BOB DYLAN 2009
Bob Dylan, tiempo pasado
El pasado 28 de abril, Bob Dylan publicaba en todo el mundo su nuevo álbum Together Through Life. Producido por Jack Frost (su álter ego), el disco se grabó el año pasado y es el 46º álbum del veterano cantante. El disco sigue a Modern Times y en las diez canciones con sabor añejo del nuevo álbum, junto a Bob Dylan (voz, guitarra, teclados) están los músicos Mike Campbell (guitarra), David Hidalgo (acordeón, guitarra), Donnie Herron (steel guitar, banjo, mandolina, trompeta), Toni Garnier (bajo) y George G. Receli (batería).
Todas las letras del disco están firmadas por Bob Dylan y Robert Hunter (cantante, letrista, traductor de Rilke y poeta, conocido por sus colaboraciones con Jerry García y Grateful Dead) excepto “This Dream Is You”, escrita por Dylan en solitario. La composición de las músicas corre a cargo de Dylan, excepto “My Wife's Home Town”, en la que también aparece la firma del bluesman Willie Dixon. Ésta es la entrevista que ha dado para acompañar la edición del disco.
Buena parte de este álbum parece un disco de Chess de los años cincuenta. ¿Tenías ese sonido en la cabeza o llegó cuando empezaste a tocar?
– Bastantes de esas cosas producen esa sensación. Es sobre todo la manera en la que se tocaron los instrumentos.
¿Te gusta ese sonido?
– Oh, sí, mucho… Los viejos discos de Chess, los discos de Sun… Pienso que ése es mi sonido favorito para un disco.
¿Qué te gusta de ese sonido?
– Me gusta el ambiente de esos discos, la intensidad. No es un sonido cargado. Hay fuerza y suspense. Toda la vibración parece como si viniese del interior de tu mente. Está vivo. Es apropiado. Se clava en tu cabeza como un dolor de muelas.
¿Crees que los hermanos Chess eran conscientes de lo que estaban haciendo?
– Por supuesto. ¿Cómo podrían hacerlo si no? Creo que pensaron que estaban haciendo historia.
¿Conociste a Howlin’ Wolf? ¿A Muddy Waters?
– Vi varias veces actuar a Wolf, pero nunca lo conocí. A Muddy lo conocí un poco.
Sospecho que muchos hombres se identificarán con “My Wife's Home Town”. ¿Te has metido en un lío alguna vez con tus suegros por tus canciones?
– No, realmente. A la única persona a la que le podría importar, le encanta. De todos modos, esta canción era como un cumplido.
¿Se te acercan los parientes en la barbacoa y te preguntan cuándo vas a escribir una canción para ellos?
– Oh, sí, la mujer de uno de mis tíos solía molestarme todo el tiempo, “Bobby, ¿cuándo vas a escribir una canción sobre mí? Ponme en la radio”. Me resultaba incómodo.
¿Como conseguías escabullirte?
– Decía, “Ya lo he hecho, tía. No escuchas las emisoras correctas”.
¿Tienes en la cabeza una imagen del lugar donde transcurren estas canciones? ¿Dónde está el tipo de “Life Is Hard” cuando canta la canción?
– Surge de una película de un viaje por carretera de Kansas City a Nueva Orleáns. El tipo probablemente está en algún lugar del camino.
¿Cómo te involucraste y cuándo fue eso??
– El director francés Olivier Daham me pidió que compusiese algunas canciones para una película que él escribía y dirigía. No recuerdo exactamente cuándo fue, aunque seguramente fue en algún momento del año pasado.
¿Qué encontraste en la intriga? ¿En todo momento debes conseguir que las canciones se aproximen al argumento de la película?
– Había visto una de sus películas, la que trata sobre la cantante Edith Piaf, y me gustó. Se trata de un viaje… un viaje de auto-descubrimiento. Tiene lugar en Sudamérica.
¿Quién sale?
– Cuando hablamos, no sabía quién iba a salir. Creo que ahora está protagonizada finalmente por Forest Whitaker y Renee Zellweger.
¿Y quería que hicieses la banda sonora?
– Sí, más o menos. Pero no fue muy específico. Lo único que necesitaba con seguridad era una balada para que el protagonista principal la cantase hacia el final de la película. Y ésa es la canción “Life Is Hard”.
¿Todas las canciones del disco fueron escritas para la película?
– No realmente. Empezamos con “Life Is Hard” y entonces el disco tomó su propia dirección.
El nuevo disco es muy diferente de Modern Times, que fue un número uno. Parece que cada vez que tienes un gran éxito, a la siguiente ocasión cambias las cosas de sitio. ¿Por qué no intentas exprimirlo un poco?
– Creo que exprimimos todo lo que pudimos el anterior disco. Lo dejamos seco. Todas las canciones de Modern Times fueron escritas e interpretadas en el más amplio registro posible, tenían un poco de todo. Estas nuevas canciones tienen una vertiente más romántica.
