BJÖRK: Vespertine
LOS MEJORES DISCOS INTERNACIONALES DE LA DÉCADA
BJÖRK: Vespertine (Universal)
Después de la instrumentación grandiosa de Homogenic, y tras los ritmos cinematográficos de Selmasongs, Björk se puso a escuchar los sonidos del silencio. Se los encontró en casa, con la estufa, las tostadas y la mesa camilla, lo que acabó definiendo como el curioso mantra de la vida diaria.
En principio pensó en llamarlo Domestika, con la idea de reflejar un ánimo más tranquilo y recogido, en su disco menos atormentado y más romántico, introvertido y natural, compuesto de canciones grabadas en casa. Al final se encontró con la palabra ‘vespertino’, un término arcaico que designa a las cosas que reviven en la oscuridad: estrellas, plantas que florecen por la noche, animales que hibernan… Y esos espíritus nocturnos los representó en el disco a través de voces susurradas y sonidos chispeantes e infantiles, como harpas, clavicordios, celestes y cajas musicales. Según ella, es su disco invernal, con el que fue feliz mientras leía su libro favorito y componía estas canciones.