VAN MORRISON: Remembering Now
VAN MORRISON: Remembering Now (Exile Productions-Universal)
Este verano cumple 80 años y no parece querer dejarlo. De hecho, su cuadragésimo octavo álbum pasa de la hora de duración y contiene 14 canciones. Sería mucho ponerlo a la altura de sus grandes discos de los 70, pero sí podríamos encuadrarlo entre los más interesantes que ha grabado desde su último gran disco, Days Like This (1995), y con lazos evidentes con Poetic Champions Compose (1987) Desde luego, se olvida de las versiones de discos como Moving on Skiffle (2023) y Accentuate the Positive (2023), o de las versiones a dúo de New Arrangements and Duets (2024), situándose por encima de What’s It Gonna Take?, su último álbum con material propio (2022).
Ya con el tema inicial, “Down to Joy”, sentimos de inmediato que Van The Man ha recuperado la energía. Vuelve a cantar sobre la felicidad y su instrumentación resulta inspiradora. Mantiene su voz a un buen nivel y no hay rastro de ese mal humor con el que se le suele identificar. De hecho, se vuelve aún más dichoso con “If It Wasn’t for Ray”, en la que Morrison rinde un hermoso homenaje a Ray Charles. No siempre necesita ritmo para expresar su alegría, como sucede en “Haven’t Lost My Sense of Wonder”, en donde lo toma con más calma arropado por un maravilloso órgano Hammond.
El amor es el tema central de un número considerable de canciones sencillas y que pueden llegar a conmover, como “Love, Lover And Beloved”, “Back to Writing Love Songs”, “Once in A Lifetime Feelings” o “The Only Love I Ever Need Is Yours”, esta última con una hermosa melodía. Las cuerdas revisten “Cutting Corners”, con un estupendo solo de saxofón, mientras en “Stomping Ground” vuelve a recordar los años de su infancia y juventud y en “When The Rains Came” retoma un verso de “Brown Eyed Girl” y la naturaleza como metáfora del mundo interior del protagonista.
Los dos últimos temas se desvían un poco del resto, tanto en timbre como en atmósfera. En “Remembering Now”, el tema principal, Morrison se mueve entre la poesía y la oración, con un texto repetitivo interpretado de forma casi hipnótica, como si se estuviera confesando al oyente a través de una liturgia rítmica. Por su parte, “Stretching Out” rezuma una aire más a lo Marvin Gaye y la letra parece haber sido creada en una sesión de improvisación. Lo que tienen en común ambos es que suenan más experimentales en comparación con las doce canciones anteriores, pero sin que el disco pierda su congruencia e interés.