CALEXICO LIVE 2009
Calexico en concierto
Que Calexico cuente con dos alemanes, un americano de origen hispano y un español ya dice mucho. También deja bien claro que donde más a gusto se sienten es en Europa. Pero, sobre todo, lo que viene a decir es que Joey Burns y John Convertino son dos ciudadanos del mundo de amplias miras.
Por eso, aunque sus canciones respiren desierto por todos los poros de su sonido y aunque sientan la frontera más anímica que físicamente, Calexico han logrado una repercusión con la que pocos podrían contar a priori a partir de lo que más cerca tienen. Sus giras, sus conciertos, sus recitales, sus presentaciones son para ellos la forma de vivir su sueño en ese mundo global que los acoge con los brazos abiertos y para nosotros de sentir una música que casi nadie más hace y menos de ese modo, si exceptuamos a la banda madre de la que salieron, Giant Sand.
En la noche del pasado viernes, Calexico agradecieron tener como escenario un teatro, tanto como la respuesta del público, ya que se habían sentido un tanto agobiados la noche anterior en una apretada sala madrileña y, al iguala que nosotros, venían buscando espacio y calma para dejarse llevar. Excelentes músicos, la magia del grupo está en dejarlo claro sin mostrar sus habilidades con trucos fáciles y en servir a la canción y no al callejón sin salida del exhibicionismo.
Venían a presentar Carried To Dust pero, sobre todo, venían a dejar atrás Garden Ruin, a superar un disco que no fue acogido como los anteriores. Y lo hicieron echando mano de sus ya clásicos, sí, pero también dejando claro que las nuevas canciones ganan incluso sobre el escenario. Es más: “Man Made Lake” se convirtió en la espina dorsal de su repertorio, con “Writer’s Minor Holiday” (sí, la canción sobre la huelga de guionistas de Holywood) pisándole los talones.
Casi intachable la elección del repertorio (dejando para el final “Victor Jara’s Hands”, “House Of Valparaiso” y “Red Blooms”, atacando el primer bis con su instrumental más contagioso, “Minas de cobre”), Calexico se crecieron con la trompeta de Jacob Valenzuela como el nexo de unión más claro con la audiencia, con un John Convertino sobrio dirigiendo desde la sombra sin que se notase lo más mínimo, un Joey Burns especialmente comunicativo y la magia del peda-steel tocado por Paul Niehaus.
También hubo algún pero, como una versión un tanto atropellada, en relación a anteriores conciertos suyos en nuestro Estado, de “Alone Again Or”, que no serviría para sustentar lo que algunos afirman -que mejoraron el original-. Pero a pesar de ese desliz con un tema que parece haber sido compuesto para que Calexico lo hagan suyo cada noche, nunca la Ría de Vigo estuvo tan cerca de disfrutar y morder el polvo del desierto.
(Sala Fundación Caixanova, Vigo, 16 de enero de 2009. Promotor: Sweet Nocturna. Público: lleno. 1000 espectadores)