BEBEL GILBERTO live 2009
Leía poco antes de asistir a este concierto unas declaraciones de Isabel Gilberto de Oliveira (más conocida como Bebel Gilberto) en las que prefería no explicar lo que le dijo su padre João sobre su versión de del “Bim bom” que él ya grabara en 1958. Se supone que no le disgustaría, porque de su repertorio es una de las piezas más respetuosas con la bossa nova. Otras no lo son tanto, y algo de eso se puede ya intuir cuando asegura que no tiene intención de dejar Nueva York, lugar en el que vive hace años, para regresar a Brasil.
Lo mejor de Bebel Gilberto es que no se limita a esa neo-bossa actualizada con la aportación de la electrónica en la que quisieron encuadrarla junto a Zuco 103, Suba, BossaCucaNova y otros. Ni tampoco a la más tradicional, que para eso ya están Márcio Faraco, Vinicius Cantuária, Rosa Passos o Celso Fonseca, a pesar de que haya sido ella quien hasta ahora más rendimiento comercial le haya sacado.
En directo, al menos en esta ocasión, sólo recurre en una canción a una leve base pregrabada. El resto lo aportan sus tres músicos, con la incorporación al grupo desde la noche anterior en Portugal de un flautista, según asegura. La primera parte anda más cerca de esa bossa que tan bien conoce por tradición familiar, aunque en algunos momentos se escore hacia una canción ligera, más popular, que aquí puede que no se comprenda tan bien, aunque en la música brasileña esas disquisiciones ni siquiera tienen cabida.
Curiosamente, el cambio llega con la versión de “Sun Is Shining” de Bob Marely, una canción grabada casi por casualidad en sus vacaciones en Jamaica, y que en escena se muestra como la más desacomplejada de todas, la que invita al baile desenfrenado desde ese momento hasta el final, con una Bebel desvergonzada tocándose los pechos y hablando de sentirse sexy -a sus 43 años-. Ayuda también una -menos espectacular- versión de “The Real Thing” de Stevie Wonder y su particular homenaje a Carmen Miranda, una de sus referentes principales, en “Chica chica boom chic”. Todo, menos una desconcertante interpretación del recordado “Sem contenção” de su primer disco que mejor se hubiera ahorrado. Tocando tantos palos, no todo puede salir igual de bien.
(Sala Heineken. 27 de octubre. Madrid)
Una curiosidad: Bebel cantando con su padre a los 14 años:
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