¿Cómo es eso?
– Estas canciones no necesitan abarcar el mismo terreno. Las canciones de Modern Times actualizaron mi repertorio, y la luz se dirigía hacia cierta dirección. Has de tener a alguien en mente como una audiencia, de otro modo no tiene sentido.
¿Qué quieres decir con esto?
– No parecía haber ningún consenso general entre mis oyentes. Algunos preferían las canciones de mi primer periodo. Algunos, el segundo. Algunos, el periodo cristiano. Algunos, el postcolombino. Algunos, el prerrafaelista. Alguna gente prefiere mis canciones de los noventa. Veo que ahora a mis oyentes no les preocupa de qué periodo son mis canciones. Sienten el estilo y la sustancia de una forma más visceral y se conforman con ello. Las imágenes poéticas no les obsesionan. Si hay un astrólogo con antecedentes criminales en una de mis canciones, no va a hacer que cualquiera se pregunte si la raza humana está condenada. Las imágenes están tomadas en el valor nominal, y esto me liberó.
¿En qué sentido?
– Por ejemplo, si hay sombras y flores y salientes cenagosos en una composición, eso es lo que son en esencia. No hay mistificaciones. Es la única manera en que puedo explicarlo.
¿Como una locomotora, un par de botas, un beso o la lluvia?
– Exacto. Todas estas cosas son lo que son. O fragmentos de lo que son. Es la manera en que las mueves lo que hace que funcione.
Hay mucha violencia en estas canciones: aconsejas a quien vaya a Houston que mantenga ajustadas las correas de su pistola; alguien está empaquetando un “Especial Noche del Sábado” en “Jolene”; hay un frío y sanguinario asesino acechando la ciudad en “It's All Good”; y la mujer de “My Wife's Home Town” hace que el cantante mate a alguien. ¿Poner violencia en la canción hace que aumente la apuesta?
– ¿Qué quieres decir?
¿Hace más arriesgada la canción?
– No. El punto principal es reconocer las cosas sin enfadarse. Pienso que está justificada. Eliges estas cosas con cuidado.
Últimamente has estado trabajando en diferentes campos. Tu libro ha sido un best-seller, has actuado en una película, tu programa de radio Theme Time Radio Hour es muy popular y has expuesto tus pinturas. ¿Trabajar en otros medios retroalimenta a la música?
– Creo que si eso ocurre, podría ocurrir al revés.
¿Crónicas fue un trabajo así?
– Por su puesto, Crónicas tiene su propio ritmo. Y creo que salió de tocar canciones.
¿Qué te parece tu obra artística?
– Eso es completamente mágico. Siempre había pintado, pero hasta hace poco nadie se había mostrado interesado en ello.
¿Y ahora?
– Bien, he expuesto en un museo, me he asociado a una galería de Londres, y habrá, probablemente, otra exposición en un museo europeo en 2010. Voy subiendo para mantenerme. Me han encargado nuevas pinturas y quieren que trabaje con hierro y plomo.
¿Cómo encuentras el tema?
– Dibujo lo que me resulta interesante, y entonces lo pinto. Filas de casas, acres de huertos, líneas de troncos de árboles, podría ser cualquier cosa. Puedo tomar un cuenco de fruta y convertirlo en un drama de vida y muerte. Las mujeres son figuras poderosas, así que las represento de esa manera. Puedo encontrar a gente para pintarla en comunidades de casas rodantes. También podría pintar a burgueses. No intento hacer comentario social o satisfacer la visión de alguien, puedo encontrar el tema en cualquier lugar. Intuyo que, en cierto modo, sale del mundo popular del que he surgido.
Despiertas en la habitación de un hotel en Wichita y miras por la ventana. Una niña está caminando a lo largo de las vías del tren arrastrando una gran estatua de Buda en un vagón de madera mientras un perro de tres patas la sigue. ¿Alargarías la mano para coger la guitarra o el cuaderno de dibujo?
– ¡Oh, vaya! Dependería de muchas cosas. Sobre todo del ambiente; como qué día hace. ¿Es un cielo gris azulado sin nubes o parece que va a llover? ¿Una niña que arrastra un vagón con una estatua en él? Probablemente pondría eso último. El perro de tres patas… ¿de qué clase? ¿Espaniel, buldog, retriever? Eso supondría una diferencia. Tendría que pensarlo. Depende del ángulo desde el que lo mire. Segunda planta, tercera, octava… No lo sé. Quizá querría bajar allí. También las vías del tren. Tendría que encontrar una manera de conectarlo todo. Supongo que pensaría si eso era un augurio o presagio de algo.
Si un joven considerase seguir una carrera artística para conocer a muchas mujeres, ¿qué sería mejor, que aprendiese a pintar o a tocar la guitarra?
– Probablemente ninguna de las dos cosas. Si tiene mujeres en la cabeza, es mejor que piense en hacerse abogado o médico.
