DAVID BYRNE: Who Is the Sky?
DAVID BYRNE: Who Is the Sky? (Matador-Popstock!)
David Byrne se ha ido convirtiendo con los años en el Dalai Lama de la música pop. Un ícono con un estatus casi de santo, una sabiduría que lo acompaña y el mismo aura de optimismo sutil del líder budista. En otras palabras: el positivismo es el sello distintivo del ex líder de Talking Heads. American Utopia, su álbum anterior, ya lo demostró, y ese enfoque continúa en Who Is the Sky?, en el que Byrne colabora con la New York Ghost Train Orchestra, una formación con sede en Nueva York, que trabaja principalmente en el ámbito de la música neoclásica y vanguardista.
A sus 73 años, y editado en la misma semana en que se casaba con su pareja de hace años, Byrne ha escogido como título para el disco una transcripción errónea de un programa informático al pasar un texto hablado a escrito. Cuando David Byrne escribió la línea “Who Is this Guy?” (“¿Quién es este tipo?”), la máquina entendió “Who Is the Sky” (“¿Quién es el Cielo?”).
Este álbum está imbuido de un entusiasmo que resulta casi ajeno a estos tiempos tan extraños. Suena muy accesible, incluso pop, como si tal cosa fuera un disparate. Probablemente se deba a la influencia del productor Kid Harpoon, quien ha trabajado con artistas mayoritarios como Harry Styles o Miley Cyrus. No obstante, las melodías compuestas por Byrne ya son de por sí optimistas y perfectamente aptas para ser cantadas por cualquiera, aunque en cualquier momento aparece un giro melódico impredecible que le aporta otra dimensión.
El tema inicial, “Everybody Laughs” (con St. Vincent), resulta ser una celebración de nuestra humanidad en la que cada instrumento luce brillantemente. Las trompetas mariachi de “What Is the Reason for It?” (con Hayley Williams de Paramore) lo emparentan con Calexico. En “Don’t Be Like That” se palpa un aire cubano. Conmovedoras, juguetonas y absurdas a la vez resultan ser, también, “She Explains Things to Me”, “I’m an Outsider”, “My Apartment Is My Friend” o “A Door Called No”.
Byrne, brillante como siempre, expresa una vez más su preocupación por lo maravillosamente mundano. Así, en “Moisturizing Thing” se pregunta si la crema hidratante realmente rejuvenece, mientras que en “ I Met the Buddha at a Downtown Party”, canta sobre ver al Iluminado atiborrándose de comida en un bufé en una fiesta. Su reacción: “Tío, ¿de verdad se supone que deberías comer todas esas cosas poco saludables?”. Genio y figura.
 
				
			