CAMERA OBSCURA: Desire Lines
CAMERA OBSCURA: Desire Lines (4AD)
Tras My Maudlin Career, Camera Obscura se han tomado cuatro años. Uno de los principales motivos para el descanso fue el cáncer que le diagnosticaron a su teclista, Carey Lander. Parece que Tracey Campbell lo aprovechó para pensar en su trayectoria y darle continuidad a aquel disco con algún cambio.
La principal, el productor, Tucker Marine (REM, The Decemberists, My Morning Jacket), con el que grabaron en Portland, Oregón. Entre él y el grupo, perfectamente conjuntado, refuerzan las melodías y, aunque la sección de cuerda vuelve a aparecer, ahora sirve de apoyo a las canciones, en lugar de guiarlas.
Quizás haya que reconocer que en sus canciones hay ahora más seguridad, sin abandonar del todo esa temática habitual de corazones rotos y depresiones que se curan en cama. Desire Lines es ya su quinto disco en más de tres lustros, otro buen álbum de pop de un grupo que hace que parezca fácil, primando las melodías y las harmonías. Y eso es tan evidente en los momentos más joviales (“Do It Again”, “Break it to You Gently”) como en las baladas (“Cri de Coeur”, “Fifth in Line to the Throne”), en el pop a lo Motown (“This Is Love”) como evocando a The Go-Betweens (“William’s Heart”) o a Johnny Marr (“Every Weekday”).
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