ULTRASÓNICA

DISCOS 2002

ALASKA: Sus canciones de la movida (EMI)

Aún no hace mucho que se editaron El huracán mexicano y Delirios de grandeza, dos excelentes recopilatorios dobles de la obra de Alaska con los Pegamoides, con Dinarama e, incluso, con Fangoria. La colección de este año se queda algo más corta -sólo un disco-, pero no deja de ser igual de interesante. Respecto a aquellos sólo incluye dos temas diferentes: “El hospital” y “Otra dimensión”, curiosamente, dos de los mejores de su trayectoria. Como aún hay quien está descubriendo sus canciones, ésta es una de las mejores introducciones posibles.

Xavier Valiño

DISCOS 2002

AIM

Hinterland

(Grand Central-Mastertrax)

Pocos discos tan interesantes en el trip-hop de los últimos años. Hinterland, al igual que su predecesor Cold Water Music, tiene una cualidad pastoral demasiado atractiva, algo que no recordábamos desde el Central Reservation de Beth Orton. Entre ecos de bandas sonoras añejas y ritmos relajados, éste es el disco dance perfecto para escuchar en posición horizontal.

Xavier Valiño

DISCOS 2002

ACID HOUSE KINGS: Mondays Are Like Tuesdays And Tuesdays Are Like Wednesdays (Labrador-Discmedi)

La escena sueca sigue dando nombres relevantes a la escena pop. En este caso Acid House Kings -nada que ver con el acid house-, héroes desde ya con su tercer disco del indie pop que tan bien practican Belle & Sebastián. Nada mejor que escuchar el comienzo de “Brown & Beige Are My Favourite Colours”: “Es el primer día de la primavera, pero no puedo esperar a que llegue el verano. Entonces estarás en mis brazos, vistiéndote para la estación.” Deberían contratarlos ya para el Benicassim del próximo año.

Xavier Valiño

DISCOS 2002

Xavier Valiño

DISCOS 2001

LEONARD COHEN

Ten New Songs

(Columbia / Sony)

No, aquí no hay momentos para el goce de la mayoría, con ritmos contagiosos, al estilo de I’m Your Man –homenajeado más tarde por una serie de artistas del planeta independiente con el título de I’m Your Fan para la revista gala Les Inrockuptibles-. Tras su retiro voluntario en un monasterio budista durante varios años, Leonard Cohen regresa –en el mismo año en que se edita un directo suyo del año 1979- con canciones sosegadas, espartanas, reflexivas y con un punto de humor en su lúcida visión del mundo. Por cierto, no sabemos si pensar que el disco es de Sharon Robinson más que de Leonard Cohen –sí, la que aparece en la portada a su lado-, ya que ésta compone, produce, tocas los instrumentos y arregla todos los temas.

Xavier Valiño