12 canciones de Phil Spector
12 canciones marcadas por Phil Spector
Hace unas semanas falleció Phil Spector en la cárcel en la que estaba preso acusado del asesinato de la actriz Lana Clarkson en su propia mansión de Los Ángeles el 3 de febrero de 2003. Hasta aquel fatídico día, Spector pasaba por ser el productor por excelencia de la historia del rock, recordado, sobre todo, como el responsable del ‘muro de sonido’.
Se trata de canciones con percusiones atronadoras, eco generoso, coros prominentes y gran cantidad de cuerdas, saxofones y voces humanas. La revista Rolling Stone las llamó “canciones que duran tres minutos y eternamente”. Phil Spector las consideraba, simplemente, “pequeñas sinfonías para los chavales”.
Resulta difícil separar la vida de Phil Spector de las canciones en las que trabajó, así que aquí recordamos una docena a través de las que podemos repasar su trayectoria y sus ‘curiosos’ métodos de trabajo, algunos a medio camino entre la realidad y la leyenda.
1 The Teddy Bears: To Know Him Is to Love Him (1958)
Harvey Phillip Spector nace el 26 de diciembre de 1940 en el Bronx, Nueva York. Con diecisiete años entra en The Teddy Bears y graba un single que lleva en la cara B la canción “To Know Him Is To Love Him” (“Conocerlo es amarlo”). Aunque se pudiera pensar lo contrario, ya que era una composición suya, su título no se le había ocurrido a él: era la inscripción que su madre había escrito en la tumba de su padre. Un locutor comienza a programar esa canción y, a los pocos días, Phil Spector llama incrédulo a un distribuidor que le pedía 18.000 copias del single para conocer si se trata de una broma. La fiebre se extiende y la canción llega al millón de copias. El disco genera unos 20.000 dólares de la época (unos 16.000 euros), aunque alguien se escapa con la mayor parte del dinero. The Teddy Bears se convierte en el primer y último grupo del que Spector forma parte. Fue el accidentado inicio de su atípica historia.
2 Ben E. King: Spanish Harlem (1960)
https://youtu.be/hgWQMU8H1do
Sin dinero para entrar en la Universidad, Spector se convierte en periodista que cubre juicios en los tribunales. Como su madre le había enseñado francés, intenta entrar en las Naciones Unidas. La noche antes de la entrevista se va con sus amigos músicos de juerga y nunca se presenta. A continuación, compone “Spanish Harlem” con Jerry Leiber y ya no hay vuelta atrás ni dudas sobre su futuro: a los 19 ya se convierte en el ejecutivo más joven de la discográfica Atlantic. A partir de ahí comienza su época dorada, la que le lleva a ser el productor de referencia de los 60. Para poder trabajar sin cortapisas, funda con Lester Still el sello Philles -palabra formada por la unión de sus nombres-.
3 The Crystals: (Let’s Dance) The Screw (1963)
Poco después, Spector le compra a Still su parte en la compañía por 65.000 dólares, cantidad que nunca le entrega a su socio alegando que aún le debe dinero de su trabajo con Paris Sisters el año antes. Este lo demanda y el juez le obliga a entregarle los derechos de autor de su siguiente single para resarcirle, seguro del éxito del mismo. Como venganza, Spector graba la canción “(Let’s Dance) The Screw” -“(Bailemos) el fraude”-, en la que repite un par de frases durante once minutos, le da el número 111 de su catálogo y la única copia de la que se desprende se la hace llegar directamente a la puerta de la casa de su antiguo socio. A continuación, y para que quede claro claro ante todo el mundo que no tiene intención de editar aquella grabación, lanza comercialmente “Today I Met The Boy I’m Gonna Marry” de Darlene Love con el mismo número, el 111.
4 The Crystals: There’s No Other Like My Baby (1961)
https://youtu.be/QQzWGUJjr8c
A partir de ese momento, Spector se siente totalmente libre para llevar a cabo lo que tiene en su cabeza. Para ello, no escatima en pedirles a sus artistas cualquier cosa, por extraña que parezca. Así, mientras graba “There’s No Other Like My Baby” para The Crystals, Spector apaga las luces del estudio y las sienta en la oscuridad, con la intención de obtener una atmósfera más romántica. “Lo malo es que estuvimos así cerca de dos semanas”, recordaba una de las vocalistas.
