CAMPUS GALICIA ENTREVISTA CON COTI

ENTREVISTAS 2003

Coti, el viajero infatigable

La historia de Coti es la crónica de un largo viaje. No debe ser fácil meter en la maleta un primer disco en solitario recién grabado, dejar un país (Argentina) y buscar un nuevo lugar (España) donde desarrollar su música en las debidas condiciones. Una música que recrea la mejor tradición del pop-rock latino, en el que la melodía reina por encima de todo. “Ahí está la clave de la historia de la música”, dice Coti. Y sabe de lo que habla. Experiencia no le falta: la música viaja con él desde los 11 años.

Coti Sorokin nació en Rosario (Argentina) y pronto comenzaron los viajes. A los tres años se traslada con su familia a Entre Ríos, donde comienza a estudiar guitarra y teoría musical. De vuelta a Rosario continúa los estudios en la Facultad de Humanidades y Artes, mientras forma el grupo Luz Mala, y graba un disco producido por Lito Nebbia, “el creador del rock en español”, según Coti.

Y continúan los viajes. Coti se traslada a Buenos Aires, encuentra a Javier Calamaro (sí, el hermano de Andrés), compone para otros artistas, se hace habitual de los estudios de grabación y comienza a producir. Así nace el primer disco de Javier Calamaro, compuesto y producido al alimón en 1995. Juntos hacen también el disco Chiapas, en el intervienen Café Tacuba, Ilya Kuryaki y los Valderramas, León Gieco, Fito Páez, Paralamas, Mercedes Sosa, Charly García, La Maldita Vecindad… De esta forma, Coti Sorokin produce a los grandes del rock latino.

También produce a los emblemáticos Enanitos Verdes -“un subidón terrible porque el grupo había trabajado con los mejores productores”, dice Coti- y colabora estrechamente con Andrés Calamaro en Honestidad brutal. “Trabajamos 100 canciones para elegir 37”, afirma Coti. “Ninguno sabía lo que iba a hacer el otro con los arreglos. Nos tirábamos a la pileta todo el tiempo. Íbamos armando telarañas”. Por esto, a nadie puede extrañar que Andrés colabore en este primer disco de Coti, cantando a dúo la canción “Nada fue un error”.

Con la experiencia a cuestas, Coti piensa en su música, en sus canciones, en su disco. “Sabía que en algún momento me iba a llegar el momento. Siempre me sentí cómodo en la composición, empiezo a encontrarme bien grabando mis canciones para que las canten otros, como Diego Torres, Alejandro Lerner… Así es cómo me instalo un estudio en casa para comenzar mi disco”.

Coti empieza a grabar su primer álbum en enero de 2001. “Busco una veta, un estilo: pop-rock con aire de los 60 en el concepto de las canciones y voces, en las que la melodía es lo principal. Ahí está la clave de gran parte de la historia de la música. Siempre fui muy trabajador. Escribir, escribir, ejercitar. Creo en el ejercicio de hacer las cosas a conciencia, diariamente”.

Con estas once canciones producidas por Coti Sorokin y Cachorro López, grabadas en Buenos Aires, mezcladas en Miami y masterizadas en Madrid, Coti se busca la vida. “No es necesario explicar la situación actual en Argentina. Hoy es muy difícil vivir de la música allá y siempre me interesó España y sus artistas. El “Mediterráneo” de Serrat marcó mi infancia. Por suerte, destino o no se qué, el disco llegó a España y aquí estamos. No es fácil cambiar de país, pero me parece una gran aventura estar acá. Soy como un artista español. Ahora vivo en España y con ganas de quedarme, de estar aquí y allá”.

Coti ya tiene su primer disco como solista. Su tarjeta de presentación, su primer single es “Antes que ver el sol”, enorme canción y demostración palpable de la actitud musical de Coti en su primer disco. Once canciones que abarcan estilos diversos, siempre fronterizos, siempre latinos, siempre personales. Comienza otra etapa para Coti. Esta vez desde España y con once grandes canciones en su equipaje. Buen viaje.

Xavier Valiño

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