HAIM: I Quit

HAIM: I Quit (Polydor-Universal)

“Empecemos con la voz de Danielle; es simplemente impresionante. Ella es la primera pieza del rompecabezas, pero luego la percusión que Este y Alana le dan convierte todas sus canciones en obras maestras de la percusión. [Son] algo que nunca había escuchado antes. Pero viniendo del gran amor que siento por la percusión de Mick Fleetwood, para mí, en cierto modo, es como regresar al hogar. Sin duda, las tres podrían haber estado en Fleetwood Mac”.

Así de tajante se manifestaba Stevie Nicks hace unas semanas en la revista GQ, hablando de Haim, trío al que las comparaciones con Fleetwood Mac no le son extrañas. Su nuevo disco tampoco marcará distancias con ello, pero es cierto que I Quit (Lo dejo) parece el disco en el que dejan claro que ya no les importa lo que los demás piensen o digan,. Viene marcado este álbum por la separación hace tres años de la vocalista principal del trío de hermanas, Danielle Haim, y Ariel Rechtshaid, el prestigioso productor que trabajó en los tres álbumes anteriores de la banda, y lo que se desprende de estas canciones es que una ruptura puede ser traumática pero también liberadora y que tras ella llega una sensación de euforia, la de intentar disfrutarlo al máximo de la brevedad de la vida.

En esta ocasión la producción corre a cargo de la propia Danielle junto a Rostam Batmanglij y Buddy Ross y el trío suena poderoso, creativo e irresistible hablando en su mayor parte de esas separaciones y lo que conllevan, acercando algo de rock a la generación que creció con Taylor Swift. “Seré lo que necesite”, canta Danielle en el tema de apertura, “Gone”, un híbrido que combina la primera PJ Harvey, un fragmento del “Freedom! ‘90” de George Michael, un desgarrador riff de blues a lo The White Stripes y el éxtasis final con la explosión de la batería y unos coros funk.

No todo raya al mismo nivel en un disco en el que no han tenido miedo a experimentar e ir donde antes no habían estado ni imaginado, pero se pueden encontrar bastantes canciones más que disfrutables con ecos de The Strokes (“Take Me Back”), country blues (“Blood on the Street”), pop bailable (“Spinning”, la primera canción que canta Alana) o rhythm & blues de los 90 (en “Relationships”, probablemente su mejor canción hasta el momento). He aquí a una banda en todo su esplendor, dejando de preocuparse por hacer felices a los demás y viviendo su vida intensamente, contagiándoselo, en fin, a quienes las escuchan.

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