¿En serio?
– Sí, en serio. Quizá detective privado, pero ésa sería una motivación equivocada para cualquier carrera.
En “If You Ever Go To Houston” el protagonista envía mensajes a tres hermanas de Dallas; dos mandan saludos amistosos, pero la otra advierte “Reza la oración del pecador”. ¿Qué es la oración del pecador?
– Es una que empieza con “Padre, perdóname porque he pecado”.
El tipo de “If You Ever Go To Houston” menciona que estuvo en la Guerra de México. Mucha gente piensa que los americanos trataron mal a los españoles en Texas, pero se les escapa el hecho de que los españoles siempre reivindicaron Texas para México sin poblarlo. Dibujaron una gran línea en el mapa y dijeron: “Todo esto es nuestro”. La gente que realmente vivió allí fueron colonos blancos e indios, y ninguno de ellos quiso saber nada de España o su colonia mexicana. ¿Crees que Sam Houston se merece su mala reputación?
– No lo sé. Nunca había oído que tuviera mala fama. ¿Hemos hablado sobre el Sam Houston estadista, soldado y político? Sam Houston fue el gobernador de dos estados, Texas y Tennessee. ¡Quién más ha hecho eso! ¿Qué mala reputación se le supone?
Bien, separó Texas de México.
– No lo hizo. Lo separó de España. Como algún otro separó Florida de España. ¿De dónde surge su mala fama?
Alguien lo insultaba en la película Gigante, con lo que Rock Hudson se enfurecía completamente. Y creo que Steve Earle le lanzó un golpe, o quizás se lo pegó al Coronel Travis.
– Gigante trata del dinero. Ahí es donde Jimmy Dean le dice a Rock Hudson, “Yo tendré más dinero que tú y todo el resto de vosotros, hijos pestilentes de Benedict”. Creo que fue por eso por lo que Rock se enfurecía. Steve Earle puede que sepa algo que desconozco. En cuanto a Travis, fue abogado y murió en el Álamo. Podría haber algo personal.
Las secciones instrumentales de tus álbumes tienen una cualidad diferente a lo habitual en las secciones instrumentales del rock. Por ejemplo, en un disco de Aerosmith, como mínimo una parte es un solo de Joe Perry. Mientras que hay una maravillosa interpretación en “Beyond Here Lies Nothing”, no oímos la habitual técnica de un solo de guitarra. ¿Tienes una manera especial de abordar las secciones instrumentales en una grabación?
– ¿Qué puedo decir? Si tuviese a Joe Perry conmigo, todo sería diferente. Sin embargo, no ha estado ahí. De todas formas, los solos no son una parte importante de mis discos. Nadie los compra para oír solos. Lo que intento hacer es que las secciones instrumentales sean dinámicas y una extensión del sentimiento global de la canción.
¿Quién toca contigo ahí?
– Mike Campbell.
¿Hay una antigua relación con Mike?
– Sí. Tocó mucho conmigo cuanto estuve tocando con Tom Petty.
Vi algunos de esos conciertos. Me gustó particularmente el segmento del concierto en el que estabais tú, Mike y Benmont sin bajo ni batería.
– Sí. Resolvimos algunas cosas. Me hubiera gustado desarrollarlo más, pero no se hizo.
¿Cómo es trabajar con él?
– Es bueno conmigo. Ha estado trabajando tanto tiempo con Tom que lo oye todo desde el punto de vista de un compositor de canciones y puede tocar cualquier estilo.
Hay mucho acordeón en el disco… en lugares donde se esperaría oír la armónica, el órgano o la guitarra solista.
– Sí, creo que sí. El acordeón puede sonar como todos esos instrumentos. Realmente, habría querido utilizarlo en algunos de mis discos anteriores.
¿Quién lo toca?
– David Hidalgo.
¿Habías tocado tú y los muchachos juntos antes?
– Creo que sí. Los Lobos tocaron en varios conciertos conmigo en México hace tiempo. Recuerdo haber tocado entonces algunas cosas con David y César.
¿Sería posible que incluyeses un acordeón en el escenario?
– Por supuesto, podría encajar en mi sección rítmica.
¿Escribiste alguna de las canciones teniendo en mente el acordeón o llegó durante las sesiones?
– Empleo un acordeonista cuando doy conciertos todo terreno. Es un instrumento perfecto para un montón de estilos. Está orquestativa y percusivamente en el mismo compás. Realmente, los acordeonistas fueron los primeros músicos que vi cuando era niño.
“Abrió los ojos a la melodía del acordeón”.
– Exactamente.
Dime algo sobre Joey Gallo.
– ¿Qué quieres que te diga de él?
Escribiste una canción sobre él, “Joey”, del álbum Desire. Algunos opinan que te tomaste algunas libertades con respecto a la verdad.
