, encontrarán su propio camino.

 

Hay donde dar y tomar. El agitado rock de "Elecktro Bank" y "Dig Your Own Hole", por ejemplo, con sus contundentes ritmos y sus explosivas guitarras por encima. Las tinieblas altamente intoxicantes de "Piku". La pesadilla electrónica de las inseparables "It Doesn’t Matter" y "Don’t Stop The Rock". El retro-funk de "Lost In The K-Hole". El techno-folk de "Where Do I Begin", en el que los lamentos de Beth Orton son apuntalados por el dúo de forma sorprendentemente contenida.

 

Aunque la mayor y más arriesgada progresión son los grandiosos nueve minutos finales de "The Private Psychedelic Reel", con los desvaríos psicodélicos de Mercury Rev, una desvergonzada sinfonía rock para la era espacial, puesta en órbita a través de vibrantes ritmos jurásicos. Por un momento uno piensa que Rick Wakeman va a saltar desde el espacio en cualquier momento, disfrazado con aquellas ropas de mago-hechicero con las que asombraba al personal en los 70.

 

Una vez que ya no cabe la menor duda y uno se ha convertido definitivamente, llega la hora de darle una nueva oportunidad a  "Setting Sun". Sí, por supuesto, no es más que el "Tomorrow Never Knows" de los Beatles al servicio de las pistas de baile. Sólo que junto con "Firestarter" y "Born Slippy" permanece como el caramelo más envenenado que jamás se haya encaramado a la cima de las listas de éxito. Aún hoy, después de ser repetida hasta decir basta, suena como una fuerza desatada de la naturaleza.

 

Y en eso consiste la magia de la música pop. Recuerda, si no, la primera vez que escuchaste "God Save The Queen", "Smell Like Teen Spirit", "Higher Than The Sun" o "Groove Is In The Heart". Todos, como los auténticos momentos cruciales en la música, contagian desde el primer momento y ayudan a renovar el rock. En ese camino estamos.

 

Xavier Valiño

ULTRASONICA ARTÍCULOS 1997 ERYKAH BADU

ULTRASONICA ARTÍCULOS 1997 ERYKAH BADU

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Erykah Badu, la revelación

 

 

Cantante y compositora de sonoridades jazz, soul y hip-hop, Erykah Badu ve ahora como se lanza su disco de debut. Nacida en el sur de Dallas hace 25 años, para la cantante hip-hop significa poesía, jazz y artes visuales. Talento, originalidad y una imagen exótica forman parte de su imagen de marca, y su primer y brillante disco deja a cualquiera sin palabras.

 

Se confiesa admiradora de Stevie Wonder, Emotions, Chaka Khan, Al Green, Marvin Gaye, Minnie Riperton y los Isley Brothers, pero lo suyo tiene más que ver con las divas de los años 40 y 50, eso sí, con un ojo bien puesto en el blues del siglo XXI.

 

Combinar el sentimiento profundo y el sentido del blues de Billie Holiday con los ritmos más actuales y embrujadores -el trip-hop-, no es ninguna novedad: Portishead han investigado en esa dirección durante unos cuantos años. Lo que distingue a Erykah Badu de estos grupos es la forma en la que une todas sus influencias.

 

 

Donde Portishead escarban en el potencial de su música a través de la tristeza y la desesperación, Erykah Badu encuentra la fuerza en las experiencias de sus predecesores. Las imágenes de "On & On" nos devuelven a El color púrpura, pero el mensaje de esta cantante se centra en la mejora de cada uno y su inteligencia.

 

Su voz se pasea por todos los registros, reforzada por una lujosa producción que recuerda a la del compañero de viaje D’Angelo. Esta combinación a veces se alía con mensajes de anhelo, como en "Drama", que sigue el camino utópico trazado por Soul II Soul o Arrested Development. En Baduizm, las canciones siguen un orden muy estudiado, con repeticiones, adornos líricos y una serie de refranes musicales. Incluso cuando la cosa se vuelve demasiado académica, los giros nos llevan a derroches sensuales como "Sometimes…".

