Aaron Neville: My True Story
Aaron Neville: My True Story (Blue Note)
Que nadie se llame a engaño. Aquí no hay ninguna operación para rescatar en la tercera edad a uno de esos cantantes que se habían acomodado en lo suyo y estaban metidos en un círculo cerrado, caso de Neil Diamond, Tom Jones, Johnny Cash… No, aquí simplemente se le da protagonismo a la voz (¡y qué voz!) para rememorar temas clásicos de la época del doo-woop y un par de ellos posteriores.
Esa parece haber sido la receta de los productores Keith Richards y Don Was, ahora capo del sello Blue Note. Han rodeado a Aaron Neville de coristas y cantantes de aquellos años, han puesto a los músicos (como el propio Richards, Greg Leisz, Lenny Pickett o Benmont Tench) al servicio de las canciones y ya está. Ninguna novedad, nada que se salga de la norma, máximo respeto. El disco funciona si tenemos en cuenta las pretensiones, aunque hubiera estado bien saber cómo hubieran quedado las canciones a capela.
Aaron Neville recrea en este álbum doce canciones (de las 23 que se grabaron en las sesiones) que contribuyeron a formar su estilo, como “Money Honey”, “Ruby Baby”, “Tears on My Pillow”, “Under the Boardwalk” o “Be My Baby”. Y tampoco podemos pensar en que busca réditos como el Stewart o el McCartney de sus últimos discos: baste recordar que en 1986 ya estaba cantando incunables del doo-woop en su EP Orchid in the Storm, reeditado con cuatro extras en 2003.
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