– ¿De verdad? No sabría decirte. Jacques Levy escribió la letra. Jacques tenía una mente teatral y escribió bastantes obras. Así que la canción pudo haber sido teatro de la mente. La canté. Algunos dicen que Davy Crockett se tomó algunas libertades con la verdad y Billy el Niño también, FDR [Franklin Delano Roosevelt] en Trinidad. ¿Habías oído eso?
Ciertamente no lo recuerdo. “Cuando Roosevelt vino a tierra del colibrí”. Me pregunto si alguien escribió en Georgia o Ucrania una canción sobre la visita de George Bush. Sé que le pusieron su nombre a la carretera del aeropuerto después de que él y su popularidad, en esos lugares, seguían estando muy altos, incluso cuando en casa nadie lo quería.
– Ponen el nombre de mucha gente a las carreteras.
En “My Wife's Home Town” hay un verso que dice: “De todos modos, los sueños nunca trabajaron para mí”. ¿Realmente crees eso?
– Sí. Los sueños pueden llevarnos a un callejón sin salida. Todo el mundo tiene sueños. Vamos a dormir y soñamos. Siempre he pensado que salen del subconsciente. Creo que se pueden interpretar. Los sueños nos dicen mucho de nosotros mismos, si podemos recordarlos. A veces podemos ver lo que hay al girar la esquina sin ir realmente a la esquina.
¿También pueden los sueños significar esperanzas para el futuro?
– Por supuesto. Creo que la cosa está en sobre cómo utilizamos la palabra. ¿Esperanzas para el futuro? Siempre lo he relacionado con miedos hacia el futuro. Esperanzas y miedos van juntos como un equipo de comedia. Pero sé lo que estás diciendo. Es como en la canción de los Everly Brothers “All I Have To Do Is Dream” [“Todo lo que tengo que hacer es soñar”]. Si dijesen, “Todo lo que tengo que hacer es tener esperanza”, no estarían diciendo lo mismo.
¿Y respecto a los sueños políticos?
– Oh, sí. Los políticos tendrían sueños políticos, sueños y ambiciones. Quizá estamos hablando de dos cosas diferentes.
¿Cuál es tu opción política?
– La política es espectáculo. Es un deporte. Es para los muy acicalados y ricachones. Los vestidos impecablemente. Los juerguistas. Los políticos son intercambiables.
¿No crees en el proceso democrático?
– Sí, pero, ¿qué se ha logrado con los políticos? Los políticos crean más problemas de los que resuelven. Puede ser contraproducente. El poder real está en manos de pequeños grupos de gente, y no creo que estén legitimados.
Volviendo a la política, ¿qué opinabas de Jesse Ventura [ex gobernador de Minnesota], siendo de Minnesota?
Hizo algunas cosas buenas, o por lo menos lo intentó.
– Nunca lo conocí. Lo único que sé del gobernador es que el fan de los Rolling Stones.
¿Tus viejos compinches?
– De vez en cuando tengo noticias de Keith, pero eso es todo.
¿Qué opinas de los Stones?
– ¿Qué opino de ellos? Hace bastante que están acabados.
Hicieron una gigantesca gira el año pasado. ¿Los llamas acabados?
– Oh, sí, te refieres a Steel Wheels. No estoy diciendo que no sigan funcionando, pero necesitan a Bill [Wyman]. Sin él son una banda de funk. Serán los verdaderos Rolling Stones cuando consigan que regrese Bill.
Bob, estás anclado en los ochenta.
– Lo sé. Estoy intentando liberarme.
¿Realmente piensas que los Rolling Stones están acabados?
– Claro que no, están lejos de estar acabados. Los Rolling Stones son verdaderamente la mayor banda de rock and roll del mundo y siempre lo serán. También la última. Todo lo que vino después de ellos, metal, rap, punk, new wave, pop-rock, lo que quieras… puedes rastrearlo todo en los Rolling Stones. Han sido los primeros y los últimos y nunca nadie lo ha hecho mejor.
“This Dream Of You” tiene ese maravilloso ambiente de “South Of The Border”, pero al mismo tiempo, detecto ecos de Sam Cooke, The Coasters, The Brill Building y Phil Spector. ¿Han sido importantes para ti esas grabaciones de los 50 y 60? ¿Has intentado capturar algo de ese sabor en “This Dream Of You”?
– Esos discos de los cincuenta y sesenta fueron definitivamente importantes. Ésa puede que haya sido la última gran era de la música auténtica. Desde entonces, o quizá desde los setenta, todo ha sido gente jugando con los ordenadores. Sam Cooke, The Coasters, Phil Spector, toda esa música fue grande pero no se introdujo exactamente en mi conciencia. Entonces oía a Son House, Leadbelly, la Carter Family, Memphis Minnie y baladas amor y muerte. En cuanto a escribir canciones, quería escribir canciones como Woody Guthrie y Robert Johnson. Atemporales y eternas. Sólo algunas de esas baladas todavía aguantan y en la mayoría de ellas intervino Doc Pomus. “Spanish Harlem”, “Save The Last Dance For Me”, “Little Sister”… y algunas otras. Eran canciones fantásticas. Doc era un gato lleno de sentimiento. Si dijeses que hay algo de él en “This Dream Of You”, lo tomaría como un cumplido.