 

Después de meses y meses de sequía, y años y años de voces femeninas de color que no dicen absolutamente nada, encontrarse con una gema como ésta puede darle sentido a todo este tiempo de espera. El soul ha sufrido durante mucho tiempo, lo que De La Soul definieron como "perras del rhythm & blues cantando canciones de mierda", pero Erykah Badu es la bocanada de aire fresco por la que el género lleva suspirando bastantes lustros.

 

Xavier Valiño

ULTRASONICA ARTÍCULOS 1997 MOBY

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Moby, decibelios sorpresa

 

 

Táchese lo inapropiado: no bebe, amigo del hardcore, no consume drogas, amante del speed metal, cristiano, techno-punk practicante, inconformista, eco-terrorista, traidor del dance, vegetariano… Sí, todo y nada a la vez. Estos son los adjetivos con los que empiezan la mayoría de los artículos que puedas leer sobre Moby.

 

No es que Moby no sea algo, todo o nada de lo que queda dicho. Ha sido demasiadas cosas en su vida y en su música, y muy probablemente siempre lo será. "Mi madre tomaba ácido cuando estaba embarazada de mí. Supongo que eso explica bastantes cosas". ¿Confundido? Lo estarás. ¿Enojado? Si insistes. ¿Deslumbrado? Podría ser. ¿Excitado, inspirado, estremecido? Deberías estarlo.

 

Así que, si debemos hacernos la pregunta, ¿quién diablos es Moby y por qué? Richard Hall, que de él se trata, nació en Nueva York y creció educado por su madre soltera y sus abuelos, repartiendo su tiempo entre las calles y una comuna hippy.

 

Como la mayoría de descastados de su generación, Moby empieza en la música con el espíritu del ‘háztelo tu mismo’ del punk. Después de pasar por varias bandas seminales de la escena metal de la ciudad de los rascacielos, se introduce en el mundo del acid-house, consiguiendo éxitos y convirtiéndose en una de sus escasas estrellas, por dar la cara y por el carisma de su directo.

 

 

Mientras, se dedica a producir a Smashing Pumpkins, Michael Jackson, Metallica, Orbital, Soundgarden, Pet Shop Boys y cientos más. Con su debut Everything Is Wrong demuestra que el techno puede tener más diversidad que cualquier otro estilo.

 

Pero algo estaba cambiando. "Casi toda la música que me ha inspirado en el último año ha sido rock", decía hace poco. Esa declaración nos da una idea de por donde va Animal Rights, su nuevo e inesperado disco. No hay teclados, ni secuenciadores, ni samplers… sólo guitarras, y muy, muy fuertes, pletóricas de una energía supersónica casi cómica. Tanto que va a conseguir confundir y levantar a su audiencia de una forma no vista desde que Bob Dylan abrazó la electricidad.

 

Como siempre, eso no es todo, viniendo del artista más iconoclasta de los últimos tiempos. En su primera edición regala otro compacto de música ambiental, en la línea del Brian Eno más pesado o logrado, según el momento en que lo escuches. ¿Qué vendrá después? Ni la más mínima idea. Nadie dijo que este trabajo fuera fácil.

 

Xavier Valiño

ULTRASONICA ARTÍCULOS 1997 THE-MAKE-UP

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THE MAKE-UP: "Sound Verite"

 

 

 Hace tiempo que un grupo no sonaba tan sucio como The Jon Spencer Blues Explosion, tan primitivo como Rocket From The Crypt, tan ruidoso como MC5 y, sobre todo en este Sound Verite, tan soul como… -coloca el nombre que más te excite-.

 

Después de dos discos en directo -el último, publicado aquí también este año-, todavía parece increíble que aquellos escépticos reyes del hardcore llamados Nation Of Ulysses se hayan convertido en la descendencia bastarda de Prince y se hayan reinventado a sí mismos como The New Soul Power Generation.

 

 

Aunque el fervor religioso de las grabaciones en directo parecía fundamental hasta ahora para el gospel revolucionario de The Make-Up, Sound Verite es la prueba de que han quedado cautivados y encerrados en el mundo lo-fi del capo del sello K, Calvin Johnson. Al igual que en el grupo de éste, Dub Narcotic, hay donde encontrar soul de baja fidelidad: las guitarras lastimeras y borrachas de "What’s The Rumpus", el órgano doo-woop de "If They Come In The Morning" o un bajo crispado a lo largo de toda la función. 

 

 

Xavier Valiño
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