5 The Ronettes: Be My Baby (1963)
Es su época dorada, la de canciones legendarias como, por ejemplo, “Be My Baby”, de The Ronettes, cantada por su mujer Ronnie. En su biografía, esta aseguraba que su marido la tenía bajo vigilancia constante de guardas armados y perros de caza, que la llamaba cada noche y le pedía que dejase el teléfono descolgado cuando no estaban juntos, que ordenó fabricar un maniquí con su figura para que lo sentasen junto a ella en el deportivo que le había regalado o que le escondía los zapatos para que no escapase de casa. Por eso, cuando Ronnie se fugó de su mansión, tras seis años de matrimonio, la encontraron descalza. Ella lo tenía claro: “Cuando le dejé sabía que, si no me marchaba entonces, acabaría muriendo allí”.
6 The Righteous Brothers: You’ve Lost That Lovin’ Feelin’ (1964)
A mediados de los 60, Spector está en el punto álgido de su carrera, invencible y seguro de su forma de trabajar, con todas sus grabaciones convertidas en éxitos rotundos. El ejemplo más claro es la respuesta que le da a uno de los componentes de The Righteous Brothers que le pregunta qué hace mientras el otro canta la primera estrofa de “You’ve Lost That Lovin’ Feelin’”: “Puedes ir directamente al banco”.
7 Darlene Love: Christmas (Baby Please Come Home) (1963)
https://youtu.be/azTGSrvxMfo
Spector piensa siempre en canciones, en singles, y no se encuentra igual de cómodo con los discos de larga duración, grabando únicamente uno digno de todas las antologías: A Christmas Gift for You from Phil Spector (Tu regalo navideño de Phil Spector). A partir de entonces se vuelca en la producción, dejando de escribir canciones. “Christmas (Baby Please Come Home)”, cantada por Darlene Love, es la única de ese álbum en la que participa en la composición.
8 Ike & Tina Turner: River Deep Mountain High (1966)
En 1966 Spector cierra definitivamente su sello discográfico. Como razón principal, argumenta que no está contento de la recepción que ha tenido “River Deep Mountain High”, cantada por Ike y Tina Turner, que él considera su cima creativa. Lo cierto es que, al mismo tiempo, el mercado de singles empieza a decaer y los LPs comienzan a ser ya el principal formato de expresión del rock.
9 The Beatles: The Long & Winding Road (1970)
En 1970, John Lennon le pide a Spector que produzca el que sería último disco de los Beatles, Let It Be. Paul McCartney nunca quedó contento con el resultado, ya que sonaba más a Spector que a The Beatles, con voces femeninas por vez primera en un disco del grupo y abundantes orquestaciones. En concreto, su queja se centra en “The Long And Winding Road”, que piensa que ha sido arruinada por Spector. Tardaría 23 años pero finalmente publicaría su propia versión de aquel álbum, titulada Let It Be Naked y sin la sobreproducción de Spector.
10 George Harrison: My Sweet Lord (1970)
Sin embargo, Spector sí se entiende con George Harrison, a quien le produce su primer disco tras la disolución de The Beatles, el más exitoso de un Beatle aquel año, superando a Ram de Paul McCartney y a Imagine de John Lennon. Con este trabaja también en Rock’n’Roll cinco años después, aunque su grabación se ve afectada por el consumo de drogas y alcohol: en una de aquellas sesiones, Spector llega a disparar todo un cargador contra el techo del estudio, a lo que Lennon responde asegurando que prefiere que lo mate a que lo deje sordo.
11 Leonard Cohen: Memories (1977)
En el 78, Spector produce Death of a Ladies’ Man, uno de los grandes discos de Leonard Cohen. El resultado, comentaba Cohen, no justificaba los medios: “Tuve que tragar con toda su megalomanía y enfermedad, así como una devoción por las armas que era intolerable. En una ocasión puso su mano en mi hombro y una pistola en mi cuello y me dijo: “Leonard, te quiero”. Todo lo que pude responder fue: ‘Espero que así sea, Phil’”.
12 Ramones: Do You Remember Rock and Roll Radio? (1980)
La última de las grandes producciones de Spector es el disco End of the Century de los Ramones, tal vez el más pop de su carrera. Los de Nueva York tampoco escapan a sus métodos. Según el grupo, Spector los encerraba en su mansión durante días. Un día sacó su arma y apuntó directamente al corazón de Dee Dee. “No vais a ningún lado, nos dijo. A continuación se sentó al piano y nos hizo escuchar su interpretación de “Baby I Love You”, que luego aparecería en nuestro disco, hasta las cuatro de la mañana. Era un anfitrión sin piedad”, comentó el bajista. “Sólo guardaba su pistola si sabía que sus guardaespaldas controlaban la situación”.