Aunque muchos de los cortes del álbum tratan sobre el amor, el disco está lleno de dolor, a veces en la misma canción. En “Beyond Here Lies Nothing”, la canción está subrayada una sensación de presentimiento. Recorres los “bulevares en coches destrozados”. Vas a amar “mientras el amor dure”. ¿Es el dolor una parte necesaria del amor?
– Oh, sí, en mis canciones lo es. Dolor, sexo, asesinato, familia, viene de hace mucho tiempo. Amabilidad. Honor. Caridad. Hay que relacionarlo todo. Se supone que son historias que se conocen.
Volviendo a “This Dream Of You”, el protagonista canta: “¿Cuánto tiempo puedo permanecer en este café de ninguna parte?” ¿Dónde está ese café?
– Parece como si estuviese al sur de la frontera o cerca de la frontera.
¿No lo dices?
– Bueno, no, no es que no lo diga. Pero si tienes esa clase de pensamientos y sensaciones, sabrás dónde está el tipo. Está justo donde tú estás. Si no tienes esos pensamientos y sensaciones, entonces él no existe.
El protagonista de la canción me recuerda mucho al tipo que aparece en la canción “Across The Borderline”.
– Sé lo que quieres decir, pero no es un personaje como el de un libro o una película. No es un conductor de autobús. No conduce una carretilla elevadora. No es un asesino en serie. Soy yo cantando eso, simple y llanamente. No hay que confundir a cantantes e intérpretes con actores. Un actor diría: “Mi personaje esto, y mi personaje aquello”. Como golpear a un caballo muerto. ¿A quién le importa el personaje? Levántate y actúa. No tienes que explicármelo.
Bueno, ¿no puede un cantante representar una canción?
– Por supuesto, muchos lo hacen. Pero cuanto más se representa, más lejos de la verdad. Y muchos de esos cantantes, después de un tiempo, pierden lo que son. Cantas “soy un guardavía del condado” muchas veces y empiezas a subirte a los postes.
¿A qué actor verías cantando “This Dream Of You”?
– Caramba, no lo sé, James Cagney, Mickey Rooney.
¿Y Humphrey Bogart?
– Sí, por supuesto, a él también. Es curioso lo de los actores y eso de la identidad. Cada vez que me encuentro con Val Kilmer, no lo puedo evitar, digo, “Anda, Johnny Ringo, pareces alguien que acabase de recorrer su sepultura”. Val siempre dice, “Bob, no soy Johnny Ringo. Es un papel que interpreté en una película”. Podría tener razón o podría estar equivocado. Creo que se equivoca, pero lo dice de una manera tan sincera que tienes que pensar que él cree que tiene razón.
¿Crees que los actores han de ser sinceros?
– En absoluto. Mae West no lo era. Ella era exactamente quien era en la pantalla. Como Jimmy Stewart y Burt Lancaster.
¿Y Johnny Weissmuller?
– Sí, Lon Chaney también.
¿Eso podría significar que Alec Guinness es Hitler?
– Seguro, una parte de él lo es. Pero por supuesto él no es Hitler. Nadie es otro. Hitler era Hitler.
¿Recuerdas imágenes de Hitler de cuando eras niño?
– No, no de cuando era niño. Ya había muerto cuando yo tenía cuatro o cinco años. Nunca tuve verdadera conciencia de eso.
Nunca tuviste conciencia, ¿de qué?
– De cómo se coge a un pintor de paisajes fracasado y se le convierte en un loco fanático que controla a millones de personas. Todo es un truco. Quiero decir que los poderes que lo crearon tienen que haber sido impresionantes.
Bien, las condiciones sociales y económicas de la República de Weimar eran muy diferentes a las de ahora.
– Sí, seguro. Volviendo la vista atrás, se puede ver que alguien tenía que hacerse con el control. Pero aun así, es tan desconcertante. ¿Por qué él? Se podía ver que el tío era un completo bobo. En absoluto tenía ninguna característica aria. No podrías adivinar su ascendencia. Pelo castaño, ojos marrones, tez pálida, una estatura corriente, bigote Hitler, gabardina, fusta, todo surte efecto. Sabía algo. Sabía que la gente no piensa. Echa un vistazo a los rostros de los millones que lo adoraban y verás que inspiraba amor. Es espeluznante y triste. El fuego de la palabra hablada. Estaban contentos de seguirlo dondequiera que fuese, hasta el tuétano. Entonces, por supuesto, llenó los cementerios con ellos.
Me viene a la mente Hitler hablando a la muchedumbre en El triunfo de la voluntad, de Leni Riefenstahl.
– Sí, está claro como el día.
