CANARIAS EN VELERO
A toda vela por las Canarias
No es que sea demasiado original, pero sí es una forma diferente de recorrer las Islas Canarias: en un velero de época. Perfecto para olvidarse de lo más tópico y lanzarse a una pequeña aventura. Sin miedos, ya que no es necesaria experiencia previa en la navegación a vela, y, además, con un poco de interés y si acompaña la colaboración del patrón, se puede aprender bastante.
El Noorderlicht es un velero holandés de época de 30 metros de eslora y dos mástiles que en los meses de noviembre a mayo se dedica a recorrer las Islas Canarias, aprovechando su benigno clima. El resto del año sus travesías tienen por destino los mares del Norte, con el puerto holandés de Enkhuizen como base.
Fue botado a principios de siglo, al igual que la mayoría de veleros que se dedican a este tipo de recorridos, y ha sido reconstruido hace cuatro años para la navegación turística. Tiene diez camarotes dobles, cuatro duchas, una cocina completa y un salón. Además de los viajeros -nunca más de veinte- la tripulación la componen un patrón, un ayudante y un cocinero.
Después de un primer día a bordo es cuando se llega a conocer sus limitaciones. En principio, los camarotes son bastante pequeños, lógico si tenemos en cuenta la eslora de la nave. Así que no queda más remedio que aprender a desenvolverse en un espacio reducido y a convivir con desconocidos durante unos días.
Conviene también ir preparado para el mareo en el mar, algo que no suele aparecer en ningún folleto y sobre lo que nadie previene. Casi nadie se libra de pasar por ese trago, en especial el primer día, y con más razón si el viento sopla con ganas. Unas pastillas a tiempo pueden ayudar bastante.
Participar en las tareas de la cocina requiere también cierta clase de equilibrio y buena salud, ya que una parte de las comidas a bordo se hacen con el velero a plena marcha. Más sencillo es colaborar a la hora de izar las velas, aunque se requiere un cierto esfuerzo y paciencia: puede pasar un buen rato antes de ver todas las velas desplegadas.
El viaje más habitual zarpa de Las Palmas de Gran Canaria para recorrer durante siete días tres de las Islas del archipiélago: Gran Canaria, Tenerife y Gomera. En este caso el precio no suele pasar de las 50.000 pesetas, más un fondo entre los viajeros de menos de 15.000 pesetas para pagar la comida de a bordo -media pensión-, el combustible y los gastos de atraque en puerto.
Otra posibilidad son los viajes de quince días de duración, que recorren las cinco islas más occidentales: Gran Canaria, Tenerife, Palma, Gomera y Hierro. Su precio no llega a las 100.000 pesetas y el fondo anda por unas 25.000.
Durante estos meses se hacen dos travesías hasta Madeira de quince días, con más de 48 horas de navegación sin escalas. También es posible acompañar a la tripulación, en este caso en régimen de pensión completa, en el trayecto Holanda-Canarias -y la vuelta- por alta mar. Cualquiera de las rutas propuestas puede sufrir alguna variación, según los vientos y el tiempo, algo que no suele ser habitual.
La travesía marítima da más que tiempo para tomárselo con calma y la mejor idea es buen libro en los momentos de calma chica. La mayor parte del viaje se pasa en cubierta, que se vuelve un tanto pequeña cuando el viento sopla con fuerza, el barco se escora y toda la tripulación se coloca en el mismo lado esperando llegar a puerto cuanto antes.
No todo se reduce a la navegación y hay días en los que el barco está atracado en los puertos para que sea posible realizar excursiones a los lugares más interesantes de cada isla.
Desde el puerto de Santa Cruz de Tenerife se suelen organizar viajes hasta el Parque Nacional del Teide, en los que es posible realizar alguna caminata hasta la cumbre o recorrer los Roques, curiosas formaciones rocosas de origen volcánico en medio de un paisaje ciertamente lunar. En la misma isla de Tenerife resulta excelente la caminata que desde Adeje, cerca de Los Cristianos, se puede realizar por el Barranco del Infierno hasta el final del sendero, coronado por dos cataratas.
Del mismo modo, desde Santa Cruz de la Palma es posible acercarse al impresionante Parque Nacional de la Caldera de Taburiente. En la isla de la Gomera conviene perderse por sus profundos valles e intentar escuchar los silbidos que sirven de comunicación entre los isleños. Y en Gran Canaria puede visitarse su larga meseta, con una rica flora autóctona, entre las que están las famosas orquídeas.
Tan sólo queda por decir que la mayoría de viajeros en estas travesías a vela delñ Noorderlicht suelen ser, hasta ahora, holandeses y alemanes, así que el idioma habitual suele ser el inglés. Avisado quedas.
AGENCIAS DONDE INFORMARSE Y CONTRATAR EL VIAJE
– Años Luz (94-4242215)
– Alventus (95-4210062)
– Albir (96-5845175)
– Bioshelter (91-6832507)
– De Viaje (91-6832507)
– Forca 6 (93-4511338)
– Tuareg (93-2652391)