Volvamos a la canción que escribiste para la película que has mencionado antes. “Life Is Hard”, tiene la forma de una antigua balada de Rudy Vallee o de Nelson Eddy comenzando justo en la de la octava ("Ever Since The Day…"). ¿Piensas que si comienzas una canción en ese estilo, respeta más las reglas?
– Seguro, intento pelearme con las reglas. A veces podría cambiar los paradigmas dentro de la misma canción, pero entonces esa estructura también tiene sus propias reglas. Combino ambas, veo lo que funciona y lo que no. Mi registro es limitado. Algunas fórmulas son demasiado complejas y no quiero hacer nada con ellas.
“Forgetful Heart”. ¿Cómo decides poner un banjo de los Apalaches en un blues en clave menor? ¿Es algo en lo que piensas antes o llega durante la sesión?
– Creo que probablemente llegó en el estudio. Aunque un banjo no estaría fuera de su carácter. Hay una modalidad en clave menor para “Forgetful Heart”. Es como “Little Maggie” o “Darling Cory”, no hay ninguna razón para que un banjo pueda tener su sitio o sonar bien.
Has escrito muchas de estas canciones con Robert Hunter. ¿Cómo fue ese proceso?
– No hay proceso del que hablar. Simplemente se hace. Conduces el coche. A veces sales de detrás del volante y dejas que otro pise el acelerador.
Conoces a Hunter desde hace tiempo. ¿Recuerdas cuándo os conocisteis?
– Fue en el 62 o el 63, cuanto estuve tocando en la zona de la Bahía [de San francisco]. Puede que lo conociese en Palo Alto, Berkley u Oakland. Toqué en esos lugares entonces y puede haberlo conocido en esa época. Sé que fue por entonces.
¿Has pensado escribir alguna vez algo con esos compositores de Nashville?
– Nunca lo he pensado.
Neil Diamond hizo hace años un álbum en el que compuso canciones junto a diferentes músicos de Nashville.
– Sí, eso funcionó con él. No creo que funcionase conmigo.
¿No crees que funcionaría contigo?
– No. Estoy bien sin eso. No estoy exactamente obsesionado con escribir canciones. Regreso a un camino con Hunter. Somos de la misma vieja escuela, lo que hace que tengamos nuestro propio tipo de sentido.
¿Oyes muchas canciones?
– Sí, a veces.
¿Quiénes son tus compositores de canciones favoritos?
– Supongo que [Jimmy] Buffett. [Gordon] Lightfoot. Warren Zevon. Randy [Newman]. John Prine. Guy Clark. Toda esa clase de escritores.
¿Qué canciones te gustan de Buffett?
– “Death Of An Unpopular Poet”. Hay otra titulada “He Went To Paris”.
Tú y Lightfoot os conocéis hace tiempo.
– Oh, sí. Gordon ha estado junto a mí desde hace mucho.
¿Cuáles de sus canciones prefieres?
– “Shadows”, “Sundown”, "If You Could Read My Mind”. No puedo pensar en ninguna que no me guste.
¿Conocías a Zevon?
– No muy bien.
¿Qué te gustaba de él?
– “Lawyers, Guns And Money”. “Boom Boom Mancini”. Material del duro. “Join Me In L.A.”, a caballo entre sinceridad y primitivismo. Sus patrones musicales están por todas partes, probablemente porque se formó con los clásicos. Puede haber tres canciones diferentes en una canción de Zevon, pero están conectadas sin esfuerzo. Zevon fue un músico para músicos, torturado. “Desperado Under The Eaves”. Todo está ahí.
¿Randy Newman?
– Sí, Randy Newman. ¿Qué puedo decir?, me gustan sus primeras canciones, “Sail Away”, “Let’s Burn Down The Cornfield”, “Lousiana”, entonces lo hacía sencillo. Canciones de burdel. Pienso en él como en el Príncipe de la Corona, el heredero natural de Jelly Roll Morton. Su estilo es engañoso. Se sitúa tan atrás que te olvidas que está diciendo cosas importantes. Randy pertenece a una era diferente a la mía.
¿Y John Prine?
– Las canciones de Prine son puro existencialismo proustiano. El Medio Oeste elevado a la enésima potencia. Y escribe maravillosas canciones. Recuerdo cuando Kris Kristofferson lo llevó por primera vez a un escenario. Todas esas historias sobre “Sam Stone”, el soldado yonqui, y “Donald And Lydia”, donde la gente hace el amor durante diez millas sin parar. Nadie, excepto Prine, podría escribir algo como eso. Si tuviera que escoger alguna de sus canciones, me quedaría con “Lake Marie”. No recuerdo en qué álbum está.
Mucha de la gente de tu generación parece comerciar con la nostalgia. Llevan tocando las mismas canciones de la misma manera durante los últimos treinta años. ¿Por que nunca has hecho eso?
– Aunque lo intentase, no podría. Esos tipos de los que hablas han tenido grandes éxitos. Comenzaron en el “anti-stablisment” y ahora manejan el mundo. Canciones de celebración. Canciones para los grandes banquetes. Mercancía “mainstream” presente en la cultura de manera dominante. Mi mercancía es diferente a la de esos tíos. Es más desesperada. Daltrey, Townshend, McCartney, The Beach Boys, Elton, Billy Joel. Hacen discos perfectos, tienen que interpretarlos perfectamente… exactamente como la gente los recuerda. Mis discos nunca fueron perfectos. Sería absurdo intentar interpretarlos igual. De todos modos, no soy un artista “mainstream”.
Entonces, ¿qué tipo de artista eres?
– No estoy seguro, byroniano quizás. Mira, cuando empezaba, la cultura “mainstream” eran Sinatra, Perry Como, Andy Williams, Sonrisas y lágrimas. No podía encajar en aquello entonces y, por supuesto, no encajo ahora. Algunas de mis canciones han cruzado la frontera, pero todas lo han hecho con otros cantantes.
¿Has intentado amoldarte?
– No realmente. Mi tradición es la de la música folk y ése es el lenguaje corriente y la estética arquetípica con la que he experimentado. Esa es su dinámica. Aunque lo intentase no podría escribir canciones para el Brill Building [en el 1619 de Broadway, en Nueva York, el edificio donde estaban los principales editores de música de Estados Unidos]. Es lo que pasa con la música pop, no podría hacerlo entonces y no puedo ahora hacerlo.
¿Eso significa que eres un creador “outsider”? ¿Te consideras una figura de culto?
– Una figura de culto, eso tiene connotaciones religiosas. Suena exclusivista y tribal. La gente tiene diferentes niveles emocionales. Especialmente cuando se es joven. Entonces supongo que muchas de mis influencias podrían haber sido consideras excéntricas. Los medios de comunicación tenían un alcance masivo así que me sentía atraído por los intérpretes ambulantes con los que me encontraba. Intérpretes menores, cantantes de bluegrass, el cowboy negro que hacía trucos con el lazo. Miss Europa, Quasimodo, la Mujer Barbuda, el mitad hombre mitad mujer, el deforme y el jorobado, Atlas el enano, los comedores de fuego, los profesores y los predicadores, los cantantes de blues. Lo recuerdo como si fuera ayer. Estuve muy cerca de mucha de esa gente. Aprendí la dignidad de ellos. También la libertad. Derechos civiles, derechos humanos. Como permanecer dentro de uno mismo. Los demás estaban interesados en atracciones como la montaña rusa y los coches de choque. Para mí eso era una pesadilla. Todo el vértigo. La artificialidad. El declive de la vida. No tenía sentido ni parecía real. Fuera del camino principal era donde estaba la fuerza de la realidad. Por lo menos eso pensaba. Cuando me fui de casa esas sensaciones no cambiaron.
Pero has vendido cientos de millones de discos.
– Lo sé. También es un misterio para mí.
“Life Is Hard” viene de una tradición que fue muy destruida por el swing, el blues y el rock 'n' roll. Recuerdo que Leon Redbone dijo una vez que el gran cambio de la música del siglo veinte no se produjo en los años 50 con la llegada del rock, sino que se produjo cuando echó abajo las baladas de salón para piano entre finales de los años 20 y principios de los 30. ¿Has deseado alguna vez que ese viejo estilo hubiera durado más tiempo?
– Hoy, las locas prisas del mundo pisotearían una música delicada como ésa. Incluso si hubiese sobrevivido al swing y al jazz nunca habría podido hacerlo con el Dr. Dre. Las cosas han cambiado económica y socialmente. Dos guerras mundiales, el “crash” de la bolsa, la depresión, la revolución sexual, enormes sistemas de sonido, el techno-pop. ¿Cómo algo podría sobrevivir a eso? No es posible imaginar esas baladas de salón elevándose desde las torres de oficinas. Ese tipo de música existía en un estado de vida más intemporal. Me encantan esas viejas baladas con piano. Si se camina por las calles oscuras de mi ciudad natal en las silenciosas noches de verano, a veces se puede oír melodías de salón saliendo por las puertas y ventanas abiertas. La madre o la hermana de alguien interpretando la partitura de “A Bird In A Guilded Cage”. Una vez intenté realmente evocar esa sensación en una canción que llamé “In The Summertime”.
Nadie esperaba un nuevo álbum tuyo en este momento. He oído que la compañía de discos se sorprendió. ¿Cómo sabes que es el momento de ponerse a hacer un nuevo disco?
– Nunca se sabe. A veces se piensa que si no se hace ahora, nunca se hará. En particular, este álbum se suponía que tenía que salir en algún momento del próximo otoño: septiembre, octubre; cuando se estrenase la película. Lo hicimos el año pasado y se suponía que tenía que estar guardado un año. Pero entonces los chicos de la compañía de discos lo oyeron y decidieron que les gustaría publicarlo a principios de primavera y no esperar a la película.
¿Has decidido guardar por esta vez la poesía? ¿Era lo que exigía el estilo musical?
– No estoy seguro de estar de acuerdo. No es fácil definir la poesía. Hank Williams también usaba un lenguaje simple.
“It's All Good” es una enorme canción. Utilizas ese giro común como gancho y describes un mundo cada vez más oscuro y más desgraciado con cada verso. Es algo extraño y espeluznante. ¿Cómo surgió esta canción?
– Probablemente de oír la frase demasiadas veces.
Cada chica llamada Roxanne siente una conexión con Sting. Cada Alison piensa que Elvis Costello cantaba acerca de ella. ¿Esperas conocer a muchas Jolenes?
– Cielos, espero que no.
¿Hay alguna posibilidad de que tu Jolene sea la misma mujer que enfadó tanto a Dolly Parton?
– ¿Te refieres a esa mujer de pelo castaño rojizo con mechones brillantes?
Sí, cuya sonrisa es como un soplo de primavera.
– Oh, sí, la recuerdo.
¿Es la misma?
– Es otra mujer.
Al final de “Jolene” me he dado cuenta de que esos riffs comienzan a aparecer. Te he visto hacerlos en directo, pero nunca los había oído en ninguno de tus discos. Supongo que es Donnie quien toca contigo.
– Sí, así es. El sonido de órgano y de la steel guitar se combinan para hacer esos riffs.
Tony, tu bajista, ha estado contigo desde… ¿cuándo?
– Caramba, no lo sé. Probablemente desde hace mucho. Quince, veinte años.
¿Y George, tu batería?
– No tanto tiempo como Tony pero más que mi último batería.
¿De dónde viene, para tocar de esa manera?
– George es de Louisiana. De Nueva Orleáns.
En este disco no hay personajes como los de “Desolation Row”, excepto quizás el juez Simpson de “Shake, Shake Mama”. ¿Sería una de esas figuras arquetípicas como Cenicienta o Shakespeare en el callejón?
– Absolutamente. Es un juez cazador de zarigüeyas, un tipo listo, que se las sabe todas.
En “It's All Good” aparecen algunos cantantes. Neil Young y Alicia Keys ya han aparecido en tus últimos discos. ¿Crees que todos tus amigos músicos van a buscar aparecer mencionados? Una vez te has metido por ese camino, ¿cómo consigues salir de él?
– Bueno, esta gente también es arquetípica. Puede que no piensen eso de ellos mismos, pero lo son. Representan una idea.
¿Se podría escribir una canción sobre cualquiera?
– Bien, apostaría a que usted podría, sí.
¿Cómo conseguirías introducir a Stevie Wonder en una canción?
– Cuando Stevie Wonder grabó “Blowin' In The Wind” yo jugaba a las cartas, yo bebía ginebra.
¿Podrías escribir una canción como las de Stevie Wonder?
– Podría escribir una como “Superstition” pero no podría escribir una como “Sir Duke”.
¿Podrías escribir una canción sobre George Bush?
– Seguro. George es un nombre fácil de rimar.
En la canción “I Feel A Change Coming On” el protagonista dice…
– Espera un minuto. No soy un dramaturgo. Toda la gente de mis canciones soy yo. Pensaba que ya habíamos hablado de eso.
¿Exactamente qué les hace ser tú?
– Es la manera en la que dices las cosas. No es necesario que las cosas que dices hagan que seas quien eres.
De acuerdo, pienso en ese verso: “Veo venir a mi chica, va caminando con el sacerdote del pueblo / siento que se acerca un cambio”.
– Sí, pero estás omitiendo muchas cosas.
De acuerdo, pero ésa es la parte que recuerdo. Supongo que el tipo, o tú, está hablando de estar ligado a alguien y de lo bien que se siente. Dado que las mujeres les han dado a los hombres, o a ti, malos momentos, en las otras canciones podemos leer esto como un final feliz o una señal de problemas en el futuro. ¿Qué posibilidades tiene el tipo de “Feel A Change” de vivir después siempre feliz?
– Puede que hagas demasiadas lecturas de la canción. No es un cuento de hadas. Hay grados de felicidad. Vas de uno a otro y regresas al anterior. Es difícil ser completamente feliz cuando los que nos rodean sufren o gimen por el hambre. Pero sé lo que quieres decir. Hablas de partir hacia el ocaso esperando que lo que has hecho sobreviva.
¿No es el punto de vista hindú?
– Quizás.
Muchos intérpretes le dan el mérito de su música a Dios. ¿Cómo supones que siente Dios eso?
– No soy el indicado para responder. Suena como si la gente diese el mérito donde está el mérito.
¿Cómo crees que será recibido el nuevo disco?
– Sé que a mis fans les gustará. Con excepción de eso, no tengo ni idea.